Aventuras y plataformas con el estilo inconfundible de los grandes clásicos de Nintendo 64. Suena al típico eslogan publicitario que busca aprovecharse de la nostalgia, pero en el caso de Yooka-Laylee es la pura realidad. Hemos podido ver el videojuego, también charlar con sus creadores, y ¡estamos entusiasmados! Te contamos nuestras impresiones tras jugarlo.
Nada les motiva más que volver a trabajar en un estilo de videojuego que ya muchos daban por perdido. Y se nota. Con una sonrisa en la cara, la misma con la que nos despedimos de ellos, los creadores de Yooka-Laylee están felices de que al fin podamos ver en todo su esplendor una aventura de plataformas que no es que se parezca a Banjo & Kazooie y tantos otros clásicos de la época de Nintendo 64, es que directamente parece un videojuego nacido en esa consola pero con la actual tecnología. Justo lo que prometieron cuando miles de aficionados de todo el mundo participaron en su exitosa campaña de financiación colectiva.
"Es lo que nos gusta hacer, y también a lo que nos gusta jugar. Así que esto es realmente genial", nos dijo nada más recibirnos uno de los máximos responsables del proyecto, Steve Mayles, que en el pasado fue diseñador de algunos de los personajes más reconocidos de Donkey Kong Country y padre, también, del oso Banjo y su fiel compañera Kazooie. No es el único con un currículum envidiable. El equipo de Playtonic Games está formado en su mayoría por antiguos veteranos de Rare que "por una serie de catastróficas coincidencias" han terminado juntos, de nuevo, trabajando en un videojuego que ellos mismos definen como la "evolución natural" de las clásicas aventuras de plataformas en 3D que tanto se echaban en falta.
Más grande, más divertido
La forma rápida y sencilla de describir Yooka-Laylee sería hablar de él como un Banjo & Kazooie con gráficos muy mejorados y un nuevo dueto protagonista, lo que ya de por sí ¡es genial!, pero eso supondría también quedarse solo en la superficie de un proyecto que apunta a algo más grande. "Queremos estar seguros de captar el espíritu de nuestros juegos anteriores. Buscamos que sea nuevo pero", apostilla el genial compositor Grant Kirkhope, "también que se sienta clásico". No van mal encaminados.
Su apuesta principal es la libertad de acción; que puedas moverte sin barreras por unos escenarios gigantescos, más grandes que cualquiera que hayan diseñado hasta la fecha, mientras saltas, peleas contra enemigos, resuelves puzles, participas en carreras o incluso disfrutas de montones de minijuegos. Básicamente como en la época de Nintendo 64, incluso vuelven las clásicas batallas de preguntas y respuestas, pero todo ello a una escala mucho mayor.
Hay más opciones, más alternativas a la hora de afrontar la acción de un videojuego que no olvida el legado de sus antecesores. "Buscamos capturar las sensaciones de antaño; coger lo mejor de aquellos tiempos y adaptarlo a la actualidad", insiste el compositor de Banjo & Kazooie o Viva Piñata entre otros clásicos de Rare. Las mejoras saltan a la vista. De entrada los escenarios, con los que se podrá interactuar de formas muy divertidas cambiando no solo su apariencia, también la forma de explorarlos.
Es como un Banjo & Kazooie con gráficos muy mejorados y un nuevo dueto protagonista
Una simpática nube, de nombre Nimbo, fue la encargada de mostrarnos esta peculiaridad. Su lluvia fue capaz de cubrir de agua una zona antes árida, convirtiéndola en un río con sus propios desafíos; mientras que la nieve congeló el líquido elemento dándonos acceso a zonas de otro modo inalcanzables. No es la única forma. Como cabría esperar de los autores de Banjo & Kazooie y Donkey Kong 64, habrá montones de coleccionables por recoger con efectos de lo más dispares, que se suman a las propias habilidades especiales de los héroes, el camaleón Yooka y el murciélago Laylee, que en cierto modo comparten las mismas destrezas que sus antecesores.
Aunque sea de forma limitada, pueden volar; también rodar por el suelo, golpear a los enemigos, disparar… y con los tónicos adecuados, aumentar su velocidad, potenciar la capacidad de salto, adquirir ventajas como la invisibilidad, cubrir su cuerpo de acero para resistir las embestidas del viento; sin olvidar la opción de escupir ráfagas de fuego, hielo o agua dependiendo de la fruta que coman. Los tónicos, además, pueden cambiar la estética del videojuego, facilitar la acción para los más pequeños, o hacer de ella un reto mayor. "Queremos estar seguros de que todos los jugadores pueden disfrutar", nos dijeron durante el pasado E3 de Los Angeles. Y aquí entra en juego un concepto realmente llamativo: los mundos expandidos.
Cada uno de los cinco mundos de Yooka-Laylee posee una gran zona central que es la que ofrece los desafíos más asequibles; pruebas que sí, suponen un reto, pero nada desquiciante. ¿Buscas algo más? Con un número determinado de Páginas Doradas, la moneda de cambio imprescindible para progresar en la aventura, desbloquearéis nuevas secciones de juego en los mundos ya conocidos, aumentando así de forma notoria la dificultad del videojuego. La idea es genial y su ejecución brillante.
Hay que ver cómo cambia todo con cientos de metros de territorio extra por explorar, con plataformas más exigentes, enemigos más peligrosos, puzles más complejos y por supuesto, nuevos personajes con los que relacionarse. Entre ellos Dr. Puzz. Gracias a su poder, similar al de Mumbo Jumbo en Banjo & Kazooie, esta chica con una pecera en la cabeza transformará a nuestros héroes en criaturas de lo más variopintas, como una planta carnívora, habilidades únicas imprescindibles para sortear desafíos muy concretos. Hay una transformación por cada mundo. También una gran máquina recreativa a cargo de Rextro Sixtyfourus, que nos desafiará con pruebas de estilo retro. ¡Nos morimos de ganas por verlos! Y no acaban aquí las grandes promesas.
Gigantescos y con una clara apuesta por la verticalidad, el diseño de los mundos de juego de Yooka-Layle promete estar a la altura de las expectativas. Ya no es solo que luzcan de maravilla, es que aparte están llenos de vida; mires donde mires siempre hay algún enemigo pululando de aquí para allá, zonas de interés por investigar y, claro, no podía ser de otro modo, montones de personajes y objetos con ojos saltones danzando al son de una banda sonora que no podía tener mejores padrinos: el compositor Grant Kirkhope, del que hablábamos anteriormente, y el que fuera también responsable de la música de Donkey Kong Country, el gran David Wise. ¿Aún queréis más?
En la línea de sus clásicos en Nintendo 64, Yooka-Layle ofrecerá un multijugador local para cuatro personas que busca recuperar ese estilo loco y desenfrenado de sus anteriores trabajos. Desgraciadamente nada más nos contaron acerca de esta opción, aunque sí se les veía bastante ilusionados con la idea de mostrar lo que están preparando. Fe; es lo único que nos queda. Aunque a diferencia de otros proyectos de Kickstarter, con muchas promesas de por medio y pocas de ellas cumplidas, es muy fácil tener confianza ciega en este videojuego que, de verdad, es justo lo que prometía.
Habrá que ver, claro, si todas estas buenas ideas terminan dando forma a una aventura de plataformas al nivel del legendario Banjo & Kazooie, pero si nos preguntáis en estos momentos, tras ver el juego en directo, la respuesta es que muy probablemente. Ojalá sea así, la industria del videojuego será un lugar un poco mejor. "Intentamos hacer algo divertido, que te haga sonreír", nos dijo Steve Mayles. Y nosotros nos despedimos de él con una gran sonrisa en la cara.