Más de 120 cartas se unen a la colección de Hearthstone expandiendo las posibilidades del popular juego de cartas digitales de Blizzard. Una expansión mucho más ambiciosa que la anterior, Naxxramas, y que pretende revolucionar el metajuego existente actual.
Ciento veinte cartas, se dice pronto, pero Blizzard ha lanzado por fin la bomba para Hearthstone en su momento más dulce, con miles y miles de usuarios incorporándose a su exitoso juego de cartas y renovando las ganas de los jugadores que ya parecían haberlo visto todo. El resultado es, incluso a día de hoy, impredecible, ya que el metajuego (el balance entre fortalezas y debilidades de las cartas y mazos) ha variado bastante hasta el punto de que muchos de los jugadores profesionales están añadiendo tímida y prudentemente las nuevas cartas a sus mazos.
¿Qué quiere decir esto? Que seguimos viendo mucho de lo ya conocido. Si en algún momento pensábamos que la nueva expansión Goblins vs. Gnomos iba a destronar al Cazador de ser la clase más popular (o la más usada), por el momento no es así. Seguimos viendo abundancia de cazadores tanto de bestias como de secretos, con prácticamente pocos o ningún añadido de la expansión. Y es que la rapidez de manejo de esta clase hace que incluso jugadores expertos lo utilicen para subir rápidamente en la escalera y llegar al rango de Leyenda, donde escoger y practicar con su clase preferida.
Cartas y Azar
Muchos de los mazos clásicos, como el de Guerrero Control o la Zoo y Handlock de Brujo, se siguen viendo en cualquier rango de la escalera, lo cual demuestra que existe una cierta reticencia a volver a empezar de cero. Pero, ¿es esto culpa de la nueva expansión? Es cierto que hay un elevado número de cartas con elementos aleatorios, algo que genera mucha emoción en las partidas, pero que no suele gustar al jugador habitual que no puede controlar los efectos. También hay algo de verdad en que muchas de las mejores cartas favorecen el estilo aggro (agresivo) por encima del de intentar controlar la mesa. Pero que Goblins vs. Gnomos esté calando poco a poco no le resta valor al conjunto, ya que en cualquier momento puede aparecer un Kolento, Reynad, Trump, Amaz o cualquiera de las nuevas estrellas del juego y quebrar otra vez todo el metajuego con un mazo completamente arrollador.
Por el momento, lo más divertido de Goblins vs. Gnomos es la combinación de sus cartas con la nueva clase: Robots, para beneficiarnos de los mejores estados, además de proporcionar algunas que contrarrestan algunos efectos devastadores de Último Aliento que disponían las cartas de la anterior expansión Naxxramas. Mención especial a la carta Cabeza de Mimiron, que crea al demoledor V-07-TR-0N si mantienes tres robots en mesa al principio de tu turno. El resultado es un 4-8 capaz de atacar cuatro veces seguidas, al que se le puede potenciar y del que sólo tienes que buscar MEGA WINDFURY!! en YouTube para ver los resultados. Conseguir este devastador ataque es difícil, aunque quizá algo menos para una clase como el Pícaro, capaz de dar sigilo a todos sus esbirros y desatando más poder aún de la carta con Paso de las Sombras.
Salvo excentricidades como la mencionada, Blizzard ha contenido mucho las cartas poderosas, intenta aportar más opciones a los jugadores a medida que hace malabares para equilibrar todas las cartas, ya sean nuevas y antiguas. Esto se nota en las nuevas legendarias, de las cuales todavía falta experimentar mucho con ellas, ya que no son tan potentes como las clásicas, pero sí muy divertidas de jugar.
Actualmente, quizá sean el Mago y el Sacerdote dos de las clases que más se están beneficiando de la expansión. La nueva facción de robots permite al Mago conjugar bien sus hechizos manteniendo buena presencia en mesa, mientras que el Sacerdote ya no tiene que esperar tanto a los últimos turnos para poder empezar a actuar, obteniendo resultados impredecibles con algunas cartas como el Boxeador de las Sombras, ganando incluso el control de la mesa si las cartas son favorables, limando además las debilidades de ambas clases.
El Paladín también ha ganado en potencia y sobre todo en algo de defensa contra la abundancia de mazos tan agresivos. Las nuevas cartas de curación como el Sanabot Antiguo y más variedad de armas como la Llave Martillo y el aporte del Sello de Luz les permite aguantar la cantidad de embestidas de un aggro, agotarle y empezar a ganar el control de la mesa. Algo parecido le ocurre al Chamán, que gana también en variedad de armas, pero que debe sacrificar algunas buenas cartas que ya tenía para conjugar las nuevas y más útiles, siendo tan equilibrada como siempre, dedicada al control de la mesa desde los primeros turnos y que puede beneficiarse de un nuevo tipo de motor de robo como es el que ofrece ahora Jeeves para asegurarse que no se queda sin cartas.
Las otras clases, como el Brujo, Cazador o Guerrero no lucen tantas cartas en los mazos de los jugadores y es difícil encontrarte a alguno que haya variado su estrategia. Pese a que el Brujo, por ejemplo, puede cambiar por completo su táctica, alternando entre daño y curaciones con su Maestro de Dolor, o hinchando a voluntad al Vigía Flotante con su poder de héroe; las vertientes Handlock y Zoo siguen siendo tan populares como efectivas, incluso con la alteración de alguna de sus cartas clave, como el Fuego de Alma. El Guerrero sigue siendo el favorito de los jugadores de lo más alto de la escalera que tienen su colección completa de legendarias, al que de vez en cuando ves alguna variación con el Gnomo de Relojería, mientras que algún Cazador experimenta con Llamar a Mascota para enmendar el daño que hizo el aumento de coste de maná del Águila Ratonera Famélica, o el Rey de las Bestias para dominar mesa o combinar con el secreto de Trampa de Culebras.
¿Y el Druida? No es una de las clases más populares, pero no se puede negar su potencia cuando se usa bien. Si bien la nueva expansión no aporta mucho a sus cartas básicas a no ser que la llenes de robots, algunas de sus cartas de clase tienen efectos similares a las ya conocidas, pero con el punto extra de ser más imprevisibles y menos estudiadas. Sigue estando enfocado en sus cartas de más potencia para terminar, pero se libera de muchas de las tácticas clásicas, como el combo de Fuerza de la Naturaleza + Rugido Salvaje, aportando mayor variedad.
Aún es pronto para ver todas las posibilidades que ha traído Goblins vs. Gnomos a Hearthstone, y estamos deseando ver lo que los jugadores son capaces de hacer con los nuevos mazos. Además, junto a esta nueva actualización se ha añadido el tan esperado Modo Espectador, que permitirá a los jugadores organizar y retransmitir mucho mejor los torneos, y que nos permite ver en completo tiempo real a nuestros amigos para aprender de sus aciertos y errores. Con todo, Blizzard ha previsto muchísimas combinaciones entre las nuevas cartas y las antiguas. Lo que la compañía no previó tanto es que los jugadores, a veces, somos demasiado costumbristas y costará todavía un tiempo abandonar las antiguas estrategias para sacar todo el potencial a la mayor expansión hasta la fecha, que viene a demostrar el momento dulce que vive tanto el juego como su comunidad.. Para entonces, puede que todo este análisis de la situación actual no valga absolutamente nada, pero es que Hearthstone, como el fútbol, es así.