Tras Rayman y Child of Light, Ubisoft sigue apostando por su vertiente más artística con Valiant Hearts, una historia ambientada en la Primera Guerra Mundial con una personalidad única y un mensaje crudo, pero optimista. Acompaña a sus personajes en uno de los conflictos más duros de la Historia.
Si todavía no conoces mucho Valiant Hearts, lo primero que te sorprenderá saber es que durante los dos capítulos que hemos jugado no hemos apretado ningún gatillo de rifle o pistola, y dudamos mucho que lo hagamos en toda la aventura. La nueva obra de Ubisoft Montpellier está ambientada en la Primera Guerra Mundial, pero poco requiere de nosotros para participar en ella de forma activa. Sus personajes se ven envueltos en el conflicto siempre de formas indirectas, bien sea por haber sido reclutados a la fuerza, por venganza o por buscar a un ser querido.
De hecho, si leemos los diarios de los protagonistas, la historia que se nos cuenta con una maravillosa voz en off, se torna más profunda al poder adentrarnos en los pensamientos de los personajes y darnos cuenta de sus verdaderas intenciones y conexiones entre sí. Emile es un padre ya entrado en años que es reclutado y capturado por el enemigo. El hecho de que lleve la bandera en vez de un fusil entre las manos no es baladí: él mismo expone que no quiere disparar a nadie. La historia de Freddie, el americano, es más vengativa, pero siempre usarás más el ingenio antes que un arma de fuego.
Es interesante el uso de la lógica en, por otro lado, una situación histórica ilógica. Los puzles nos ayudan no sólo a avanzar y conocer mejor a sus protagonistas, sino a ver las diferentes vertientes de la guerra y cómo se crean pequeños momentos entre las personas que participan. Por ejemplo, Anna es una joven belga que parte hasta Ypres para buscar a su padre desaparecido, mientras en el camino se ocupa de curar a los enfermos mediante un sencillo minijuego estilo Guitar Hero. Y aunque el título evita mostrar en primer plano la violencia más extrema. sí la sugiere cuando nos acercamos a un herido con una sierra en mano.
Toda situación está inspirada en los terribles hechos sucedidos, de los cuales Valiant Hearts recopila una cronología a veces incluso espeluznante. Desde información histórica sobre por qué España no participó en el conflicto, debido a la pobreza del país en aquellos tiempos, hasta las secuelas de explosiones y las desfiguraciones faciales de soldados con fotos reales de la época. Por mucho que Ubisoft haya logrado con su [/b]UbiArt Fremework[/b] una visión artística del periodo, no ha querido ocultar la fealdad de los acontecimientos.
Hecho que también lo vemos al tener que avanzar mediante puzles por todo tipo de trincheras, bajo el terrible fuego de las primeras ametralladoras automáticas, alambres de púas y el temible gas cloro o gas mostaza. Todas las situaciones son interesantes por implican de una u otra forma a nuestros personajes, haciendo que les cojamos más cariño a medida que vivimos sus historias. Mención especial a uno de los perros más majos que hemos visto en los videojuegos.
Resolviendo la I Guerra Mundial
Los puzles serán la parte más importante del juego. Están muy bien medidos y nos harán pensar un rato, pero guardando muy bien el ritmo, sin convertirlo todo en un verdadero rompecabezas. Además, posee un sistema de pistas interesante, en el cual si pedimos una pista tendremos que avanzar o esperar un tiempo en el caso de que queramos pedir otra. Para los más valientes existe el modo veterano, que desactiva el sistema de pistas y no destaca los objetos interactivos.
La exploración del escenario será importantísima, ya que aunque estamos hablando de un juego 2D oculta muchísimos secretos como dobles fondos, objetos bien ocultos en los que incluso tendremos que pedir ayuda de nuestro perro para poder desenterrarlo y, por supuesto, coleccionables que expanden la vida útil del juego. Cada uno de los seis personajes tiene un estilo de juego que varía ligeramente. Por ejemplo, Emile está más enfocado al puzle clásico con el que se ayudará gracias a nuestro perro. Francis usa más la fuerza bruta y el lanzamiento de objetos, mientras que Anna hace más uso de la exploración del escenario y los minijuegos para curar a los heridos.
Técnicamente, Valiant Hearts demuestra lo bien acostumbrados que nos tiene Ubisoft últimamente. Gráficos 2D y en alta definición que impresionan al ojo, que se mueven suave y sutilmente y le dan un toque único y personal. Aunque en las introducciones de nivel nos acompañe el narrador con un doblaje al castellano muy conseguido, durante la partida el juego intenta conservar ese minimalismo, haciendo que los personajes se comuniquen con una serie de murmullos, acompañados de bocadillos estilo cómic con imágenes.
Valiant Hearts sigue la misma línea sorprendente que Ubisoft creó con Rayman: juegos hechos con mimo y dando rienda suelta a la recreación artística, esta vez inspirada algo más en el cómic europeo, aprovechando la ocasión para intentar contar una historia, bélica, eso sí, pero desde una perspectiva diferente. Desde una de esas perspectivas que el jugador de videojuegos alguna vez se ha planteado; donde importan más las personas detrás del arma, que el arma en sí.