Mercenaries 2: Primer contacto

Mercenaries 2: Primer contacto
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Explosiones, balas, muerte y destrucción… La segunda entrega de Mercenaries promete llevarnos todavía más lejos de lo que la genial primera parte consiguió transportarnos. Más espectacularidad, más libertad y más acción son sus principales premisas. ¿Estás preparado para volar por los aires?

Mercenaries fue la respuesta de Pandemic a toda la larga retahíla de sucedáneos de GTA que surgieron a raíz del éxito de la saga de RockStar, sin más pretensiones que las de saquear sin pudor alguno la fórmula del éxito, sin aportar nada nuevo al peculiar cóctel de acción y libre albedrío. Los peculiares mercenarios aunaban un humor negrísimo, una acción explosiva y desenfrenada y una capacidad de inmersión apabullante, que lo encumbraron como una de las grandes sorpresas del 2005.

Con el anuncio de la segunda entrega con la coletilla World in Flames, todos los aficionados a la acción estamos de enhorabuena, sobre todo conociendo las enormes dimensiones en todos los sentidos del nuevo Mercenaries. Y es que parece que la segunda entrega no será un vulgar “saca cuartos” que explote el tirón comercial del anterior, las novedades son suculentas, y el salto gráfico sensacional.

Mundo Vivo, Destrucción Total
Uno de los aspectos en los que Pandemic ha puesto mayor esfuerzo es en poner la Next-Gen al servicio de la jugabilidad, y pretende darle una inusitada profundidad a la experiencia dotando de carácter destructible a prácticamente la totalidad de elementos en pantalla. El factor destructivo ya estaba presente en la primera parte, pero la segunda parte lleva todo un paso más allá.

Multitud de armas, más de cien vehículos, explosiones variadas, mercenarios, física Havok, un mundo abierto por explorar y destruir, grandes mapas, guerrillas, multijugador… todos los elementos que imagines para un título de acción están en Mercenaries 2, pero sin remilgos ni contemplaciones.
Multitud de armas, más de cien vehículos, explosiones variadas, mercenarios, física Havok, un mundo abierto por explorar y destruir, grandes mapas, guerrillas, multijugador… todos los elementos que imagines para un título de acción están en Mercenaries 2, pero sin remilgos ni contemplaciones.

Por si fuera poco, y siguiendo con los datos de aumentos, el número de vehículos se ha multiplicado exponencialmente hasta superar los ciento treinta, y la interactividad con ellos ha mejorado notablemente. Habrá numerosos transportes civiles, pero también militares como jeeps, tanques, helicópteros y lanchas. Podremos comprarlos o también robarlos; lo cual seguramente te llevará a pensar ¿para qué voy a comprarlo si puedo robarlo?, pero es que aquí no es todo tan sencillo como parece. Para robar un vehículo necesitaremos llevar a cabo una especie de mini juego en el que deberemos pulsar los botones en una correcta secuencia, para que nuestro personaje expulse a los ocupantes del transporte en cuestión. Da igual si es un tanque o un turismo, la forma de llevarlo a cabo es idéntica, sólo que con mayor o menor dificultad y diferentes movimientos. Se acabó robar los coches como quién le roba un caramelo a un niño.

Por otra parte desde Pandemic se afirma que la extensión de los mapas es ahora mucho más grande que las de los anteriores, y que todos están cuidados al detalle. Parece que para la desarrolladora las palabras “tamaño” y “eficiencia” tienen una importancia enorme.

Pero lo importante no son todos estos espectaculares detalles, lo importante es la conjunción de todos ellos para desplegar la cantidad de caminos que se nos abren para llevar a cabo las acciones. Esto suena a topicazo de la industria del videojuego, pero vamos a explicarlo con un sencillo ejemplo extraído directamente de la demo que se ha mostrado a la prensa.

El Mundo en Llamas
En una de las misiones tendremos por encargo destruir una mansión, y para ello deberemos infiltrarnos en una descomunal finca y hacer uso de todo cuanto esté en nuestra mano para llevar a cabo la misión. Eso si, al contrario que en otros juegos donde prima el sigilo y la eficacia, en Mercenaries cuanto más ruido hagamos y más gente muera, mejor.

Lanzagranadas, armas de fuego, cuchillos y explosivos, están a nuestra entera disposición, y de la cantidad de dinero que vayamos consiguiendo en las misiones dependerá la cantidad de objetos que podamos adquirir.

La polémica, esa gran arma de marketing que ayuda considerablemente a dar a conocer un juego, también salpica a Mercenaries 2: World in Flames, pues las autoridades venezolanas han criticado duramente este título esgrimiendo que su ambientación presenta una imagen nada halagadora de su país, un hecho motivado en parte por la influencia del gobierno norteamericano en este juego. Sus desarrolladores niegan cualquier implicación política.
La polémica, esa gran arma de marketing que ayuda considerablemente a dar a conocer un juego, también salpica a Mercenaries 2: World in Flames, pues las autoridades venezolanas han criticado duramente este título esgrimiendo que su ambientación presenta una imagen nada halagadora de su país, un hecho motivado en parte por la influencia del gobierno norteamericano en este juego. Sus desarrolladores niegan cualquier implicación política.

En la demo mostrada tras llegar al puerto con la lancha nos bajamos y pronto se nos plantea el primer obstáculo. Un bunker con un gran contingente de fuerzas enemigas en su interior. Libertad total. Las opciones son abrumadoras, el único límite lo pone tu imaginación. ¿Eres un tipo discreto y no quieres armar mucho escándalo? Pues rodea el edificio y sigue tu acercamiento al objetivo principal entre las sombras tratando de pasar desapercibido. ¿Eres convencional y no te gusta experimentar? Saca a relucir tu pequeño arsenal y acaba con todos los enemigos con una ametralladora en cada mano. ¿Te gusta más la pirotecnia que a un valenciano en plenas fallas? Pues atiborra un jeep de C4 y lánzalo a toda velocidad contra la entrada del bunker. Ríete de los fuegos artificiales de Pekín en Año Nuevo.

Obviamente no todos los objetivos van a ser tan sencillos como éste. También encontraremos guerrillas fuertemente armadas que nos emboscarán, carros blindados que supondrán un auténtico reto, amén de trampas y temibles amenazas ocultas en la selva. Se ha prometido una inteligencia artificial mucho más trabajada. El desafío va a ser mayúsculo.

Al final de cada nivel un cuadro de resultados nos mostrará nuestra puntuación, nuestra efectividad y nuestra capacidad de destrucción, índices que inequívocamente irán unidos a la cantidad de dinero que recibiremos por cada misión. Con este dinero podremos comprar armamento y también accesorios como pueden ser soporte para ataques aéreos (muy útiles contra vehículos pesados enemigos), o elementos de alta tecnología como cámaras aéreas espía al estilo de los Cypher de Ghost Recon.

Salto Gráfico
El avance gráfico es notorio, y ya no sólo en el modelado de los personajes principales (algunos de los cuales repiten protagonismo), si no también en el increíble aumento del número de polígonos de todo cuanto hay en el escenario, y en la aplicación de las realistas físicas tanto en objetos y vehículos como en humanos.

En cuanto a la tecnología lo único que no queda claro todavía es como van a adaptar los chicos de Pandemic los monstruosos entornos con tan alto nivel de detalle al, por decirlo de alguna manera, obsoleto hardware de PlayStation 2. Esperemos que el juego no sufra un “downgrade” general que prive a los usuarios de consolas Next-Gen de disfrutar de gráficos espectaculares en aras de facilitar el desarrollo de la versión de PS2.

Por muy mercenario que seas, hacerte con un vehículo no será tan sencillo como subirte a él y arrancar. Primero deberás deshacerte de sus ocupantes, y para ello tendrás que superar diferentes minijuegos basados en secuencias correctas de pulsación que no te lo pondrán nada fácil.
Por muy mercenario que seas, hacerte con un vehículo no será tan sencillo como subirte a él y arrancar. Primero deberás deshacerte de sus ocupantes, y para ello tendrás que superar diferentes minijuegos basados en secuencias correctas de pulsación que no te lo pondrán nada fácil.

El juego, como no podía ser de otra manera últimamente, viene acompañado de una importante dosis de polémica. Las autoridades venezolanas no han tardado en encontrar similitudes en el ficticio país bananero donde se enmarca la acción del juego y su nación, y han puesto el grito en el cielo. La tormentosa relación entre EEUU y el golpista Chavez no han ayudado a suavizar la controversia, y algunos ven al juego como un flaco favor a su país por el caricaturesco tratamiento de la región, insistimos, ficticia.

Mercenaries 2: World in Flames aparecerá en PS2, PS3, Xbox 360 y PC, debutando en consolas de nueva generación y compatibles. Lamentablemente al juego todavía le quedan meses para estar terminado, pues su lanzamiento, en caso de no producirse retrasos, se prevé para el último cuarto de 2007. Contaremos los días.

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