Juegos de lucha basados en Pokémon hemos visto varios, pero probablemente ninguno como Pokkén Tournament. Puede que ni siquiera hayamos visto muchos juegos de lucha como este… Nos peleamos con los mandos de Wii U para contaros cómo se siente la sinergia establecida entre Bandai Namco y la magia de los "pocket monsters".
Resulta complicado comparar Pokkén Tournament con cualquier otro videojuego combativo. Está desarrollado por Bandai Namco y se nota por tanto la mano de sus desarrolladores. Pero a su vez no deja de ser un título de Pokémon, teniéndose en consideración muchas de sus particularidades. De esta combinación de intenciones, de crear un juego con acción pero al mismo tiempo con toques estratégicos nace esta apuesta, vista ya en forma de recreativa japonesa durante el pasado año.
Ahora llega a Wii U con una versión que ciertamente destaca en lo mismo que el original: un apartado audiovisual muy sólido que representa como pocas veces las batallas pokémon. El desfile de efectos es espectacular, así como la fidelidad de modelados o el tratamiento de las animaciones.
Pero hay algo que nos resulta aún más inspirador: las propias batallas. Aquí no tenemos el menú de acciones tan clásico de esta licencia. En su lugar, se opta por un diseño más dinámico, con un esquema jugable más cercano al propio Tekken. Combina botones para realizar combos. Realiza agarres y contraataques en el momento oportuno. Activa tu defensa cuando las veas venir. El ritmo es más acelerado, pero sin que ello implique perder la táctica. Es un acercamiento diferente. Cualquiera podría ponerse con él, pero sólo los que le dediquen muchas horas van a poder dominarlo.
Pokémon Fighter
Cuesta ya sólo media hora completar el tutorial para empezar a comprender de qué va Pokkén Tournament. Aprendes a hacer contras, cargas, ataques penetrantes, combos… Es entonces cuando te das cuenta de que va en serio, más cuando se presentan planteamientos como "posición alta" y "posición baja", dependiendo de si pulsas la palanca hacia arriba o hacia abajo mientras ejecutas un ataque fuerte o débil.
No se conforma con ser un exponente más dentro de la escena del fighting. Quiere además tener su propia personalidad, algo que notamos en uno de los aspectos más curiosos a nuestro parecer. Las batallas se libran en un tatami circular, y dentro de él se puede luchar en dos fases: abierta y de duelo. Vamos y venimos de ambos modos mientras golpeamos, dependiendo de las maniobras que realicemos.
Lo cierto es que aún desconocemos el alcance que tiene esta incorporación a nivel de jugabilidad, pero parece crucial. La fase abierta aleja la cámara, presentando una situación que parece más de tanteo frente al adversario. La fase de duelo posiciona la vista de forma lateral, como en los juegos clásicos de lucha. Es aquí donde se despliega todo el potencial combativo, con una acción más intensa y en la que también se corren más riesgos. Si a esto le sumamos que tenemos un contador de Ultrasinergia, y que cuando se recarga podemos desencadenar un ataque demoledor, el esquema combativo resultante es cuanto menos curioso. De hecho, parece realmente prometedor.
Por eso no nos extrañó nada que el tutorial fuese tan extenso. Hasta hay una opción especial (Dojo de combos) para practicar por orden los combos de cada pokémon. Y son unos cuantos… Los que son algo menos son los propios luchadores. En esta demostración hemos contado 14 pokémon, cada uno con sus particularidades, en forma de más o menos puntos de salud, entre otros. Por ejemplo, se nota muchísima diferencia entre manejar a Pikachu o Charizard. Uno realmente veloz y con gran respuesta a los mandos. El otro algo "pesado" pero con una capacidad ofensiva simplemente brutal.
Importante es por tanto que los rasgos de los pokémon quedan plasmados con exactitud, así como esas habilidades que tantas veces hemos visto en la saga principal. No es el único aspecto que se hereda. Las criaturas suben de nivel mientras luchamos, ganando puntos de habilidad que posteriormente se pueden usar para incrementar las capacidades ofensiva, defensiva, estratégica… Es decir, hay una sensación de progresión que se complementa con la obtención de dinero y posibilidad de comprar accesorios para nuestro propio avatar, que por supuesto es la imagen de un entrenador.
Lo que tal vez nos ha dejado con alguna duda es que no hay muchos modos de juego. Tenemos el tutorial, el combate individual para practicar, el combate local para jugar con un amigo frente a la consola y un online que aún no hemos podido probar. Lo único más destacado es la Liga Ferrum, una sucesión de combates para ir incrementando nuestro rango, luchando al final de cada liga y torneo con una especie de líder. La curva de dificultad parece empezar de forma muy suave, pero tenemos la impresión de que llega un punto en que se vuelve complicadísimo. Tendremos que comprobarlo. Además, Liga Ferrum contiene algunas secuencias cinemáticas de lo que parece un guion narrativo. No conocemos aún el alcance, pero al tratarse de la modalidad con más profundidad del conjunto, deseamos que cumpla.
Otra sección importante es Mi zona, un lugar en que consultar un amplio conjunto de estadísticas, además de escoger un título o saludo para nuestro avatar (hay cantidad). Y luego tenemos detalles, como el número de controladores que podemos emplear. A contar: GamePad, Mando Pro de Wii U, Mando clásico Pro, Mando de Wii más Nunchuk… y hemos visto presente también la opción para jugar con el Pokkén Tournament Pro Pad.
Muchísimas opciones para un lanzamiento que nos ha sorprendido básicamente porque no esperábamos un juego de lucha que en apariencia nos ha resultado bastante profundo. Es la sensación de que a pesar de haber estado un par de horas con él, sientes que te darían una soberana paliza en cuanto entrases al online con alguien más experimentado. Así que esto puede ser una buena noticia para los que quisieran un videojuego que, además de diferente, pone lo mejor de Bandai Namco (a nivel combativo) dentro de una Wii U.