No More Heroes Heroes Paradise: Impresiones jugables

No More Heroes Heroes Paradise: Impresiones jugables
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¿Alguien dijo héroes? Con Travis Touchdown vamos a comprobar que una persona egoísta, vanidosa y sin escrúpulos puede llegar a colocarse a la altura de los más altruistas y nobles héroes del mundo del videojuego. Goichi Suda vuelve a innovar con un estilo menos oscuro que en Killer 7 pero con unas intenciones igual de sanguinarias. Convertirse en el número uno es lo único que importa en un título que hace de la vanguardia y de la creatividad una auténtica apología de No More Heroes. Que se mueran los héroes. ¡Ha llegado el antihéroe!

El mundo de los videojuegos está plagado de héroes, todos ellos ocupando la lista de rankings de ventas mensuales en los principales mercados del mundo. Acabar con ellos no es tarea fácil, pero Travis Touchdown tratará de hacerlo dentro del particular mundo creado por Goichi Suda, director, guionista y diseñador de No More Heroes, una obra innovadora, vanguardista y muy creativa que intentará superar el éxito del tal vez incomprendido Killer 7. Como enemigos no tendrá a Snake, a Mario o al Jefe Maestro, sino a una serie de asesinos que formarán parte de la UAA (United Assassins Association), los cuales ocuparán un ranking que nuestro antihéroe deberá de quebrantar.

La culpa de todo la tiene su katana láser, un arma que recibió al ganar una subasta por Internet. Después de derrotar al asesino en el rango once ya no hay marcha atrás y, como si de un héroe se tratara, deberá de seguir adelante hasta convertirse en el número uno, teniendo que aniquilar por el camino a quien haga falta. En este sentido, el propio Suda 51 nos desveló que "No More Heroes es una alegoría al antihéroe. Travis intentará acabar con otras personas, que bien podrían haber sido héroes. De ahí que hayamos titulado al videojuego con ese nombre. ¿Qué queda después de tanta matanza? Seguramente una lucha desesperada que sólo nos llevará a la conclusión de que ya no quedan héroes".

Cuando el héroe se convierte en asesino
Podemos prever a través de las palabras de Suda que No More Heroes no es un título cualquiera. Es una obra de autor, de esas que ya escasean, con un trasfondo argumental y con un diseño que se escapa de los cánones actuales. Una obra en que el Cel-Shading es un importante recurso para situar a Travis en la ciudad ficticia de Santa Destroy, urbe que compartirá muchos elementos con San Andreas (de Grand Theft Auto) en el sentido de que podremos movernos por ella a través de una moto que conoceremos con el nombre de Schpel Tiger. Con unas dimensiones descomunales, este vehículo nos llevará a la parte del mapa que queramos, bien para completar la ejecución de un nuevo asesino o bien para realizar una de las muchas tareas secundarias que comprende este variado título.

La exploración, ir de un lado para otro para encontrar nuevas misiones y objetivos, será una tarea muy importante en No More Heroes, pero la verdadera magia llegará cuando nos toque protagonizar unos enfrentamientos que, al menos, en la versión estadounidense del juego, han destacado por su impactante toque sanguinario. Goichi Suda nos comentó que ha recibido muchas influencias a la hora de desarrollar este videojuego y una de ellas ha venido por parte de “El Topo”, película mexicana que es curiosamente otra alegoría, esta vez a las películas del género western pero con mucha sangre y con un humor un tanto macabro. Existen puntos de conexión con No More Heroes, destacando sobremanera uno de ellos: el aspecto visceral.

Travis no salpicará sangre en Europa
Con el objetivo de conseguir llegar a un público más amplio, la versión europea de No More Heroes será tan sanguinaria como la versión japonesa original. Es decir, no tendrá sangre. Así pues, la única versión sangrienta será la estadounidense, la cual Virgin quiso dejar muy claro que fue diseñada especialmente para el público americano. En este sentido, se intentó salir en defensa de la versión europea con respecto a la americana: "El videojuego en absoluto ha sido censurado. Además, los que son más fans de Suda van a ser más fieles a la versión no sangrienta que a la sangrienta". Viendo ambas versiones, no queda ninguna duda de que parte del impacto visual se pierde, algo que sin embargo no ha impedido que las batallas sigan gozando de una espectacularidad beat 'em up que tendrá como máximos exponentes al wiimote y al nunchuk, dos controles que han sido integrados de manera extraordinaria dentro del videojuego de Grasshopper Manufacture.

“No More Heroes” será mucho más que el título de una canción de los Stranglers. En este caso, será un videojuego con una acción que tendrá en la katana a su más evidente protagonista. Siempre que la tengamos recargada (habrá que vigilar la barra “retro” de la derecha de la pantalla) podremos desencadenar ataques demoledores sobre unos adversarios que dejarán ver la vida que les queda. Todo consistirá en golpear repetidamente los botones A y B hasta que el enemigo pierda el sentido. En ese momento podremos mover el wiimote siguiendo las indicaciones en pantalla. Se acerca un golpe final muy letal.
“No More Heroes” será mucho más que el título de una canción de los Stranglers. En este caso, será un videojuego con una acción que tendrá en la katana a su más evidente protagonista. Siempre que la tengamos recargada (habrá que vigilar la barra “retro” de la derecha de la pantalla) podremos desencadenar ataques demoledores sobre unos adversarios que dejarán ver la vida que les queda. Todo consistirá en golpear repetidamente los botones A y B hasta que el enemigo pierda el sentido. En ese momento podremos mover el wiimote siguiendo las indicaciones en pantalla. Se acerca un golpe final muy letal.

Como todavía parece difícil que lleguemos al punto de controlar al milímetro cada uno de los movimientos que hagamos con el wiimote (hubo rumores de que Lucas Arts estaba planeando emular el control de un sable láser), además de que Goichi Suda no quería cansar a los jugadores con excesivos movimientos, se ha optado por una combinación equilibrada que usa el stick analógico, los botones del mando y el movimiento del wiimote a partes iguales. Con el stick moveremos a nuestro personaje por el escenario, siguiéndole siempre con una cámara en tercera persona que se situará justo detrás de él. Los ataques se llevarán a cabo con los botones A y B, sirviendo de manera respectiva para propinar espadazos o patadas.

Un wiimote como katana
De esta manera, y con esta lógica tan sencilla, ya estaremos preparados para enfrentarnos a tantos enemigos a la vez como sea posible. El motor del juego, al basar los modelados de personajes en la técnica del Cel-Shading, es capaz de mostrar una generosa cantidad de enemigos en pantalla. Unos rivales que sufrirán unos ataques que podrán ser altos o bajos dependiendo de si nuestro wiimote está mirando a la pantalla o hacia el techo. Esta dinámica será importante, ya que nos permitirá esquivar ataques y, a la vez, destrozar la defensa de nuestro adversario. Además, no todo consistirá en machacar botones. Cuando nuestra presa esté acorralada, y después de un pequeño aturdimiento, seremos capaces de practicar una de las muchas llaves a las que es tan aficionado el creativo Goichi Suda.

Esto lo haremos a través de los movimientos del wiimote y siguiendo las instrucciones que se nos muestren en la pantalla. En algunas ocasiones desplazaremos ambos mandos hacia la derecha, otras veces hacia abajo y puede que incluso tengamos que moverlos en sentidos convergentes o divergentes, llegando a proponérsenos situaciones en las que realizar varias series de movimientos. No siempre tendrán como objetivo llevar a cabo una llave, ya que muchas veces podrán acabar con una ejecución que encontrará en nuestra katana a su mejor protagonista. Los enfrentamientos serán, sin duda, muy importantes para el desarrollo del título, pero habrá muchos más elementos en Santa Destroy por los que merecerá la pena darse una vuelta más en nuestra moto.

Hogar, dulce hogar
Por supuesto, Travis tendrá una casa donde descansar y romper un poco con la monotonía de su espada. Tendrá una televisión donde ver películas que hayamos comprado en el videoclub, registrará su frigorífico en busca de algo que le ayude a recuperar energías, podrá comprobar su vestuario (con la opción de elegir entre las diferentes gafas de sol, chaquetas, camisetas y pantalones que también podremos comprar), jugará con su gatito, echará un vistazo al mapa y usará un teléfono que durante el juego se emulará de tal manera que nos hará ponernos el wiimote cerca del oído. La última opción será la de ir al servicio, momento de relax que será cómicamente aprovechado para guardar nuestra partida.

Durante la presentación, Goichi Suda no pudo resistirse a desvelar los motivos de dicha manifestación en el videojuego: "He representado varias acciones de mi vida cotidiana e ir al servicio es para mí un motivo de relajación y de refrescamiento de ideas. Por eso hice que Travis fuera al servicio para guardar partida. Era una manera de expresar lo que yo mismo siento". Pero no toda la diversión secundaria estará dentro de las paredes del hotel de Travis. Fuera hay toda una ciudad por conocer a bordo de una moto que tendrá turbo (botón Z) y la posibilidad de saltar si es que se nos ocurre levantar nuestro wiimote mientras vamos conduciendo y mirando un mapa que nos indicará los posibles puntos a visitar.

De paseo por Santa Destroy
Santa Destroy no será precisamente un pueblecito fuera de la civilización. Estará equipado con varios servicios que podrán interesar a nuestra vestimenta (con Area 51, una tienda de moda), a nuestras técnicas de combate (gracias a lo que nos enseñarán las cintas del videoclub), a nuestra katana (mejorando sus atributos en el laboratorio de Naomi) o a nuestro propio cuerpo dentro de un gimnasio. Algunos lugares no requerirán el uso de las capacidades del wiimote, pero otras supondrán minijuegos por sí solos, permitiéndonos levantar pesas con el movimiento alternado del binomio wiimote-nunchuk o invitándonos a jugar una partida a un clásico mata-mata sujetando nuestro controlador como si fuera un mando de la NES.

No More Heroes hará una inteligente mezcla entre la modernidad de los gráficos Cel-Shading y el aspecto retrógrado de los títulos de finales de los setenta. Todo un ejercicio de imaginación que tendrá en el wiimote a un valioso exponente. No sólo se comportará como una poderosa katana, sino también como un útil teléfono móvil que nos permitirá escuchar conversaciones útiles durante el transcurso de la aventura.
No More Heroes hará una inteligente mezcla entre la modernidad de los gráficos Cel-Shading y el aspecto retrógrado de los títulos de finales de los setenta. Todo un ejercicio de imaginación que tendrá en el wiimote a un valioso exponente. No sólo se comportará como una poderosa katana, sino también como un útil teléfono móvil que nos permitirá escuchar conversaciones útiles durante el transcurso de la aventura.

Todos estos elementos accesorios diseñados al más puro estilo GTA serán desbloqueables cuando nuestro rango en la asociación de asesinos sea el adecuado. De esta forma, el videojuego se nos presenta con muchos alicientes dentro de una mecánica nada monótona que se halla enmarcada, como afirma su propio autor, dentro del género de la acción y de la aventura. No More Heroes es un videojuego de estructura abierta que va ofreciendo sus posibilidades poco a poco en función a nuestros esfuerzos. Se nos premia continuamente por nuestros logros con nuevas opciones que seguramente acabarán por hacer que este videojuego se convierta en uno de los más valorados dentro del catálogo de Wii.

Con la katana recargada y la cartera llena
Sólo tendremos que tener en cuenta dos cosas muy importantes para que nuestro corazón de vida no pierda sus pixeles muy rápidamente. En primer lugar, deberemos de tener nuestra katana bien recargada (funcionará con baterías, así que habrá que agitar el wiimote para que recupere su fuerza) para hacer frente a las hordas de enemigos que nos encontraremos a lo largo de Santa Destroy. En segundo lugar, nuestro bolsillo deberá estar bien nutrido de dinero para así poder caminar por la ciudad sin restricciones. Esto último lo lograremos no sólo subiendo de rango, sino completando las misiones que nos encontremos en el centro de trabajo.

Recoger cocos golpeando a unas palmeras, limpiar la basura de la ciudad, trabajar en una gasolinera rellenando depósitos, rescatar a gatitos, limpiar grafitis... Travis por un momento dejará ver su lado más humano. Por lo menos hasta que le toque enfrentarse a los diez enemigos que completan el argumento de un videojuego cuya forma está claramente influenciada por videojuegos de otra época. Concretamente, de la época del Atari 2600, repleto de pixels y de una gama de colores que se dejará ver no en el juego en sí, sino en las pantallas que aparecerán una vez que completemos una misión o una vez que derrotemos a uno de los asesinos de No More Heroes.

Se acabaron los héroes
Lo más curioso de todo es que el resultado sorprende, realizando continuos guiños a unos jugadores que verán representada a modo de cliché una parte muy importante de su etapa como jugadores. Así, y valorándolo en su globalidad, No More Heroes es un producto vanguardista, capaz de mezclar una estética moderna con un argumento futurista basado a su vez en una temática tan clásica como supone la vanidad de Travis por convertirse en el número uno. Un deseo que implicará muchas cuestiones morales que serán reflejadas en un videojuego de esos que no se ven todos los días y que prometen hacerse un hueco dentro de un mercado marcado por tendencias ya consumadas.

Por suerte, no es el único producto que está gritando en palabras de Goichi Suda que "queremos ser diferentes y aportar siempre cosas nuevas a la industria". Sólo nos queda saber si llegará doblado al castellano y de esperar a que salga a la venta el próximo 29 de febrero, día en que cambiará nuestro concepto sobre unos héroes que, según esta obra, tenderán a desaparecer. Y es que Travis Touchdown está dispuesto a ocupar ese lugar. Rebelde, sin escrúpulos y dispuesto a todo por convertirse en el número uno. Tan dispuesto como este título, que llega con ganas y con una propuesta interesante, bien culminada y bajo el amparo de un maestro como Suda 51.

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