Su primer contenido in-game ha sido una de las sensaciones del E3 2014, como no podía ser de otro modo, y ya lo hemos jugado en la feria norteamericana. ¿Quieres saber cómo se siente uno a los mandos de Arno Dorian? La Revolución Francesa abre sus majestuosas puertas con Assassin's Creed: Unity, y nosotros te contamos qué pinta tiene.
Tras un Assassin's Creed IV: Black Flag que dejó muy buenas sensaciones, la tarea que Ubisoft tenía por delante de cara a la nueva generación no había hecho más que comenzar. Unity es un proyecto que viene de largo, concretamente, se lleva trabajando en él desde La Hermandad con el equipo más puntero, y por lo que hemos podido ver y jugar en el E3, no está decepcionando. Si bien la saga tenía que actualizarse, sobre todo a nivel de mecánicas, pulir más las animaciones y volver a hacer más ágil todo su sistema de parkour, Unity logra que te sientas como la primera vez que jugaste cuando recorres los tejados de París.
La Revolución Francesa era uno de los contextos históricos que más se demandaban, y Ubisoft lo está tratando con todo lujo de detalles. No sólo en la ambientación, con las calles repletas de gente y esa evolución del motor gráfico que entra por los ojos gracias a una iluminación espectacular y un estupendo trabajo de texturas, sino por la forma en la que se ha afrontado el marco temporal. Más que nunca, Assassin's Creed es una ventana a otro tiempo, una ventana que no juzga ni intenta idealizar un periodo muy cruel donde las decapitaciones bajo la guillotina están a la orden del día. Sorprende pasear por sus calles y ver los severos castigos que se aplican y cómo los ciudadanos casi lo ven cómo algo normal, demandando sangre y justicia.
¡Viva la Revolución!
Aún queda mucho por saber sobre la historia y el papel que jugarán los asesinos en su eterna lucha contra los templarios, pero podemos asegurar que estamos ante el Assassin's más visceral de todas las entregas. Se nota también en los combates, mucho más dinámicos que nos muestran unas ejecuciones tan violentas como espectaculares. Se ha puesto mucho empeño en este apartado, pero la estrella son sin duda las mecánicas de sigilo, algo que se echaba mucho de menos y que luce en todo su esplendor. Ahora con LB o L1 podremos agacharnos y ocultarnos tras coberturas para afrontar cada situación desde muchos ángulos, sin la necesidad constante de tener que buscar unos matorrales o algo parecido para poder permanecer ocultos.
En nuestro paseo por esta París de finales del siglo XVIII seguiremos encontrando edificios emblemáticos, como la catedral de Notre Damme, recreada con todo lujo de detalles, y eso que según los desarrolladores nos aseguraron que todavía no estaba acabada. El mimo por cada calle de la ciudad francesa se ha logrado centrando mucho el juego en esta capital. Posiblemente, será el Assassin's Creed con menos localizaciones, porque se ha querido recrear cada rincón de París con el máximo cuidado; sin embargo, se ha confirmado Versalles como otra localización jugable que añadirá algo más de variedad al conjunto. Hay que tener en cuenta, además, que ahora muchos de los edificios están recreados también en interiores, y podemos entrar a todos ellos para descubrir secretos, encontrar cofres, contratar a los diferentes grupos que nos ayudan o conseguir misiones secundarias.
Poco se sabe de la era moderna, que siempre suele ser la mayor incógnita de la saga hasta el último momento, pero ya nos han confirmado que seguirá bastante la estela de Black Flag, con un personaje en primera persona que intentará representarnos a nosotros mismos mucho más que la anterior entrega, algo que gustó a la mayor parte de los jugadores, iniciando posiblemente un nuevo arco argumental en los futuros títulos.
Se están retocando mecánicas que han sido pilares desde los primeros Assassin's Creed. El sistema de misiones es uno de los más beneficiados en este aspecto. Ahora no tendremos que realizar una misión nada más encontrarla, sino que podremos añadirla a la lista de tareas como suele ocurrir en los juegos de rol para poder cumplirla en cualquier momento, creando mejor ritmo a la hora de recorrer el mapa del juego.
Unity ha logrado cumplir con nuestras expectativas. La versión que pudimos probar funcionaba en un PC y presentaba el mismo apartado técnico que se podía ver en los trailers. Se apunta a una resolución de 1080p tanto para Xbox One como para PS4 según nos comentaban los desarrolladores, aunque todavía no podemos confirmarlo con total certeza. Lo que sí destaca ya en esta versión temprana es el potente motor que es capaz de mover con soltura una cantidad inmensa de NPCs con más vida propia que nunca, mientras que en los más desiertos tejados podemos notar la fidelidad del París virtual con el real que no deja de sorprender en ningún momento.
Una de las grandes bazas de Unity será el multijugador cooperativo. Hasta cuatro jugadores podrán recorrer juntos la ciudad, no sólo en las misiones, sino también en los momentos más relajados cuando estemos recorriendo París, únicamente invitándoles a la partida. Pese a que algunas misiones serán exclusivas para multijugador, la mayoría de ellas podrán jugarse tanto solo como cooperativo. Preguntando al equipo cómo se ha equilibrado la dificultad con la diferencia de número de personajes, éste nos ha asegurado que se está trabajando en ello, pero que algunas de ellas serán un verdadero desafío si se juega con un solo jugador. Evidentemente, el equipo de Ubisoft Montreal no se ha olvidado de todos aquellos que quieran seguir disfrutando de la experiencia Assassin's Creed en solitario, por lo que si deseas jugar en esta modalidad la historia y las misiones se ajustarán perfectamente a ella.
En la piel del asesino
Unity ha sido más que sorprendente. La longevidad de la saga y tantos títulos a su espalda no nos atemoriza al afirmar que es uno de los mejores juegos presentados en el E3 2014 y que mejor sabor de boca nos ha dejado hasta el momento. Tanto verlo como jugarlo ha sido una delicia. Si esto sigue así, con la misma calidad y espectacularidad, esperamos tener Assassin's Creed muchos más años.
Cuando vi Unity en la conferencia de Microsoft quedé asombrado. Cuando lo volví a ver de nuevo en la conferencia de la propia Ubisoft comprobé que no había sido un espejismo. Pero cuando por fin pude probarlo, tener el mando en las manos y moverme por esta revolución francesa, me di cuenta que este no es un Assassin's más. Con Black Flag ya empecé a notar algunas mecánicas de la saga algo obsoletas y Unity vuelve a recuperar la frescura de moverte entre tejados ágilmente como un asesino letal. El trabajo hecho con las texturas y la iluminación es espectacular y os prometo que no se cortan un pelo a la hora de ser más sangrientos que nunca. Por unos minutos, Unity me pareció una máquina del tiempo a una época por la que siempre he sentido una profunda curiosidad, que trata sin juicios ni prejuicios. Estoy deseando volver a ir a París. Sin prisas. Sin colas. Solo yo y mi antepasado.