El Señor de los Anillos vuelve a los videojuegos con Sombras de Mordor. Toda la riqueza de la obra de Tolkien al servicio de un juego de acción y aventuras que va a buscar en la mezcla de géneros su principal fortaleza y que, como no podía ser de otro modo, tendrá la fuerza del rol en su fórmula. La historia de Talion, su protagonista, está a punto de comenzar. ¿Preparado para el gran viaje?
Es uno de los grandes iconos populares de los últimos tiempos, y también uno de los universos más ricos que hay a la hora de brindar héroes, villanos y contextos de leyenda. Es por ese motivo que, a pesar de que no siempre nos ha brindado videojuegos a la altura de su nombre, El Señor de los Anillos vuelve al entretenimiento interactivo una vez más en forma de ambicioso lanzamiento de acción en un gigantesco mundo abierto de manos de los creadores de F.E.A.R y que, en su fórmula y como no podía ser de otro modo, también tendrá sitio para algunos componentes roleros.
Todo para un enésimo viaje a Mordor que tiene por objeto detener un nuevo intento de Sauron por reclamar su poder, y que se plantea de una forma totalmente distinta a la que estamos acostumbrados a ver. No habrá una sola cosa que hagamos que no acabe teniendo importa gracias al Sistema Némesis, una idea de los chicos de Monolith para que seamos nosotros mismos los que dibujemos de forma dinámica nuestra historia en la Tierra Media. Suena ambicioso, ¿verdad? Sombras de Mordor tiene los mimbres suficientes para ilusionar no sólo a la colonia de fans de la obra de Tolkien, sino también a todos los amantes de las grandes aventuras.
Espíritu Vengador
Como Sombras de Mordor es un videojuego bastante particular vamos a alterar nuestra forma habitual de trazar la estructura de un avance, comenzando no por el argumento ni los detalles contextuales, sino por un detalle... Un detalle capital. Hablamos del Sistema Némesis que hemos nombrado con anterioridad, y que sirve para hacer que ninguna partida sea igual que otra, ya que el horizonte de cada una se dibuja con nuestros actos, lo que unido al hecho de que de forma dinámica se generan eventos todo el tiempo hace que las alternativas en nuestras manos estén en constante evolución. Al contrario que en otros productos, donde los villanos son rostros anónimos cuya única personalidad es la de pertenecer al ejército adversario, aquí cada uno de los oponentes tiene nombre y apellidos, lo que unido a las jerarquías que caracterizan a sus tropas hace que los objetivos estén cambiando y que haya mil y una formas de afrontar las misiones. Esto, junto al hecho de que tienen memoria y recuerdan lo que ha pasado anteriormente, crea muchos aspectos interesantes para la experiencia jugable. Explicado esto, ya podemos comenzar a hablar de la historia del nuevo lanzamiento ambientado en La Tierra Media.
En el título que nos ocupa seremos Talion, un personaje dotado de la enorme profundidad que habitúan a tener los protagonistas de este tipo de videojuegos. No es un tipo afortunado precisamente. Tras ser asesinado y perder a su familia, se convierte en un paladín que vuelve de entre los muertos para luchar contra las criaturas que le arrebataron su bien más preciado, y lo hace con un vínculo con un espíritu espectral que se convertirá en una suerte de segundo personaje principal de la historia. El héroe, guardián en la Puerta Negra, esconderá en su pasado un gran número de secretos que sólo podremos descubrir conforme avanza la aventura, entre ellos el motivo por el que se encuentra sirviendo en una zona tan insegura.
La condición de no-muerto de Talion acaba generando la justificación para la política de respawning del héroe al morir, aunque lo hace de una forma muy curiosa. La idea es la de que resucitamos una vez detrás de otra siempre que muramos, pero también que el tiempo pasa en nuestra ausencia y que nuestra maldición de retornar eternamente trae consigo grandes cambios. Gracias a nuestros actos puede que en un ejército de Uruks haya habido alteraciones, puede que ahora los comandantes sean distintos por la promoción de unos u otros, o que incluso algunos hayan muerto. Esto significa que es posible que una de estas salvajes bestias haya acabado con nosotros y que, al volver de la muerte de nuevo, nos lo encontremos unos días después celebrando su victoria sobre nosotros y, por ende, su ascenso en el escalafón a un puesto de responsabilidad. Como puede verse el componente dinámico del Sistema Némesis tiene consecuencias fascinantes, y todo el complejo mundo de Sombras de Mordor se ve afectado por ello de una u otra forma, especialmente en cuanto a cómo se altera el rostro de la aventura tras cada restitución del protagonista.
Pero por ahora lo único que tenemos que tener claro es que nuestra aventura comienza cuando el guerrero muerto retorna a la vida unido a este espíritu de venganza. Los dos personajes están unidos por ese vínculo de odio y resquemor, y los dos comparten también un sentimiento de no entender nada de lo que está pasando y de no saber siquiera qué son exactamente. ¿Cómo se traduce esto en el videojuego? A efectos narrativos se consolida un argumento complejo y entramado en el que cada uno de los dos personajes tiene sus propias ideas y objetivos, aunque todavía no está muy claro cómo se va a reflejar esa parte en concreto en pantalla. Lo que sí sabemos es que, a efectos jugables, bastará con pulsar un sólo botón para cambiar entre el mundo físico y el mundo espiritual: muy similar a la representación cinematográfica que llevó a cabo Peter Jackson en las películas sobre El Señor de los Anillos para los momentos en los que Frodo llevaba el anillo puesto.
¿Para qué nos sirve el cambio? El número total de características para los que lo usaremos está todavía en el aire, aunque se intuyen innumerables funcionalidades de las que ya conocemos algunas desveladas por Monolith en un especial de la revista norteamericana Game Informer. Por ejemplo será de vital importancia a la hora de localizar objetivos, por ejemplo, puesto que habitando su peligroso universo paralelo seremos capaces de situar muchos puntos de interés como enemigos o interlocutores. Sin embargo también nos va a permitir un buen número de poderes con los que acabar con nuestros enemigos gracias a habilidades para dominarles o para acabar con ellos directamente entre muchas otras cosas. Acabar con ellos poseyendo a un bloque y ordenando un ataque puede ser una opción, aunque las otras variantes pueden darnos también las vertientes del combate más directo o incluso del sigilo en función de lo que más nos interese.
Elige tu Camino
Todo lo que podemos desear de un mundo abierto está presente en nuestro periplo por Mordor. Así pues todo lo que caracteriza en cuanto a misiones secundarias y principales, patrullas y todo tipo de objetivos de distinta clase estarán presentes. Por ejemplo en nuestro camino podremos decidir si centrarnos en todo lo que tiene que ver con el hilo principal o, por el contrario, explorar buscando secretos, acabando con asentamientos enemigos o tomando localizaciones por la fuerza. Lo genial es que todo está integrado con el Sistema Nemesis, y que la información en el mundo del juego no corre, vuela, así que será habitual encontrarse con viejos conocidos que, por poner el caso, tras vencernos fueron ascendidos a responsabilidades mayores o desplazados a otros destinos en los ejércitos enemigos; o incluso a gente que ha oído de nosotros puesto que matamos a algún conocido suyo y busca venganza.
Estos cambios suponen que nuestros adversarios obtienen experiencia y mejoras, puesto que son capaces de progresar también como nosotros. Hay soldados, capitanes, guardaespaldas, jefes de guerra y un largo etcétera de rangos a los que pertenecen, y todos tienen sus propias debilidades y fortalezas que deberemos explorar, descubrir y utilizar a nuestro favor, para sacar partido de este modo de toda esa información que tanto nos habrá costado conseguir, y que obtendremos de interrogatorios, investigaciones y un largo etcétera de mecánicas que están a nuestra disposición para profundizar.
Claro que, como decimos, nosotros también mejoramos. Para empezar contamos con puntos y habilidades que podemos ir incrementando gracias a la obtención de experiencia. Ganaremos XP por cada cosa que hagamos, aunque cada una tendrá su recompensa diferente en función de muchas variables. Si, por ejemplo, tenemos el objetivo de asesinar a un señor de la guerra y acabamos con él a la primera obtendremos una puntuación, sin embargo ésta se multiplicará si él escapa herido y, al mejorar por la experiencia del combate, volvemos a enfrentarnos con él más adelante convertido ya en un villano mucho más feroz, con menos vulnerabilidades y, por ende, con una mayor recompensa en forma de experiencia por su cabeza.
Los soldados y orcos de Sauron no serán la única amenaza a la que haremos frente, y es que también habrá otras muchas a las que hacer frente. Todas tendrán en común el hecho de que deberemos plantarles cara en solitario con un combate rápido y verdaderamente brutal, aunque también es cierto que habrá algunos secundarios que nos acompañarán en nuestras aventuras y que, pese a que aún no se conoce su identidad, sí se asegura que serán viejos conocidos. Los movimientos que podremos hacer irán incrementándose en número conforme avancemos en la aventura, y todo tiene un cierto regusto en cuanto a similitud con los esquemas de ritmo y manejo que hemos disfrutado en la serie Arkham de Batman. Contra-ataques, golpes de muy distinto tipo y tres tipos de armas distintas que podremos portar, y que servirán cada una de ellas para un propósito muy distinto: espada para el combate cercano, daga para el sigilo y arco para la distancia.
Es difícil no sentirse entusiasmado ante la futura llegada de La Tierra-Media: Sombras de Mordor. Parece, al menos desde la distancia, un título destinado a satisfacer a perfiles de aficionados muy diferentes ante su abrazo de géneros de lo más variado, pero con todos los usuarios teniendo en común su pasión por las grandes aventuras de acción con elementos novedosos y destinados a revolucionar el género.