El mundo al revés. Las superpotencias caen. Los países pobres toman el poder. La única esperanza de los Estados Unidos para retomar las riendas está en una organización de resistencia, los Ghost, unidades especiales de las cuales nosotros seremos pieza importante. Así comienza la nueva epopeya bélica de Infinity Ward, en un Call of Duty que nos muestra cómo lucirá la guerra en la próxima generación.
La particular guerra anual de Activision sigue su imparable camino. Este año le tocará a Infinity Ward demostrar otra vez su talento en el campo de batalla, una compañía más conocida por su trabajo en la serie Modern Warfare y que ahora buscará un nuevo rumbo bélico con Call of Duty: Ghosts, próxima entrega dentro de la reputada saga de disparos en primera persona, la cual llegará a las tiendas el próximo 5 de noviembre.
Hace unas semanas os adelantamos desde Los Ángeles los primeros detalles sobre este título transgeneracional, que aparecerá tanto en máquinas de la actual generación (Xbox 360, PlayStation 3) como en PC y consolas next-gen. En concreto, para estas últimas plataformas ya comentamos la importancia de la técnica D-Sub, que permitía un grado de teselación mayor, dando como resultado superficies con menos efecto poligonal. Es decir, un mundo más detallado que añadía texturas volumétricas e iluminación avanzada.
En definitiva, un resultado muy fotorrealista que nos daba pistas de cómo iba a ser la serie en Xbox One y PlayStation 4. Ahora, otra vez desde la ciudad angelina, y en compañía de Mark Rubin (Executive Producer), hemos podido descubrir más sobre un videojuego que promete nueva historia, protagonistas, escenarios, motor y experiencia global. En este sentido, Rubin nos sentenció que el objetivo principal era crear un mundo inédito que ejerciera un gran impacto sobre los personajes: "La relación entre ellos es fundamental". Y también la trama, con un prólogo que nos coloca ante un joven para saltar después 10 años en el futuro y mostrarnos cómo ha cambiado todo.
Resistencia fantasma
Ya os desvelamos que el argumento tenía que ver con la posición de inferioridad de EEUU y el mundo occidental contra un enemigo desconocido. Ahora ya sabemos que ese rival tendrá que ver con algo conocido como la Federación, un grupo de países que podría estar encabezado por Cuba o Venezuela. Según explicaba Rubin, han querido cambiar la posición que normalmente se atribuye a estos países: "Pensamos que sería interesante girar las tornas, de forma que las superpotencias perdieran su poder en favor de los estados más desfavorecidos".
No se ha dado la explicación para este cambio. Se nos ha confirmado que habrá un villano individual (como ha ocurrido en las últimas entregas de CoD), pero es demasiado pronto para saber más. Por el momento, conocemos que nos pondremos en el papel de un soldado que, junto a su hermano y perro, decide meterse en la organización de resistencia conocida como los Ghosts. Algo así como el último reducto de la población estadounidense, que se encuentra asediada por un enemigo mejor preparado en cuestión de números y tecnología. Ya no seremos tan poderosos como en el pasado, aunque eso no quiere decir que la jugabilidad vaya a variar en exceso.
En este punto, Call of Duty: Ghosts sigue los pasos de sus predecesores, con unas mecánicas shooter basadas en avanzar de forma lineal por misiones repletas de eventos escriptados y situaciones espectaculares. Dos conceptos que han ido de la mano en esta saga, aunque ahora con ligeros reajustes, sobre todo en términos de navegación por los decorados. A este respecto, Infinity Ward promete unas muy trabajadas animaciones: "Es realmente el aspecto que más hemos cuidado. El sistema de juego es más fluido. Podemos pasar de una situación a otra manteniendo el momentum; por ejemplo, saltar coberturas y disparar al mismo tiempo: un importante avance".
Perros de guerra
Otra de las principales novedades del título tiene que ver con el mejor amigo del hombre. En algunas misiones tendremos a un fiel perro, Riley, que nos seguirá a todas partes, y al cual podremos manejar a través de la cámara que lleva incorporada. Así ejecutaremos varias acciones, desde atacar a enemigos de forma sigilosa hasta llamar la atención de soldados ocultos -con ladridos- para ponerlos en el punto de mira de nuestros compañeros. Un valioso aliado que parece que podremos utilizar en cualquier momento.
¿Se producirá una conexión emocional entre el jugador y el animal? Pues es más que probable, sobre todo por el detalle dedicado al can, que jadea cuando nos acompaña e impone respeto a nuestros enemigos, los cuales huirán de su presencia en más de una ocasión. Esto nos acerca un innovador punto de vista en términos de IA, pero no determinante. En concreto, en la nueva fase mostrada, Federation Day (en Caracas) se ha dejado intuir que los rivales no van a experimentar una gran evolución en términos de conducta -no eran capaces de vernos a través de los cristales-.
Rubin nos dejó claras sus prioridades en el turno de preguntas. "Sí, la nueva generación permite mejoras en inteligencia artificial, pero nuestra principal finalidad es contar una buena historia. Siempre hemos preferido recoger inspiraciones de películas, no de videojuegos. Buscamos experiencias cinematográficas, sumergir en la acción al usuario. Ahora con Xbox One y PlayStation 4 podemos crear situaciones que nunca habíais visto". Y probablemente a lo que se refería el productor es a la situación de sigilo en un rascacielos, abordando las ventanas y haciendo rappel por ellas en la noche en que el enemigo celebra su victoria con fuegos artificiales. Movernos por las paredes del edificio, disparar en posiciones imposibles y hasta ponernos boca abajo creaba una sensación entre el mareo y la novedad muy llamativa.
Fiel a su estilo
Los cuatro niveles de dificultad disponibles, abundantes puntos de guardado y numerosos "slow motion" dedicados a enfatizar la espectacularidad son otras de las características habituales en CoD. Las misiones son muy guiadas, y el entorno tiende a desmoronarse a nuestro paso (el mundo es prácticamente postapocalítico) gracias a los abundantes "scripts". No obstante, y a pesar de que todo esto pudiera parecer negativo, la fórmula sigue funcionando a la perfección. Call of Duty: Ghosts sorprende con cada situación, desde la misión dedicada a la exploración submarina en pleno Mar Caribe, hasta el nivel en el que una pendiente inclinada nos empuja hacia el vacío sin jamás dejar de disparar.
De hecho, esto último podríamos resumirlo en el concepto de "destrucción escriptada", en el sentido de que muchos eventos ocurren por la situación de apocalipsis que atraviesa el mundo. Contemplaremos una iglesia desmoronarse en el horizonte, o el suelo que pisamos venirse abajo en cualquier momento. Todo en tiempo real, gracias a un motor que hace que veamos un sistema de iluminación más trabajado (capaz de deslumbrarnos al pasar de un entorno oscuro a otro más claro), mientras la banda sonora -impactante pero todavía sin información sobre su compositor- sonaba con contundencia.
Según nos confirmaron, la acción ocurrirá a 1080p y 60 frames por segundo en las próximas consolas. No obstante, una característica que primará en estas plataformas, la conectividad social, parece que está descartada por el momento. "Es algo atractivo, pero preferimos estar seguros de lo que hacemos", afirmaba Rubin justo antes de dar por finalizada esta nueva toma de contacto con los ghosts de Activision. Una cita impactante que sigue la senda del éxito marcada por pasadas entregas, la cual sólo el tiempo dirá si es la correcta. La guerra vuelve a estar muy cerca...