Los creadores de Halo preparan un nuevo videojuego destinado a romper moldes. Se trata de Destiny, y desde su presentación ha creado la percepción de que va a ser una de las sensaciones de la próxima generación. Un mundo persistente cargado de acción que todavía alberga grandes incógnitas en cuanto a cómo funcionará, pero que ya ha dejado unas primeras pinceladas sobre su inconmensurable potencial.
Cuando Bungie habla de un mundo grande y abierto, queda claro que hablan de algo realmente novedoso. Los creadores de Halo no han trabajado en ningún otro producto que no sean las aventuras de Jefe Maestro desde el lanzamiento de Combat Evolved allá por el año 2002, es por eso que Destiny está levantando tanta expectación y por lo que va a ser un juego tan, tan grande.
Viéndolo en movimiento lo primero que llama la atención es lo impactante de su apartado gráfico y tecnológico: una verdadera muestra de lo que puede dar de sí la próxima generación, en un juego que tiene además el mérito extra de estar siendo desarrollado para sistemas del ciclo pasado (PlayStation 3 y Xbox 360), y también del que está por llegar (PlayStation 4 y Xbox One). Pero esa es la menor de sus virtudes, ¿lo más impactante? Su rotunda jugabilidad.
Destino Futuro
No entraremos en los aspectos más puramente narrativos o de desarrollo relacionados con Destiny, puesto que todos aquellos los abordamos ya con mucho detalle cuando pasamos unos días en las oficinas de Bungie aprendiendo todo lo que tenía que ver con estos elementos. Aquel especial lo puedes consultar siguiendo este enlace, algo que nos permite centrarnos ahora en lo puramente relacionado con la acción; algo en lo que se ha volcado el estudio en el E3 2013.
Lo que sabemos es que nada más comenzar podremos escoger entre tres clases para nuestro personaje, a saber Hunters, Warlocks y Titanes. Los primeros son caza-recompensas del futuro, para los que Bungie ha confesado influencias del western más clásico. Los Warlocks, por su parte, combinan armas con poderes especiales, una suerte de magos del espacio que están directamente inspirados por los Jedi de La Guerra de las Galaxias, con un fuerte énfasis en el combate cuerpo a cuerpo. Los Titanes, por último, favorecen el empleo de armas pesadas, pero también son brutales en el aspecto melee. Son, quizá, los que más se parecen al legado de los Spartan de Halo en cuanto a funcionalidades.
Así pues las conferencias de este año en el evento norteamericano nos han permitido ver una generosa demostración del título en movimiento, varios minutos de juego que Bungie ha enseñado al mundo sin ningún tipo de cortapisa dejando asombrada a la comunidad. El juego parece un shooter en primera persona de corte futurista desde un vistazo meramente superficial, pero cuando recordamos todos los elementos de la fuerza que tendrá internet en todo su conjunto, y de su condición de mundo persistente y cambiante... La cosa cambia, y es precisamente eso lo que le da un valor absolutamente demoledor en términos de diversión e innovación.
No obstante, y más allá de la versión en vídeo que todo el mundo pudo ver, Bungie está enseñando a puerta cerrada cómo se trabaja todo lo que tiene que ver con el juego acompañado. Al comienzo de la partida de prueba dos jugadores comienzan una misión cruzando un mastodóntico muro, y acabando con varios enemigos para hacerse después con sus pertrechos. Por lo que hemos podido ver la recogida del botín es clave en un título como el que nos ocupa, así que teniendo en cuenta lo fuertemente que se han volcado sus responsables en hacer de ésta una mecánica adictiva parece que será realmente divertido.
En un momento determinado de la demo sucede un "Evento Público", suceso que abundará como MMO que es Destiny, y en ese momento vimos como hasta siete jugadores comenzaban a vivir una pequeña aventura dentro del monstruoso mundo que propone el programa. En esta ocasión se trataba de acabar con un gigantesco Devil Walker, que junto con otras criaturas habían sido depositadas por una serie de naves enemigas que, como es obvio, cambiaron de forma rotunda el panorama de todo lo que tiene que ver con lo que estábamos realizando. Si lo deseamos podemos dejar lo que estamos haciendo y participar con el resto de usuarios en esta pequeña misión con suculentos beneficios, aunque nadie nos impide seguir "a lo nuestro" e ignorar todos esos sucesos.
En realidad nos guste o no a menudo nos encontraremos con otros humanos en las partidas, puesto que el juego es de conexión permanente, pero siempre quedará en nuestra mano la opción de ignorarlos, ayudarles o incluso luchar a su lado. Estas son las alternativas y punto, puesto que el juego no aborda aspectos competitivos y todo lo que tiene que ver con las escenas de acción es cooperativo. Destiny se puede jugar sin relación alguna con otros usuarios, así que si lo que nos gusta es ser perros solitarios nadie nos lo impide, sin embargo la insistencia de sus responsables en lo que gana todo el conjunto cuando estamos acompañados hace recomendable una mentalidad social y abierta.
La intención del estudio es la de "cambiar el género del shooter en primera persona tal y como lo conocemos", pero no sólo eso, sino también cambiar todo lo que podemos esperar de un juego de Bungie. En Destiny somos un héroe, pero somos un héroe que no está sólo, que recorre un mundo cambiante y social, y que promete sacar enorme partido de todo lo que tiene que ver con un universo conectado en el que parece que se va a volcar la próxima generación.