¿Una especie de Left 4 Dead ambientado en Warhammer? Dónde hay que firmar. "Adoramos aquel juego", reconocen desde Fatshark, pero también matizan que buscan una enorme personalidad en todo lo que hacen con su nuevo trabajo. Echamos un vistazo a cómo llevan el trabajo los responsables de este End Times – Vermintide, y comenzamos a calentar motores.
Los creadores de juegos tan interesantes como War of the Roses o War of the Vikings, pero también de videojuegos tan olvidables como Escape Dead Island preparan nueva incursión en un gran nombre: Warhammer. ¿Qué esperar de un equipo responsable de trabajos tan desiguales? Todavía es una incógnita, pero si hacemos caso a la cuidada estética y al prometedor cooperativo para cuatro jugadores que prometen brindarnos podemos ser más optimistas que algunas de sus producciones precedentes.
Con End Times – Vermintide tenemos una fastuosa incursión en uno de los universos más prolíficos de Games Workshop, y de hecho uno de los primeros trabajos sobre esta licencia para consolas de nueva generación. Perspectiva en primera persona, mucha acción de carácter cooperativo y unos furibundos combates contra los enemigos habituales de la franquicia hacen el resto para no perder de vista su propuesta.
El Fin de los Días
La idea de Fatshark es la de crear una fórmula sencilla pero efectiva, una que se fundamente en bases de FPS pero que al mismo tiempo cuente con un combate cuerpo a cuerpo bien trazado y repleto de posibilidades desde el punto de vista jugable. La forma ideal de disfrutar del programa es con otros tres amigos para componer un grupo de cuatro jugadores humanos que logren así enfrentarse al rival con garantías, sin embargo si no contamos con ayuda de amigos siempre podemos recurrir a los bots dirigidos por la inteligencia artificial.
Pero este Warhammer es un videojuego de decisiones, y entre las primeras que tendremos que tomar se cuenta la de escoger la clase que queremos emplear. Hay hasta cinco personajes disponibles para elegir en cualquier misión o mapa, y podremos seleccionar para ellos entre una buena gama de equipo y arsenal en función de lo que pensemos que nos conviene para cada objetivo que tengamos que cumplir. Estos tipos de héroe, de hecho, ofrecen prestaciones muy diferentes en función a lo que decidamos que porten, lo que significa que el juego no sólo tiene un importante factor rejugable sino que hace de la versatilidad uno de sus puntos clave.
Hay martillos salvajes, floretes, arcos, cuchillas e incluso armas de proyectiles. La gama de armamento para elegir es generosa, y en este sentido Vermintide nos va a brindar muchas posibilidades. Eso sí, hay que matizar que ningún jugador puede repetir clase de personaje, así que no puede haber dos magos o dos brujos cooperando en una misma partida. Sin embargo Fatshark ha pensado en todo y, si en un grupo no podemos escoger la clase que nos gusta porque se nos han adelantado, siempre nos queda la opción de personalizar fuertemente la que nos haya tocado para que se adapte como un guante a nuestras necesidades.
Y es que por el camino podemos recoger no sólo un montón de botines de los cadáveres y de distintos lugares que descubriremos fruto de la exploración, sino que también iremos aumentando en términos de experiencia e incluso de nivel de equipo en lo que es un formato de avance francamente customizable y muy atractivo. Y es que habrá muchos tipos de adversarios, y cada uno de ellos no sólo presenta una serie de retos muy diferentes sino que exigen también unas tácticas muy distintas por nuestra parte a la hora de plantarles cara.
Si antes hablábamos de los paralelismos entre este End Times y Left 4 Dead, esto se manifiesta también en unos enemigos en forma de Skaven que ejercen a modo de los zombies de aquel. Hay mucha infantería que no nos costará demasiado quitarnos de encima, pero también hay muchas tropas de élite que serán un verdadero dolor y que supondrán los mayores retos de este Warhammer. Uno de los principales desafíos será el modelo denominado Rat Ogre, que será algo parecido al Tank de los muertos vivientes del videojuego de Turtle Rock Studios.
"Queremos que los jugadores se sientan como los miembros de la Comunidad del Anillo recorriendo Moria. Habrá muchos enemigos sencillos que os harán sentir muy, muy poderosos, pero luego encontraréis algo de repente que será demasiado fuerte para vosotros", relatan sus responsables en palabras pronunciadas a la revista PCGamer. "Los protagonistas son héroes, pero hay amenazas en este mundo que son más grandes que vosotros".
En la faceta audiovisual, lo cierto es que el programa comienza a presentar buen aspecto desde el punto de vista estético. La marca Warhammer es, artísticamente, muy fuerte y cargada de elementos identitarios, y sus responsables se están limitando a alimentarse de su robustez para crear un entorno tan oscuro y lúgubre como cabía esperar. Además, para la faceta musical, han contratado a Jesper Kyd el autor de bandas sonoras tan emblemáticas como las de la saga Hitman o de algunos de los mejores episodios de Assassin’s Creed.
En este rápido primer vistazo a Vermintide no hemos hecho sino comenzar a rascar la superficie del videojuego de Fatshark. Su nueva obra, fuertemente asentada en baremos de acción con fuerte componente rolero, promete un cooperativo muy atractivo y capaz de ofrecer algo muy diferente a lo visto hasta la fecha en las producciones del universo Warhammer.