El bosque nos espera. Ponte en situación: Hemos sufrido un terrorífico accidente de aviación y estamos perdidos en la nada, sin recursos y rodeados de amenazas. The Forest es un Survival Horror sin historia ni un propósito claro, sólo sobrevivir recolectando recursos y tratando de superar cada noche como si de una prueba de fuego se tratara. El peligro está ahí fuera.
El género de terror continúa teniendo en PC y en los estudios indie dos de sus principales baluartes, y The Forest es un nuevo ejemplo de ello. Los chicos de SKS Games, formados por veteranos de la industria del cine con créditos en los efectos especiales de películas tan espectaculares como Tron Legacy o 300, presentan su videojuego de debut con la intención de cumplir con todos los elementos que conforman los pilares del género... Pero, eso sí, sin caer en los tópicos.
Reconociendo inspiración de la novela Soy Leyenda, pero también de películas como The Descent, Las Colinas tienen Ojos u Holocausto Caníbal, sus responsables conforman una ecuación de referencias en las que a pesar de que nosotros somos los amenazados, van a jugar a menudo con el concepto de que en realidad somos nosotros los que estamos invadiendo ese bosque terrorífico que da nombre a la obra. La naturaleza de los enemigos en el juego es uno de los mayores secretos del título, pero no van a ser monstruos sin cabeza: "Queremos que sintáis empatía por ellos. Hay una pregunta encima de la mesa todo el tiempo: ¿Quién es el enemigo real? ¿Ellos o tú?".
Luchando contra los Elementos
A menudo la clave de los videojuegos de terror y supervivencia es la de plantarnos en un territorio desconocido y hostil sin recursos ni forma de defendernos, y The Forest recoge esa premisa y la presenta de forma inmejorable. Nuestro protagonista sufre un aparatoso accidente aéreo que le planta solo en una isla perdida y aparentemente desierta que, sin embargo, está poblada por peligrosísimas amenazas. En los primeros compases de la campaña podremos inspeccionar los restos de la aeronave y encontrar algo para ir tirando, sin embargo ya a corto plazo tendremos que irnos alejando de la "seguridad" del lugar del suceso para buscarnos la vida.
Y es que la comida y el agua son cosas realmente importantes puesto que el programa se rige por las normas básicas de lo que un ser humano necesita para sobrevivir. El líquido elemento lo podemos conseguir de los lagos que rodean el área de inicio sin muchos problemas, sin embargo el hambre deberemos saciarlo cazando o atrapando pequeños animales en los compases iniciales. Poco a poco, no obstante, habrá que ir pensando a una mayor escala, e ir preparando herramientas para hacernos con presas mayores e, incluso, preparar un pequeño huerto en el que cultivar nuestra subsistencia.
El frío también va a ser un problema, especialmente por las noches. Cuando se oculta el sol y bajan las temperaturas podremos refugiarnos en los restos o en una caverna o hacer una fogata a la intemperie, pero conforme vayamos avanzando iremos erigiendo construcciones que nos ayudarán a lidiar mejor con todo ello. La isla está cargada de una vegetación con la que podemos interactuar directamente, puesto que todos y cada uno de los árboles que pueblan el mapa pueden ser talados y utilizada su madera como materia prima. De hecho todo lo que cortamos tiene su reflejo directo en la faz del decorado alterándolo puesto que no se regenera, pero los desarrolladores ya advierten que para acabar con toda la flora necesitaríamos meses.
Lo mismo pasa con la fauna, y es que todo lo que podemos recoger en la campaña está limitado. Si acabamos con una reserva animal en un área determinada y cercana, eso supondrá que deberemos alejarnos más para descubrir una nueva... con todos los peligros que ello conlleva. Lo mismo sucede con los enemigos. La idea del realismo, dentro del concepto de fantasía que propone el programa, es la de que el número de los adversarios es también limitado, y no responde a conceptos de respawning que le restarían sentido a la propuesta del programa.
Por otra parte, en SKS Games no tienen ninguna intención de estropear la sensación de inmersión con torpes transiciones entre menús, así que todo tiene un funcionamiento muy orgánico. Por ejemplo si queremos tallar una vulgar rama y convertirla en un arma punzante podemos tallarla contra una roca sin salir del circuito in-game. Otras creaciones más complejas, en cambio, sí requerirán de nosotros que tiremos de nuestra mochila para tratar de combinar varios elementos.
Miedo en la Isla
Hasta ahora ya ha hemos dado unas primeras pinceladas sobre lo que va a ofrecer toda a parte de la supervivencia pura y dura del videojuego, pero... ¿Y el terror? Por mucho que todo lo que podamos elaborar y construir acabe desembocando incluso en fortalezas amuralladas, lo cierto es que el peligro siempre va a estar ahí fuera. Sus creadores han descubierto que los momentos que dan más miedo vienen cuando estamos ocultos esperando que los enemigos no nos vean, así que la mayoría de las situaciones tienen que ver con fomentar ese tipo de situaciones ante una vulnerabilidad que en nuestro caso será máxima.
Los adversarios de The Forest son "bastante inteligentes", como recalcan los desarrolladores de esta propuesta, lo que fomentará en muchos aficionados la sensación de que crear mecanismos de defensa como las mencionadas empalizadas o la ubicación de trampas es la mejor forma de sentirse seguros. Sin embargo otros muchos sentirán que, en cambio, lo que de verdad les llama la atención es descubrir los secretos que esconde la isla y que, de hecho, son muchos y que obligarán a quienes quieran descubrirlos a avanzar a menudo y a explorar lugares lejanos y poco recomendables.
¿Cómo se resolverán esos encuentros con enemigos? Ya topemos con los peligrosos moradores de la isla para defender nuestra zona de seguridad o, por el contrario, en una de nuestras expediciones lo cierto es que no siempre lograremos esquivar sus miradas. En ese caso tendremos que recurrir al poco recomendable combate cuerpo a cuerpo, que nos servirá para lidiar sólo con las amenazas si éstas se presentan en números muy pequeños. También podremos fijar trampas que nosotros mismos hayamos elaborado, o utilizar el amenazante fuego para mantener a los peligros a raya. El mechero con el que partimos al comienzo de la aventura será sólo nuestra iniciación en ese universo, hasta que logremos preparar antorchas o fogatas.
Por otra parte el ahora polémico Oculus Rift parece una forma de mejorar la inmersión perfectamente adecuada para una propuesta de terror como ésta, y ante la capacidad para sumergirnos en mundos increíbles de ese dispositivo parece una extensión inmejorable en la que ya trabajan sus responsables. "Encaja de la mejor manera posible", reconocía hace meses Ben Falcone, el principal responsable creativo del estudio, al portal PCGamer. "Explorar el bosque de día parece, a veces, una experiencia mágica... Pero también hace que estar de noche, o en lo profundo de una cueva, sea una experiencia de pesadilla".
Con todas estas frescas promesas y con su ambicioso planteamiento, cuesta mucho no mostrarse tremendamente optimista con lo que pone encima de la mesa The Forest. De acuerdo en que el hecho de que el estudio sea neófito siempre imbuye ciertas dudas en los aficionados más escépticos, sin embargo sus miembros son veteranos en experiencias muy inmersivas dentro del mundo del cine y eso parece ser al menos una garantía. Aparentemente, y si no hay cambios de planes de última hora, será este mismo año cuando podamos descubrirlo.