Sin hacer demasiado ruido, Endless Ocean surca los mares para plantarse en territorio PAL a principios de noviembre. Tras haber permitido a los japoneses explorar las maravillas de la naturaleza escondidas bajo el agua, la innovadora obra de Arika promete encumbrar a esta modesta compañía hacia la fama con un videojuego contemplativo, tranquilizante y que haría que el mismísimo Jacques Cousteau sujetara un wiimote. La obra revelación de este año no estará protagonizada por Mario o Samus Aran, sino por un buzo inmerso en un enternecedor canto a la naturaleza.
Estamos muy mal acostumbrados a que los mejores juegos siempre procedan de grandes compañías: Nintendo, Konami, Microsoft, Namco Bandai... Sin embargo, de vez en cuando surge alguna pequeña desarrolladora que da la sorpresa. Es el caso de Arika, empresa japonesa formada por antiguos miembros de Capcom que de entre algún que otro Street Fighter, Megaman o Tetris ha logrado sacar una perla llamada Forever Blue. Un título destinado a replantearnos la idea de que juegos que rompen con todo lo establecido todavía tienen el derecho de triunfar.
Avalado por la crítica japonesa, concretamente por la prestigiosa revista Famitsu, Forever Blue (o Endless Ocean para los estadounidenses y nosotros, los europeos) es un título exclusivo para Wii que nos pondrá en la piel de un experto submarinista que emulará al mismísimo Jacques Cousteau. A nuestra disposición, un vasto territorio por explorar que, aunque ficticio, contendrá las más variadas especies acuáticas: desde pequeños peces que nadarán en bancos perfectamente organizados, hasta delfines, ballenas e incluso temibles tiburones.
Un canto a la naturaleza
No obstante, nadie debería esperar de este videojuego una trama complicada, persecuciones, violencia o acción a raudales. Endless Ocean es más bien un canto a la naturaleza y a la belleza e inmensidad del mundo submarino, capaz de mantenernos horas y horas atrapados por descubrir qué es lo que se esconde en las profundidades oceánicas. Una experiencia relajante, tierna y muy cultivadora, puesto que no sólo bucearemos, sino que también descubriremos secretos sobre todas las especies acuáticas que nos encontremos por el camino.
Para ello, usaremos siempre el wiimote que, sin necesidad de nunchuk, habilitará todas las acciones necesarias para desplazarnos por un océano casi sin fin. Para empezar, un punto azul muy discreto nos permitirá dirigir a nuestro buzo, mientras que los botones B y A se usarán, uno para poner en marcha nuestras aletas y otro para interactuar con el medio. Esta interacción se basará en apuntar a los animales con que nos topemos, acto en el que la cámara automáticamente hará un seguimiento del mismo para que podamos tocarlo o acariciarlo más detenidamente, recibiendo como recompensa algo de información sobre la especie, la cual podremos consultar in situ.
Contemplando el azul del mar
Todo discurrirá desde una perspectiva en tercera persona (aunque con opción de seguir la acción desde la primera) donde apreciaremos en todo momento los cuidados y suaves movimientos de un buzo capaz de realizar alguna que otra pirueta en el agua que haga sombra, aunque sea un poco, al extremado mimo puesto en las animaciones de cada una de las especies. Unas especies y un entorno que se fusionan con el azul imponente de un mar que variará su tonalidad dependiendo de la etapa del día, dejándonos ver la preciosidad de efectos como los rayos de luz que atraviesan el océano hasta llegar a reflejarse en nuestro traje.
La creación de Arika es una experiencia altamente contemplativa, pero no por ello menos interactiva. El título nos invitará a cumplir determinadas misiones de manos de una consejera que nos sugerirá los mejores emplazamientos y modos de proceder para que nuestros paseos por los fondos marinos sean de lo más gratificante. Pero no sólo para nosotros, sino también para aquellos que quieran unirse al deleite que supone ver y escuchar a delfines en su hábitat natural. Estas personas bien podrán ser NPC (Non Playable Characters) que se sumen a una zambullida en el agua en busca del mejor trayecto guiado de su vida, pero también pudiera ser que se tratase de amigos físicos que, desde sus casas y con una copia del juego, nos pidan un viaje en compañía por el mar.
La exploración continúa en la superficie
Aunque la mayor parte de la acción de Endless Ocean discurra bajo las aguas, bien es cierto que un submarinista no es nadie sin un buen barco que le lleve de un lado a otro. Por eso, en el videojuego contaremos con un navío que, a medida que avance nuestra exploración, irá desbloqueando más y más opciones, desde poner canciones MP3 personalizadas a nuestras exploraciones (a través de una tarjeta SD) hasta controlar el punto en que anclaremos nuestro medio de transporte. Esta última tarea será muy sencilla y, a la vez, muy importante, ya que el buceo estará limitado a un rango que tiene como centro a nuestro barco.
En efecto, no conviene alejarse mucho de este punto de referencia sabiendo que nuestra bombona de oxígeno tiene una capacidad limitada pero suficiente como para estar minutos y minutos entre las algas y peces sin necesidad de que subamos a la superficie constantemente. No obstante, si esto ocurriera, la diversión no tendría necesariamente que terminar. Arriba también habrá muchas cosas que hacer, como entrenar a un delfín, jugar con un pingüino o contemplar los movimientos de una foca que ha ido a parar a la cubierta de nuestro barco. La fauna no empieza una vez que nos metamos en el agua, sino que estaremos continuamente en contacto con ella.
La belleza del océano es posible en Wii
Si por alguna razón nos cansáramos de bucear, de comprobar nuestro correo o de cambiar nuestro traje por otro más llamativo (que hará incluso que algunos peces nos sigan), tendremos una tumbona sobre la que recostarnos y contemplar un paisaje muy dinámico y en constante evolución gracias a unos efectos de luz que cambiarán con el transcurrir de cada segundo. En Endless Ocean podremos comenzar nuestro viaje por el agua al amanecer y no darnos cuenta de que ya está cayendo el Sol cuando se nos ocurra subir a la superficie.
En ese aspecto, tanto las luces como las sombras son sorprendentes, al igual que las partículas en suspensión una vez sumergidos en las aguas del conocido como Mar Manaurai. Resulta ciertamente difícil creer que este videojuego goce de tal calidad de texturas en Wii. Las especies son completamente reales y la vegetación marina parece simplemente tener vida propia, ya que se mueve en diferentes direcciones con las corrientes de agua. Es, sin duda, un espectáculo visual por el que hay que dedicar un gran aplauso a Arika, la cual ha conseguido dar una bofetada a aquellos que pensaban que la Wii no podía dar más de sí.
Océano sin fin
Nos encontramos ante uno de los videojuegos más bellos para la plataforma, pudiendo ser situado, perfectamente, como el título gráficamente más ambicioso dentro de los lanzamientos a corto plazo que espera la consola de sobremesa de Nintendo (si es que no tenemos en cuenta a Metroid Prime 3: Corruption). Pero hay más. Endless Ocean no se contenta con darnos un apartado gráfico soberbio, ya que también ha pagado por que una voz angelical de 20 años, Hayley Westenra, deje que algunas de sus mejores canciones nos acompañen en nuestros descensos a las profundidades del océano.
Podemos aseguraros que ha sido un rotundo acierto. La voz tranquilizante de la neozelandesa es como un elixir relajante que conecta perfectamente con la intención de este videojuego: deleitarnos con la belleza de la naturaleza. Una naturaleza que Arika ha sabido aprovechar para crear un título por el que probablemente pasará a la historia. Ahora sólo queda esperar a que nos llegue al castellano. Será algo más de un mes de espera hasta que se nos presente en las tiendas el 9 de noviembre, pero ya podéis ir preparando las aletas y vuestra bombona de oxígeno. Más bien esto último, porque un título así es capaz de dejarnos sin respiración.