Primero llegó el estadio, luego el coliseo y ahora... la “revolución”. Por primera vez en una consola de sobremesa, los pokémon se preparan para hacer un tour por el mundo gracias a la conexión Wi-Fi de Nintendo. Se acabaron las monótonas luchas contra la máquina. Personaliza a tu entrenador, crea tu pase de batalla y disponte a enfrentarte a los entrenadores más poderosos del mundo. ¿Estás preparado para un reto así?
Ver a los pequeños pokémon luchando en unas completas tres dimensiones y en la pantalla grande fue todo un regalo en el año 2000 para la muchedumbre de europeos aficionados a estos simpáticos seres salidos de la mente de Satoshi Tajiri. Una Nintendo 64 y un cartucho de "Pokémon Stadium" eran suficientes por aquel entonces para dar el salto de la portátil monocroma a la consola de sobremesa, ofreciéndonos batallas que ganaban en colorido, espectacularidad, volumen y, sobre todo, en la capacidad de poder traspasar nuestros queridos pocket monsters desde la Game Boy a la máquina de 64 bits.
Con un cierto aroma a RPG, el título no se perdió en el olvido, recibiendo los usuarios de Gamecube la que sería su secuela: "Pokémon Colosseum", un título que finalmente nos llevaría a otra versión, esta vez para la consola de Wii, la cual tiene el honor de estrenar a los domesticables seres en el último hardware de los de Kyoto. Desarrollado por los mismos japoneses que dieron lugar a "Pokémon Colosseum" o "Pokémon XD", Genius Sonority ha sido también la encargada de hacer que este videojuego sea el primero en aprovechar la conexión Wi-Fi de Nintendo en Japón y EEUU.
Un nuevo Pokémon, una nueva responsabilidad
Sin duda alguna, la compañía ha aceptado una gran responsabilidad que, en este caso en particular, no ha gustado excesivamente a la crítica norteamericana. Como justificación de su disgusto, esgrimen que esta nueva obra se nos presenta como vacía en contenidos, sin todos los extras que incluyó en su día "Pokémon Stadium": minijuegos, capacidad de jugar a los cartuchos "Pokémon Rojo", Pokémon Azul" y "Pokémon Amarillo" en la pantalla grande... además de que no se piensa en aquellos que no tengan todavía las dos nuevas tarjetas de Pokémon para Nintendo DS.
Aún así, y a pesar de que es obvio sentir que el título cuenta con carencias, los incondicionales de la serie apreciarán en este juego un apetitoso manjar repleto de colorido, ataques detallados y efectos gráficos (como es el caso del "blur" y del "bloom lighting") nunca antes vistos en la franquicia. Además, si a esto sumamos que la mayor parte de los que comprarán este videojuego ya tendrán en sus manos el "Pokémon Diamante" y "Pokémon Perla", entonces ya debemos pensar que será muy difícil que a muchos se les escape adquirir un videojuego que les permita jugar con los pokémon que transfieran a la consola blanca de Nintendo.
Entrenador, ¡identifíquese!
"Pokémon Battle Revolution" se compone de varios modos de juego. Uno de los primeros que podremos apreciar será el Modo Batalla Coliseo, donde nuestro objetivo, en el rol de un entrenador, será el de convertirnos en lo mejorcito de la isla Pokétopia, un parque temático dedicado a los pokémon donde tendremos la posibilidad de luchar en cerca de diez coliseos diferentes, cada uno con unos diseños, reglas, características particulares y líderes a vencer. De hecho, de eso trata este modo, de derrotar a todos los entrenadores que nos encontremos en nuestro camino para abrir nuevos retos que superar.
Unos retos que, adicionalmente, nos proporcionarán puntos con los que personalizar nuestro entrenador. A estos efectos, existirá el denominado "pase de batalla", una especie de “DNI Pokémon” con el que identificarnos de cara a los demás entrenadores. Aparte de mostrar información básica acerca de nuestros pokémon favoritos, cada una de estas tarjetas podrá tener un fondo y unos entrenadores completamente modificables, en el sentido de que podremos cambiar tanto el color del pase como la apariencia de nuestro personaje: color de piel, pelo, ropa... así como añadir algún complemento en forma de gafas o de alguna gorra a juego.
Diamante y Perla mejorarán tu pase
Los pases tienen una especial relevancia en el título. Tanto es así que si no tenemos pokémon que transferir desde las tarjetas de "Pokémon Diamante" o "Pokémon Perla", entonces poco podremos hacer para poseer un pase que nos dé ciertas garantías de éxito durante la batalla. El motivo está en que si no contamos con pokémon que subir a nuestra Wii, entonces recibiremos un pase "de alquiler", bastante limitado y sin grandes posibilidades de personalización. En cualquier caso, y a pesar de las deficiencias, la idea de los pases parece buena y no nos importaría que en futuros títulos se volviera a implementar.
Además, nos permitirá identificarnos en las batallas que libremos en el Modo de Batalla Wi-Fi, opción que nos presentará a entrenadores de todo el mundo contra los que luchar. Podremos retar a un conocido si es que tenemos su código de amigo, pero si no... ¡no hay problema! La conexión Wi-Fi de Nintendo nos pondrá en contacto con un rival aleatorio. Por otro lado, si lo que preferimos es vernos las caras con personas físicas, entonces tenemos la posibilidad de sacar las "dual screen" para disputar una batalla en el Modo Batalla DS, que admite hasta cuatro jugadores siempre que cada uno tenga su copia del "Pokémon Diamante" o "Pokémon Perla".
Más Pokémon, pero no mejor
En este modo, controlaremos la batalla con los controles de la pantalla táctil, pero en el resto del juego usaremos el poder sensorial del wiimote o el D-Pad, lo que más nos guste. Más allá de esto no podremos esperar una detección de movimientos adaptada para la ocasión. Este título viene siendo el mismo que el de hace unos años pero con gráficos mejorados. Realmente, esperábamos mucho más de este "Pokémon Battle Revolution", pero la crítica, unida a sus pocas novedades y a un desaprovechado wiimote, augura un título que no pasará a la historia. Aún así, a los más acérrimos fans les encantará, aunque todavía tendrán que esperar hasta diciembre para poder disfrutarlo…