Construir toda una ciudad y elegir a sus habitantes puede parecer una tarea complicada. Sin embargo, Electronic Arts está dispuesta a demostrarnos que puede convertirse en un juego de niños gracias a “My Sims”, la nueva entrega de la popular franquicia de Will Wright que, wiimote en mano, nos hará sentir todo el poder de un alcalde todopoderoso. ¿Tienes madera de constructor?
Quién diría ahora que “Los Sims” fue un videojuego surgido de una idea fruto de la más remota casualidad. El exitoso “best-seller” del mundo de los videojuegos para PC tuvo en una fatídica catástrofe su curioso génesis. Corría el año 1991 y un demoledor incendio acabó con la casa de Will Wright, el famoso cofundador de Maxis responsable de que nueve años después se creara un título basado en su experiencia personal. Sin casa, sin pertenencias… Wright tuvo que apañárselas para reconstruir su vida y trasladar a su familia a otro lugar.
El gurú estadounidense recordaba así su experiencia: “Fue interesante perderlo todo y tener que volver a recuperarme buscando las prioridades”. En el año 2000 nacía “Los Sims”, un simulador de vida social que nos ponía al mando de una familia con el objetivo de mantenerla. El concepto de “casa de muñecas”, con el que se bautizó al título, tuvo un éxito inconmensurable, llevando a Electronic Arts a crear toda una franquicia, la más rentable de la historia del PC en la actualidad. “Los Sims 2”, “Los Sims Online” y un largo repertorio de expansiones se unieron para intentar explotar al máximo la idea de aquel diseñador de videojuegos que, paradójicamente, encontró grandes dificultades unos años atrás para publicar su primer trabajo: “Sim City” (1989).
Electronic Arts da un golpe de efecto a su franquicia
Ahora, después de tanto tiempo desde su origen, y habiendo sido lanzados tal cantidad de títulos, aparece “My Sims”, un videojuego específicamente diseñado para Wii y Nintendo DS, que espera aprovechar las capacidades únicas de estas plataformas para triunfar en un mercado en el que Electronic Arts parece no haber dado todavía de lleno. Como declaraba hace poco Tim LeTourneau (productor ejecutivo de “My Sims”), los jugadores nipones veían en “Los Sims” una estética demasiado realista y occidentalizada que no les llegaba a atraer del todo. “My Sims” supone el claro revés que la franquicia necesitaba para recuperar a un público muy importante para cualquier compañía. Veamos cómo lo ha conseguido…
Con cerca de dieciséis meses de desarrollo para su culminación, el nuevo videojuego de la división Redwood Shores sigue sin alejarse del concepto de “Dios” que tantos buenos resultados diera en los anteriores títulos de la saga. Si bien antes creábamos un hogar y lo manteníamos, ahora, en “My Sims”, la tarea será mucho más creativa si cabe, puesto que nos pondremos al frente de nuestra propia ciudad a modo de “alcalde”. Como si de Will Wright después de su temido incendio se tratara, tendremos que recoger una ciudad que no se encuentra en su mejor momento y remontarla, intentando conseguir que se convierta en un lugar ideal para vivir.
Da rienda suelta a tu imaginación
Pero no será con un sistema de juego al estilo “Sim City”. Tampoco se tratará de llevar una familia entera como en “Los Sims”. “My Sims” se encarnará, ya desde el primer momento en que comencemos a jugar, en un personaje que nosotros mismos hayamos creado y que nos servirá para desenvolvernos en nuestro particular papel de alcalde a partir de ese instante. Con un espejo al fondo y los accesorios propios de un vestuario, nuestra primera tarea en el videojuego será diseñar la apariencia de nuestro personaje. Tipo de peinado, color de ojos, expresión de la cara, piel, vestimenta… e incluso el tono de la voz. Son múltiples las variables que podemos modificar en el modelo simple pero tremendamente efectivo que nos ofrece EA en su nuevo título.
Todo ello se hará de una manera completamente intuitiva gracias a una presión del botón A de nuestro wiimote sobre cualquier parte del cuerpo. Sin necesidad de menús, se nos irán mostrando las distintas posibilidades hasta que demos con la combinación perfecta. Esta simpleza de control se mantendrá en el siguiente nivel de personalización antes de que nos pongamos a jugar; y es que tenemos que crearnos al menos una casa para poder formar parte de la ciudad donde vamos a vivir.
El wiimote y la mano todopoderosa
Es hora de levantar nuestro propio hogar. Con paleta de albañil, perdón, wiimote en mano, nos disponemos a coger una serie de bloques y colocarlos en un espacio delimitado al efecto. Un bloque por aquí, otro por allá… los unimos… Alcanzamos unas ventanas desde el menú inferior, añadimos un tejado, una puerta, damos un toque de color con la brocha y listo. Ya tenemos nuestra casa. En apenas un minuto hemos construido nuestro hogar y podemos dar comienzo a la aventura, que se plantea muy interactiva.
Ha llegado el momento de que nuestro Sim salga a la ciudad e interactué con el medio gracias a la “mano todopoderosa” que constituye nuestro wiimote. Gracias a él, podremos realizar cualquier cosa que se nos pase por la cabeza, desde relacionarnos con otros personajes hasta modificar absolutamente todo lo que se halle en la ciudad, incluida la posibilidad de añadir nuevo mobiliario a través del modo construcción que hemos mencionado anteriormente.
Los límites los pones tú
Podremos construir prácticamente de todo dentro del videojuego: un frigorífico, una cama, un equipo de sonido, una mesa… Uniendo los diferentes bloques en el modo editor, el único límite estará impuesto por nuestra capacidad de imaginación. Y lo más curioso es que estos artilugios que diseñemos no serán únicamente para nuestro disfrute, sino que llegará un momento en que nuestros vecinos lleguen a pedírnoslos por encargo. Si lo hacemos bien, podemos conseguir “esencias”, el elemento clave que dará lugar a una de las mecánicas más importantes del título.
Estas “esencias” se podrán materializar en nuevos colores de nuestra paleta de texturas con las que impregnar de colorido a todas nuestras creaciones. Pero no solamente de crear mobiliario vivirán los protagonistas de “My Sims”, sino que tendrá un importante peso el hecho de llevarnos bien o mal con cada uno de ellos. Sí, y además seremos nosotros los responsables de ello. Conservada desde “Los Sims”, la opción de mostrarnos agradables o groseros seguirá vigente, determinando de esta forma si obtenemos las “esencias” de felicidad o no.
Una ciudad a tu gusto
A través de esta curiosa y novedosa interacción con el medio, nuestro Sim irá adquiriendo unos determinados gustos que se mostrarán a través de unos quesitos de diferentes colores dentro de un hexágono. Y es que podremos estar informados en todo momento de lo bien o lo mal que lo estamos haciendo. Pero esta vez no habrá tantos factores a tener en cuenta como en “Los Sims”. En vez de eso, al jugador se le propone visionar un marcador permanente con hueco para cinco estrellas. Se puede adivinar fácilmente para lo que sirve: indica el grado de aceptación que está teniendo la ciudad que estamos sacando adelante.
De este factor, y de la temática que escojamos para nuestra peculiar aldea, dependerá que vengan unos personajes u otros a nuestra urbe (semejanza con el “Animal Crossing” de Nintendo), además de que influirá sobre el modo de vida de sus habitantes: se puede llegar a conseguir que nuestra ciudad viva de noche, haciendo que los lugareños tengan un estilo gótico con atuendos oscuros.
En lo que respecta a los personajes que podrán dar un toque especial a nuestra ciudad, hay más de 60 disponibles en todo el título, los cuales vendrán atraídos por nosotros. Hay un cocinero, un científico, un pirata, un pinchadiscos, un florista, un entrenador de kickboxing… La llegada de estos personajes tan influyentes hará que personajes a los que, por ejemplo, les guste comer, vengan en masa a probar las delicias del cocinero.
Ser alcalde es duro: ¡relájate un poco!
Así pues, tenemos “esencias” con las que personalizar el estilo de la ciudad, disponemos de diferentes personajes que darán un toque especial a la villa y, lo más divertido de todo, de una gran interactividad para cambiar absolutamente todo el mobiliario. ¿Qué más nos falta? Pues un poco de variedad para no aburrirnos de tanta ciudad. Efectivamente, “My Sims” nos propondrá nuevos lugares para explorar, normalmente en busca de materias con las que seguir adelante, pero también para encontrar pequeños minijuegos o tareas alternativas como pueden ser el sacudir un árbol con el “wiimote”, explorar una mina en busca de materiales preciosos o sembrar nuestras propias plantas (existen ciertos parecidos en este punto con “Harvest Moon”).
Todo lo que existe en el videojuego es interactivo, con posibilidades tan graciosas como sentarse en la taza del váter, jugar a una máquina recreativa o tumbarnos en el banco situado en el parque. Esto no sólo supondrá un pequeño relax después de tanta labor en nuestra particular “alcaldía”, sino también una enorme satisfacción por llegar a poder interactuar con aquellos objetos que nosotros mismos hemos creado. Unos objetos que no hubieran sido posibles sin un concepto de videojuego en el que prima el diseño antes que la calidad gráfica.
Los gráficos no son importantes
En nuestra visita a las oficinas de Electronic Arts en Madrid quisimos averiguar un poco más acerca de las máquinas de Nintendo (sobre todo Wii) y las limitaciones que tanto se han criticado. Robin Hunicke (Lead Designer de “My Sims”) se mostró así de contundente: “Lo importante en este videojuego no son los gráficos”. Efectivamente, no lo son, pero aún así nos quedamos con una grata impresión al ver el colorido y diseño de todos los modelados presentes. Se han disimulado muy bien las limitaciones gráficas de las consolas, con unos diseños con poca carga poligonal pero funcionales, que permitan al jugador modificar todo a su antojo. Esa es la clave: un apartado gráfico sencillo para otorgar una mayor libertad a los usuarios.
La caracterización de los personajes, como adelantamos al principio del artículo, ha resultado también muy peculiar. En vez de repetir la fórmula de los Sims adultos y con rasgos realistas occidentales, se ha optado por un aspecto de dibujo animado al más puro estilo japonés. Los personajes cabezones con ojos grandes serán la tónica caricaturesca de este videojuego donde el humor juega una labor importantísima. Se trata de llegar con ello (y todo lo anterior) a todos los públicos, desde aquel que lleva jugando con la franquicia desde el año 2000 hasta los recién incorporados que han llegado con Wii y Nintendo DS.
Objetivo Japón
Nos da la impresión de que EA ha acertado en prácticamente todo con el planteamiento de “My Sims” (a falta de que se confirmen las posibilidades “online” del título). De hecho, como afirmó Tim LeTourneau, este videojuego parece más hecho por Nintendo que por ellos mismos. Veremos si este replanteamiento del concepto original de “Dios” y “casa de muñecas”, que lleva materializándose desde el año 2000 en la saga de simuladores de vida social de Will Wright, logra convencer a los japoneses y convertir a esta original obra en una de las imprescindibles dentro del (en expansión) catálogo de Nintendo también en Europa y EEUU.