El próximo año vamos a tener varias Londres victorianas, pero sólo una como la que nos va a ofrecer The Order: 1886. Fantasía combinada con realidad, en un shooter en tercera persona argumentalmente cuidado y visualmente impactante. Los usuarios de PS4 deben estar atentos, porque la Orden de Sir Galahad promete contundencia.
En el mundo de los videojuegos también hay modas o tendencias. En el próximo 2015 tendremos unos cuantos lanzamientos en los que tanto escenarios como personajes se rodearán de la ambientación victoriana, esa cuyo nombre procede del extenso reinado de Victoria I, pero que en nuestro caso identificaremos por algunos de los juegos más interesantes del año.
The Order: 1886 será el que tome la delantera, un videojuego desarrollado por Ready at Dawn (también conocidos por proyectos como Daxter) y que se convirtió desde su anuncio en una de las grandes promesas de PS4. Realmente lo es, uno de esos productos que ayudarán a ir consolidando el catálogo de la máquina.
La propuesta es sólida y de eficacia demostrada: un shooter en tercera persona con fuerte narrativa y un apartado visual muy destacado. Con motivo de la PlayStation Experience hemos tenido la oportunidad de verlo más en profundidad, y sobre todo jugarlo para darnos cuenta de que un juego no necesita reinventar nada para ser interesante. Acción muy guiada, disparos contundentes, algo de infiltración y mucho ritmo peliculero, para una obra de grandísimos valores de producción que quiere convertirse en uno de los lanzamientos del próximo mes de febrero.
Poniendo orden en la Londres victoriana
La demo que nos ha ofrecido Sony con motivo del 20º Aniversario de PlayStation discurría en un dirigible sobrevolando la Londres del año 1886. Manejamos a La Orden, ese grupo de caballeros de élite en cuyas manos está el porvenir de la ciudad. Aquí no pudimos vislumbrar esa poderosa amenaza -en forma de extrañas criaturas- que nos encontraremos en la campaña, pero sí a Sir Galahad, su protagonista principal.
Ya desde el mismo comienzo de la partida es fácil darse cuenta de algo en lo que habíamos incidido otras ocasiones: el ritmo. Existe una perfecta fusión entre cinemáticas y jugabilidad, no habiendo nunca una división clara. Por esto mismo, la inmersión resulta espectacular, apoyándose en el hecho de que la interfaz está casi ausente. Aparece cuando cambiamos de arma y poco más.
The Order: 1886 va a contener principalmente tres ingredientes: intros con algún que otro evento "quick time", pequeñas partes de infiltración y numerosos tiroteos. Estas partes se conjugan dentro de una experiencia jugable que nos sonará mucho, pero que se encuentran tan orquestadas que no nos importará en absoluto. Además, hay pequeños detalles insertados en el diseño del juego que marcan la diferencia con respecto a otros exponentes del género.
Nos gustó especialmente una de las secciones de esta demostración, en la que debíamos identificar -mediante la mirilla del francotirador- a dos rebeldes camuflados entre el pasaje del dirigible. Los guardias sin emblema eran los saboteadores, y había que ejecutarles. Una parte de precisión y rapidez que precedía a un tiroteo de la vieja escuela, con un sistema de coberturas que ya todos conocemos y una contundencia en el disparo (tanto si tenemos rifle como pistola) que sinceramente nos ha convencido.
La progresión está muy encorsetada, el propio diseño de escenarios no permite más que una sola ruta, y a consecuencia de ello las secuencias de sigilo que jugamos no fueron especialmente memorables. Algunos minijuegos presentes (como uno en el que había que presionar L3 y R3 en el momento oportuno) tampoco es algo que no hayamos visto antes. Pero aun así estamos ante un título que lo hace todo muy bien, tirando de manual, con un avance lineal y un argumento que -como intuíamos- va a estar muy presente.
Si la trama es interesante o no habrá que dejarlo para más adelante. Por ahora, la construcción de personajes es prometedora, con un doblaje al español confirmado (el cual estará dirigido por Alex de la Iglesia). No estaba integrado en esta demo, pero podemos adelantaros que, por la naturaleza del videojuego y la cantidad de conversaciones "in-game", será algo que agradeceremos especialmente.
Si sumamos que musicalmente nos ha resultado más que notable y que los efectos sonoros añaden contundencia, nos hallamos ante un apartado que rivaliza en genialidad con el gráfico. El RAD Engine 4.0 da lugar a uno de los videojuegos más impactantes de PS4, empezando por el nivelazo de las texturas y terminando por esas pequeñas animaciones que marcan la diferencia, como una que hace que nuestro personaje saque el cuchillo automáticamente cuando nos acercamos a alguien por la espalda.
El detalle en asuntos de resolución es tan exquisito que hasta podremos leer todo tipo de documentos presentes en el escenario sin necesidad de que salga la típica transcripción a toda pantalla. Incluso si presionamos L2 y fijamos la mirada, no solamente se activará el efecto profundidad de campo, sino que puede que hasta Sir Galahan realice algún comentarios sobre el objeto en cuestión. Son esas pequeñas cosas que hacen grande a un juego.
Lo mismo ocurre con el filtro de grano peliculero introducido, el cual queda sensacional dentro de una producción que no revoluciona los shooters en tercera persona, pero que sí sabe jugar sus cartas en base a una producción muy mimada (pulida, ya prácticamente acabada) y unas mecánicas cuya eficacia está demostrada. Si el ritmo se mantiene durante toda la campaña, es fácil que The Order: 1886 pueda convencer a muchos usuarios cuando aparezca el próximo 20 de febrero.