A puñetazo limpio, a golpe de martillo o con armas de fuego. Todo vale en las salvajes peleas callejeras que propone Smash + Grab, un prometedor juego de acción multijugador obra de los autores de Sleeping Dogs. ¿No es lo que esperabas? Tras una primera toma de contacto el videojuego de United Front Games nos ha dejado gratamente sorprendidos y te lo contamos en estas impresiones.
Vaya sorpresa. Este ha sido mi primer pensamiento al probar Smash + Grab y, por lo que veo, el de muchos otros que, ilusionados ante la perspectiva de ver la secuela de Sleeping Dogs, se sintieron tremendamente decepcionados con el anuncio de este curioso videojuego de acción multijugador 3 vs 3. Qué injustos podemos ser a veces guiados por la pasión. Desde su mismo anuncio la tónica predominante ha sido la del menosprecio; la de considerar este nuevo trabajo de United Front Games como un juego menor, algo indigno de un estudio de su categoría, pero basta echar unas partidas para entender que este no es un juego cualquiera. Hay mucho potencial en las locas y divertidas peleas callejeras que propone este título cuya premisa no podía ser más directa: destroza y saquea; revienta escaparates, machaca a tus enemigos y roba todo lo que puedas en el menor tiempo posible.
Algunos ven semejanzas con los MOBA y puede que algo de ellos tenga, pero Smash + Grab es antes todo acción. Con toques de estrategia, sí, y una pizca de roleo, pero en esencia un frenético videojuego de peleas en el que prácticamente todo vale con tal de amasar 50.000 dólares antes que el equipo contrario. ¿Qué hace que sea tan divertido? No es un simple 3 vs 3. Cada jugador va acompañado de cuatro pandilleros que no dudarán ni un instante en liarse a golpes con cualquiera que moleste a su líder, dando así origen a un sinfín de combates multitudinarios en los que ¡todo vale! Puñetazos, patadas, golpes de martillo, tuberías de hierro, bates, pistolas, hachas, escopetas… en la línea de lo visto en el gran Sleeping Dogs, estas peleas son puro espectáculo y uno de los grandes motivos por los que el juego causa tan buenas sensaciones. Lástima que en estos momentos, más allá de la calidad de la obra, se hable del posible cierre del estudio. Una noticia dramática en caso de confirmarse.
Dinero manchado de sangre
Si algo me gusta de Smash + Grab es su gran ritmo de la acción. Casi que empiezas la partida y ya te encuentras zurrando al equipo contrario. No es el objetivo principal, ya sabéis, hay que conseguir dinero lo más rápido posible, pero ¿quién puede resistirse a una buena pelea? Son emocionantes, deliciosamente caóticas, y tienen ese punto estratégico que logra que no te canses de ellas a las primeras de cambio. Que no os engañe la intensidad de la lucha. Aquí no basta con lanzar un buen derechazo, esquivar a tiempo y contraatacar de forma implacable; también debéis tener en cuenta las habilidades especiales de los líderes de grupo y sus principales secuaces.
Hay pandilleros que pueden prender fuego a todos los que le rodean, otros capaces de animar a los suyos y hacer que peleen con más fiereza; los que resisten los golpes como nadie y los que usan armas de fuego con una destreza asombrosa. Hay opciones para todos los gustos y lo bueno es que con el paso de las horas, conforme adquiráis puntos de experiencia, podréis personalizar con gran libertad los atributos físicos y habilidades especiales de estos guerreros de la calle para adaptarlos, más si cabe, a vuestro estilo de juego. ¿Os sabe a poco? Moldead también al compañero de batalla ideal, en este caso su teniente, configurando sus pros y contras de tal manera que sea un complemento perfecto para el líder.
Su acción es intensa, pero siempre con ese punto estratégico que te obliga a pensar cada movimiento
Hecha la elección, toca repartir leña por las calles de varios escenarios en los que la lucha no decae ni un instante. Si encontráis el escaparate de una tienda, reventadlo y robad todo lo que podáis; si es una armería, haced lo propio y equipaos vosotros, y a vuestras tropas, con toda clase de armas. Poco a poco pasaréis de ser un ruidoso grupo armado con palos y tubos de hierro, a portar hachas, pistolas, machetes, escopetas y otras herramientas de muerte que podréis modificar a vuestro antojo aplicando sobre ellas efectos de lo más variopintos. ¿Un martillo capaz de congelar a los enemigos? ¿Ballestas con flechas venenosas? Todo es posible en un videojuego que divierte como pocos cuando el caos se desata a tu alrededor.
Cualquier comparación con la película The Warriors le viene que ni pintada. La estética de las bandas, con un toque más futurista, pero sobre todo el desarrollo de las peleas, bebe mucho de este clásico del cine que en su momento, también fue adaptado al mundo de los videojuegos por Rockstar. Ya no es solo la escala de la lucha, que por supuesto, sino más bien las propias situaciones de juego en las que te sumerge. La acción fluye de una forma tan natural, que tan pronto puedes estar machacando a los enemigos como escapando de ellos cuando estos te superan en número. El momento cumbre llega cuando en estas persecuciones, te das de bruces con tus aliados y estos, a lo bruto, entran en acción obligando a la banda contraria a escapar.
Smash + Grab lo hace muy bien al generar de forma constante esta clase de situaciones, que alcanzan su cénit en los minutos finales de la partida, cuando se abre el acceso a zonas lujosas donde saquear miles de dólares en cuestión de segundos… siempre y cuando derrotemos a los vigilantes de seguridad, que no es fácil. ¿Iréis a por todas o dejaréis que el equipo contrario haga el trabajo sucio, para luego machacarles? Lo que más me gusta del juego es la forma en la que plantea interrogantes como este. Su acción es intensa, pero siempre con ese punto estratégico que te obliga a pensar cada movimiento. También ahondando una y otra vez en el juego cooperativo; en especial, durante las misiones que requieren escoltar una preciada carga a un punto concreto del mapeado. ¡Qué locura! Cuando todo el mundo pelea por robar la carga te das cuenta del enorme potencial que tiene este videojuego.
Por eso, vuelvo a la idea del principio, sería una pena que todo el trabajo se perdiera. Todavía hay detalles que necesitan mejorar, en especial la inteligencia artificial de los pandilleros que acompañan a los jugadores, pues no siempre reaccionan como uno esperaría, pero en general, las sensaciones con son más que buenas. Es un videojuego prometedor que si da los pasos en la dirección correcta, refinando su sistema de combate y ampliando las opciones de batalla, puede convertirse en una muy grata sorpresa.