FIFA 15 se enfrenta a su partido más decisivo, el que le podría convertir en el campeón de la nueva generación. Física más realista, nuevas animaciones, posibilidades de juego y una afición como nunca antes había acudido a un campo de fútbol. FIFA 15 encara portería con ganas de vencer.
La nueva cita de este año con el fútbol es, probablemente, una de las más importantes de la generación. Si el año pasado FIFA 14 tenía la importante tarea de renovar su motor gráfico para cumplir con las expectativas, este año el simulador futbolístico no puede conformarse simplemente con eso. En EA Sports son conscientes de ello y, por lo tanto, la edición de este año presenta un buen número de novedades tanto jugables como estéticas que a buen seguro no dejarán indiferente a nadie.
Podríamos dividir las novedades de FIFA 15 en tres apartados: las reacciones de los jugadores y los aficionados; el apartado técnico y los gráficos; y los nuevos ajustes jugables. El público ha sido uno de los aspectos que más ha cambiado en los últimos años. Hasta FIFA 14 no habíamos visto a un público creado totalmente en 3D, pero será con FIFA 15 donde realmente veremos la personalidad de cada una de las aficiones de los equipos. Cada afición se comporta de manera distinta, no sólo realizando distintos cánticos, sino con distintas formas de moverse, de hacer olas (como el famoso "postman" de la afición del Manchester City).
La propia presentación del juego también ha sufrido un gran cambio. A la mejora de los menús del edición del año pasado, se le suma ahora un mejor trabajo de repeticiones y de recopilaciones de grandes momentos. Sin duda, uno de los puntos que más necesitaban mejorar, ya que las repeticiones eran bastante carentes de ritmo y espectacularidad en ediciones anteriores. En FIFA 15 la música y los comentarios se ajustan perfectamente a los mejores momentos del partido, que están mejor capturados. Todo gana en ritmo, con un juego de cámaras lentas y rápidas que las hacen más emocionantes.
Saliendo a ganar
Las reacciones de los jugadores es uno de los cambios más importantes de esta edición. Si bien en pasadas entregas cuando metíamos un gol se celebraba con un máximo de dos jugadores, ahora, según las circunstancias del partido podrá celebrarse con todo el equipo, formando una de esas pirámides de jugadores en pleno campo. Además, tanto compañeros como rivales harán su propia valoración del partido; por ejemplo, si disparamos a puerta al principio del encuentro y fallamos, no tendrá las mismas repercusiones que si fallamos un claro gol al final de un partido decisivo. En este último ejemplo, los jugadores la tomarán más con nosotros, pudiendo llegar a ser más recelosos a la hora de confiarnos el balón.
Técnicamente, FIFA 14 supuso un buen salto gráfico gracias al nuevo motor Ignite que reproducía más fielmente los movimientos de los jugadores, así como la hierba del campo y la afición. Pero esta entrega es aún más impactante en el apartado técnico según hemos comprobado en nuestras primeras partidas con el juego. Lo más sorprendente es sin duda el propio césped y las deformidades que se producen en él a lo largo del partido, debido a la interacción con los jugadores. Además, la hierba es menos uniforme y presentamos imperfecciones dotándolo de un aspecto mucho más realista que en la edición del pasado año. Es un punto que descrito así puede parecer anecdótico, pero que no dejará indiferente a nadie una vez lo comprueben a pie de campo.
Como novedad importante en cuanto a plataformas, EA Sports ha escuchado a la comunidad de FIFA en PC, que siempre iba a la zaga cuando había grandes cambios en el juego, por lo que en esta edición la versión para compatibles será exactamente igual a la de PS4 y Xbox One, en vez de coger la base de la generación pasada.
Las animaciones también han sido muy mejoradas. Los puntos de anclaje de los hombros y los brazos, que son unos de los aspectos más difíciles de conseguir en animación, han sido muy mejorados. Se nota particularmente en los porteros a la hora de estirar los brazos hacia arriba, que ahora se realiza de forma mucho más natural. El propio aspecto de los jugadores está también mejorado gracias sobre todo al gran trabajo de iluminación que se ha realizado. De nuevo, la iluminación es uno de esos aspectos de la nueva generación que más cambia el conjunto global de un título, llegando a asemejarse más que nunca a un partido retransmitido por televisión.
El sistema de físicas también es una de las grandes novedades. No sólo del esférico, que sigue mejorando de manera muy notoria, sobre todo al alterar su trayectoria, sino también al interactuar con elementos del campo como el banderín del córner o la portería. Al estallar el balón contra el larguero podremos apreciar cómo vibra el poste de una forma muy realista.
La inteligencia artificial también cuenta con un gran nivel. No sólo nos referimos a la de los contrincantes, sino también a la de los compañeros que ahora tienen objetivos concretos y saben perfectamente cuándo se tiene que atacar y cuándo defender. Por ejemplo, si el partido está perdido todos los jugadores se lanzarán a la ofensiva de una manera muy agresiva. En cambio, si el marcador no se favorable y tenemos que defender como sea, todos los jugadores se quedarán en el campo intentando evitar cualquier hueco en la defensa. Los desmarques están también mucho más pronunciados, haciendo que los jugadores creen más ocasiones de gol, intenten robar el balón según la situación y en general entendiendo mejor el contexto del partido.
En cuanto al control, los cambios siguen en la misma línea que FIFA 14, pero intentando ganar mucha más respuesta de los comandos realizados por el jugador. Es una evolución de la mecánica "Momentum", que nos castigaba si machacábamos demasiado el botón y favorecía el momento apropiado a la hora de meter el pie o disparar. Del mismo modo, el propio movimiento del jugador se ha mejorado, sobre todo a la hora de darse la vuelta, girando más rápido sin perder tiempo en la transición de la animación.
Cada jugador seguirá teniendo movimientos propios y se controlará de manera correspondiente. Por ejemplo, si un jugador es muy zurdo irá dando pequeños toques con el balón siempre con este pie utilizando mucho menos el pie derecho, afectando a la forma de llevar el balón a la portería de manera veloz y en los regates. Igual ocurre con los pases, que se controlan mucho mejor en los pases a primer toque. Quizá, este pequeño cambio será uno de los que más pueden afectar a las tácticas de los jugadores, que por norma general preferían subir el balón con un jugador debido a la peligrosidad del pase al primer toque. Con las nuevas animaciones, físicas y control de los jugadores, este tipo de jugadas son mucho más eficaces.
Las primeras impresiones con FIFA 15 nos han dejado bastante sorprendidos. Los cambios son suficientemente importantes tanto a nivel gráfico como de mecánicas para notar que esta edición no es una más. Como siempre, al principio puede llegar a costar ajustarse a los pequeños cambios, pero no hay duda de que la edición de este año presentará la gran base de lo que será el fútbol de nueva generación. FIFA 14 fue una gran entrega, pero es FIFA 15, ya dentro de la nueva generación, la que tiene la titánica tarea de convencer al aficionado de que la saga sigue por el buen camino. Por lo visto hasta el momento, la salud del fútbol de EA Sports queda fuera de toda duda.