¿Turismos, competiciones de resistencia, monoplazas, drifting o carreras de deportivos? Si te es difícil dar una respuesta sobre cual es tu disciplina favorita, te interesa mucho lo que propone GRID Autosport. Codemasters nos plantean un videojuego multidisciplinar que además evoluciona varios aspectos dentro de su popular franquicia. Subimos revoluciones para probar su propuesta.
Pocas veces ocurre que un videojuego se anuncie apenas un par de meses antes de que salga a la venta. Y cuando sucede, siempre afloran dudas… más si se trata de una licencia consagrada. No obstante, después de probar lo que nos ofrece GRID: Autosport es necesario despojarse de cualquier tipo de prejuicios. Lo nuevo de Codemasters se presenta como otro gran exponente del género de la conducción, y eso a pesar de que no experimente un salto a la nueva generación de consolas.
El título está destinado a Xbox 360, PlayStation 3 y PC, siendo esta última versión la que el estudio responsable nos ha permitido probar más en profundidad. Si recordamos, ya os avanzamos las características principales del título, un arcade de carreras que destaca por darnos hasta cinco estilos de conducción dentro del mismo producto. Una apuesta por la variedad y, como siempre, por la calidad del estudio, auténticos expertos en el género.
La presencia de un modo trayectoria, mejoras en términos de inteligencia artificial, 22 localizaciones, cerca de un centenar de trazados y un apartado multijugador con hasta pantalla partida fueron los titulares por aquel entonces. Ahora hay uno más: no nos encontramos ante un título menor, no se trata de una excusa para aprovechar el efecto GRID. Se nota que los desarrolladores se han esforzado para ofrecernos algo más, un derroche de dedicación que obviamente recicla mucho de lo que vimos en el más reciente pasado (incluyendo circuitos), pero sin olvidarse de inyectar una dosis de novedad y pulido muy importante. ¡Arrancamos!
Calidad Codemasters
Uno de los aspectos que llaman la atención nada más ejecutar el programa es la extraordinaria presentación de menús y opciones de juego, tendiendo al minimalismo como en pasadas entregas de la serie. La banda sonora que nos acompaña es, además, de todo menos genérica, denotando renovadas intenciones por hacer que cada parte del videojuego sea especial. No hay nada dejado al azar, mucho menos cuando nos sentamos en el habitáculo para comenzar a correr.
No pasa de hecho mucho tiempo hasta que esto sucede. Los británicos saben de sobra el tipo de público que tienen. No les gusta esperar, y por eso nos meten en el coche colocándonos en la parrilla de salida no sin antes dejarnos claro que corremos para un equipo. En esto consiste el modo trayectoria. Trabajamos para ganar puntos, para llevar a nuestra marca a la gloria sin que ello impida que saltemos de forma vertiginosa entre escuderías dependiendo de lo bien que se nos dé llamar su atención.
Ya se sabe, a más victorias, mayores posibilidades para evolucionar. Cada marca nos propone unos objetivos, y nosotros elegiremos en función de lo capacitados que nos encontremos. Nuestro compañero será el primero a batir, como ya ocurría en los títulos de F1, sólo que aquí se incluye la interesante opción de darle órdenes en carrera (defender posición, apretar, atacar para adelantar…). En nuestro caso lo utilizamos una vez para que bajara el ritmo y así hacer más fácil el adelantamiento, así que puede resultar interesante en según qué situaciones de carrera. Algo novedoso en definitiva, pero que deberemos probar más en profundidad para comprobar su utilidad real.
Premio a los mejores pilotos
Ya que hablamos de la experiencia de conducción, conviene dejar claro que nos encontramos más ante un arcade que un simulador. Eso sí, hay una horquilla de configuración bastante amplia. Es posible activar o desactivar los ya famosos "flashbacks", así como escoger el tipo de transmisión (manual o automática) o quitar las ayudas de tracción y ABS, entre otros. Nada nuevo bajo el sol, salvo que ahora se nos incentiva con puntos XP (de experiencia) dependiendo de lo valientes que seamos al despojarnos de estas asistencias.
Se premia al jugador más inclinado a la simulación mientras que no se pone una barrera infranqueable para los usuarios más inexpertos. Nos parece una sabia decisión, yendo la idea al punto de que si quitamos la ayuda de trazada o incluso el HUD (interfaz) también se nos da mayor puntuación. Hasta se bendice a los conductores que optan por el uso exclusivo de la cámara interna, incorporada en esta obra con unos resultados muy sobresalientes, bastante por encima de lo que estamos acostumbrados.
No os esperéis sin embargo un nivel de detalle elevado en los salpicaderos. De hecho, se aplica un efecto borroso sobre la cabina interna para disimular las imperfecciones. Pero a lo que nosotros nos importa es que la conducción desde esta vista es precisa y gratificante en la respuesta a los mandos, no siendo la típica que probamos unos segundos para después olvidarnos de ella completamente. En Codemasters han debido pensar que es hora de acabar con ese pequeño porcentaje de jugadores que rara vez se queda con esta cámara. En GRID Autosport se nos incentiva a usarla tanto por medio de puntos como a través de la propia experiencia de juego, lo cual es una grata noticia.
El secreto está en los detalles
Hay muchos aspectos que merecen ser destacados en nuestras impresiones, y uno de ellos tiene que ver de forma irremediable con la IA de los pilotos rivales. Si bien no supone una revolución, y su comportamiento en pista convierte a veces la competición en un baile de "coches de choque", sí que se ve que cometen errores, que nos cierran, que luchan por la posición y que, en definitiva, no sufren del síndrome de fila india que hemos padecido en tantos y tantos exponentes del género. El estudio asegura que todavía se trabaja en este aspecto, pero por el momento nos gusta lo que se está consiguiendo.
Luego contamos con el importante factor de que se nos penaliza a la mínima que intentemos saltarnos las curvas (existen unas líneas bastante visibles que ponen límites al trazado). Pero si nos tenemos que quedar con uno de los detalles que más nos han convencido, es que apretando las distintas direcciones de la cruceta nuestro ingeniero nos dará información a viva voz sobre el estado del coche, la posición de nuestro compañero y -atención a esto porque es una gran ayuda- los segundos a los que está el piloto inmediatamente por delante a nosotros.
Información relevante que se complementa con una sensación de velocidad muy conseguida, algo marca de la casa Codemasters. Ligeros vaivenes en las cámaras y un cúmulo de efectos discretos pero muy acertados hacen que la experiencia sobre la pista resulte vertiginosa, sea cual sea la vista desde la que estemos siguiendo la trazada durante las carreras. Esto, unido a la iluminación, la presencia de recorridos nocturnos y el mismo motor gráfico de siempre, pero muy competente, generan un resultado más que notable.
Variedad sobre ruedas
Las numerosas mejoras introducidas hacen obvia la participación de la comunidad, que ha sido vital, así como de los expertos de la revista inglesa Autosport. Tal vez a ellos le debamos la gran novedad de este GRID: la presencia de varias disciplinas. Esto otorga una importante dosis de variedad al conjunto, con carreras de turismos (Touring), de resistencia (Endurance), de monoplazas (Open Wheel), de tuning (Tuner) y de deportivos (Street).
Lo mejor es que se dividen por temporadas, y podemos saltar entre ellas cómo y cuando lo deseemos. ¿Quieres centrarte en turismos hasta el final y luego cambiar? Es posible. ¿Prefieres hacer temporadas salteadas? También existe la opción. El jugador tiene la última palabra, y este es uno de los factores que hacen tan atractivo a GRID Autosport como videojuego de conducción, ya que cada disciplina posee alguna característica diferenciadora que la hace única.
Los turismos suponen una vertiente que exige conductores equilibrados, capaces de tomar curvas con precisión y de realizar adelantamientos continuos. Los eventos de resistencia versan sobre la concentración en pista y el gasto de neumáticos, siendo nuestro objetivo acabar en la mejor posición antes de que se agote el tiempo. Las carreras de monoplazas dan mucha importancia a realizar adelantamientos limpios, usar el rebufo y tener cuidado con no soltar demasiado gas en las curvas debido al delicado control de estos vehículos. Cada disciplina goza de sus propias exigencias en términos de manejo, así que hay que tener cuidado.
Seguramente, la vertiente de tuning sea la que más se aleje del resto, con contrarrelojes que nos proponen controlar la técnica del "drifting" para sumar puntos mientras marcamos los mejores tiempos. Por último, las competiciones con deportivos podríamos decir que son las más físicas del conjunto, de mayor contacto, con escenarios como las calles de San Francisco o las carreteras de Barcelona. Sin duda, la monotonía está descartada en una progresión que adicionalmente se promete duradera, con muchas temporadas por completar antes de llegar a los campeonatos GRID, que nos queda aún por conocer en qué consisten.
Es esta una de las pocas incógnitas que nos quedan por esclarecer, unida al factor multijugador, con pantalla partida para dos usuarios pero que todavía desconocemos cuán lejos llegará en el terreno online. Por el momento se ha confirmado que tendremos la oportunidad de organizar nuestros propios clubes (con sistema de experiencia y progresión incluidos), pero su alcance no lo podremos determinar hasta que el juego esté a la venta, allá hacia finales del mes próximo.
Nos ha gustado todo lo que hemos visto de GRID Autosport. No es una revolución, aunque sí una interesante evolución de la franquicia. La presencia de varias opciones de juego, su acertado espíritu arcade con toques de simulación, la sensación de velocidad, su prometedor online… y por encima de todo la calidad que Codemasters imprime a cada una de sus producciones. El próximo 27 de junio comprobaremos si su cilindrada es digna de la serie a la que representa, pero por el momento parte con una buena posición en parrilla.