En 2014 comenzamos a oír hablar sobre Firewatch y, como si de una novela de misterio se tratara, el panorama era de lo más sugerente, y eso que apenas sabíamos de él. En él encarnamos al observador de un bosque que debe resolver un fascinante misterio en el que destaca la potente narrativa y el increíble estilo artístico. ¿Resultado? Otro indie más a seguir.
Te ponemos en antecedentes. Firewatch lo crean veteranos de Telltale, 2K Marin o Klei Entertainment... No está mal como comienzo, ¿no? Seguro que así hemos empezado a capturar tu atención. ¿Qué pasa ahora si te contamos que es un videojuego que roza lo indescriptible? Tu interés aumenta. Ahora tira de imaginación. Eres un vigilante que previene incendios forestales en Wyoming y, basándose en la exploración y el misterio, los chicos de Camposanto quieren construir a su alrededor una fenomenal historia de suspense donde, como suele decirse, nada es lo que parece.
Es un videojuego indie, eso está claro, y también es uno de lo más atípico. Uno muy grande en cuanto al terreno que tenemos que explorar y uno que, además, lleva también excepcionalmente lejos las cotas de libertad narrativa que sólo los estudios que no trabajan tan directamente para terceros pueden permitirse. En un universo del entretenimiento interactivo donde los estudios independientes cada vez tienen más peso, este vigilante fuertecito, casado y poco en forma parece encaminado a darnos otra gran alegría. No seremos nosotros quienes le paren los pies.
¿Quién Vigila al Vigilante?
Ya te hemos dado unas pinceladas sobre de qué va Firewatch, pero ahora toca profundizar. En el videojuego somos Henry, un héroe de lo más atípico. El contexto que el juego nos va a dar sobre él es muy reducido porque Camposanto quiere que seamos nosotros los que desentrañemos su historia, uno de los grandes misterios del programa. Ahí se nos cuenta que el matrimonio del héroe se ha hundido, no sabemos si está divorciado o separado puesto que lo primero que llama la atención de sus manos es que todavía porta el anillo de casado, y que ha caído en el alcohol... Lo que le ha traído algunos problemas en los que no vamos a entrar pero que han acabado desembocando en su figura en un lugar tan poco habitual como éste.
El motivo tiene que ver con que sufre una fuerte crisis por todo ello, y en un ejercicio de toma de perspectiva, decide marcharse de Colorado a Wyoming y aceptar ahí un poco lucrativo puesto de vigilante forestal. Su misión es únicamente la de otear los bosques que le rodean desde un puesto de vigilancia sobre una torre, y avisar en caso de que se produzcan incendios. Ahí, y con una inmersiva perspectiva en primera persona, comienza todo. "El juego va sobre los detalles", explica el director creativo del título al magazín norteamericano GameInformer. "Sólo la mitad de la historia se cuenta a través del diálogo".
Tendremos, por lo tanto, que ser muy observadores y estar al tanto de cada detalle. Lo primero en lo que nos vamos a fijar es en que Henry no está precisamente en forma... brazos y piernas lejos de estar musculados y un aspecto general del cuerpo que podemos ver desde la perspectiva subjetiva, nos invita a pensar que no es el clásico héroe. Pero, si sólo el 50% de lo que se nos cuenta lo vamos a descubrir conversando, ¿con quién vamos a hablar en este lugar tan solitario? Delilah (sí, sí... como la canción) será nuestra compañera de andanzas, pero no caminando a nuestro lado sino comunicándose con nosotros desde el puesto de mando central a través de la radio que portamos.
Ella va a ser nuestra única compañía y la luz en la oscuridad, convirtiéndose rápidamente en confidente y teniendo con el protagonista una química especial que les hace protagonizar muchos momentos humorísticos con los que el estudio quiere trabajar el clásico efecto del alivio cómico. Lo mejor de todo es que las opciones para conversar con ella están en nuestra mano, y que incluso a menudo podemos escoger entre contarle la verdad o mentirle entre otras muchas opciones... Todo ello acabará desarrollado la relación entre ambos de muy distinta forma en función de las decisiones que vayamos asumiendo.
Las influencias de los creadores de Gone Home, los chicos de The Fullbright Company, son una constante y su propio guionista lo reconoce en entrevistas como la protagonizada por el escritor en la mencionada revista. Sin embargo también mencionan el estupendo thriller de suspense Zodiac, firmado por David Fincher, o incluso la serie de TV The Walking Dead que, según sus responsables, les ha ayudado mucho a comprender que el público está atento a cualquier detalle de una relación entre personajes, por nimio que pudiera parecer, y pidiendo siempre una coherencia extrema. Ese sentido de continuidad es algo que han tenido muy en cuenta y que tiene una complejidad máxima teniendo en cuenta los hechos que van a acaecer en Firewatch.
De hecho en el videojuego todo comienza en el primer día de trabajo de Henry, pero rápidamente da fuertes saltos en el tiempo para abarcar más días y poder comprobar así cómo evoluciona todo. Con este banderazo de salida a nivel conceptual y narrativo tan prometedor, no hace falta que digamos lo relevante que puede llegar a ser el lanzamiento que nos ocupa para el panorama indie. Si logra completar todas sus metas, sin duda, puede que nos encontremos con algo revolucionario y, si no consigue lograr tan ambiciosos objetivos, está claro que al menos habremos logrado pasar un buen rato en un entorno de lo extraño y prometedor. Y, además, ya lo advertimos: Sus responsables lo etiquetan como "muy difícil... muy desafiante". El reto parece, por lo tanto, estar servido.