1-2-Switch es la carta de presentación de Nintendo Switch dentro de ese público que Wii logró conquistar, una forma de introducir la consola a la masa. Busca diversión instantánea y "party" con 28 minijuegos que en 3DJuegos ya hemos podido jugar. Aquí nuestras sensaciones tras una tarde de viernes con el videojuego.
Por una u otra causa, todos tenemos cierto aprecio por la tarde del viernes. Se acaban las obligaciones. Es momento de descansar, divertirse o hacer ese plan que estabas preparando durante toda la semana. A mí me tocó ir a las oficinas de Nintendo para probar 1-2-Switch, pero lo que estaba al otro lado de la puerta no me lo esperaba: más de 20 personas de otros medios convocados para jugar a lo nuevo de la Gran N para Nintendo Switch.
Una fiesta, vaya… Todo para probar este título de lanzamiento que lo cierto es que me dejó ya buenas sensaciones tras mi primer contacto en Londres, pero también ciertas dudas. Parece más una demo técnica que un lanzamiento separado: el Wii Sports o el Nintendo Land de esta nueva máquina. Es una manera formidable de comprobar el poder de los Joy-Con, y he podido corroborarlo con la prueba de más minijuegos que en la otra ocasión. Por cierto, habrá 28 pruebas en total.
Es un título muy sencillo. Una pantalla de presentación, entras y tienes dos opciones: seleccionar minijuego a la carta o entrar en un combate por equipos, que puede ir de 2 a infinito número de jugadores. En este último modo se despliega un tablero, con el lanzamiento de un dado para avanzar entre minijuegos hasta que llegamos a la meta. Lo curioso es que no gana el equipo con más victorias, sino aquel que antes alcance la última casilla. Pertenecí al equipo que ganó pruebas en una proporción de cuatro a uno, y aún así perdimos. Es injusto, pero de eso va la cosa. Es la lógica del Mario Kart, en que aunque vayas último puedes colocarte el primero.
Entre la diversión, el ridículo y la perversión
Habéis leído bien la última de las palabras. No se me ocurre otra manera de definir un conjunto de pruebas en que se nos pide hacer cosas como ésta. Podría parecer casualidad, pero hay varias de ese tipo. De llevarte el Joy-Con a la boca en un movimiento rítmico o de sacudirlo hacia arriba y hacia abajo con fuerza. Me llamaréis depravado, pero creo que Sigmund Freud estaría conmigo. Para más señas hay un minijuego que se llama "duelo de aceros".
Pero no quiero que os quedéis sólo con la idea de que 1-2-Switch juega con el subconsciente adulto. También traspasa una línea, la que separa el ridículo de la diversión. Y lo hace sin contemplaciones, yendo de un lado hacia otro a medida que jugamos pruebas. Sin respiro. Y además, acabas exhausto. Es un juego de ejercicios cortos pero intensos. De eso va también el asunto. Por eso os voy a contar cuáles son los 5 minijuegos que más me llamaron la atención de esta toma de contacto.
Duelo de aceros. Pues eso, el nombre lo dice todo. Un jugador se coloca enfrente del otro, blandiendo su Joy-Con como si de una espada se tratase. Si lo mueves ligeramente, puedes comprobar cómo chocan, al estilo de cuando dos espadachines se miden antes de iniciar el combate. Los golpeos funcionan, así como las defensas, y los sonidos que salen del televisor te meten en el calor de la batalla. Pero he notado imprecisiones que me han sacado por completo de la experiencia… Tendré que probarlo contra mi redactor jefe una vez nos llegue el título a 3DJuegos.
Yoga. Tienes que imitar la figura en pantalla, que podría sostenerse sólo sobre un pie y estirar los brazos, uno hacia adelante y otro hacia atrás. Es lo que me tocó hacer. Lo más difícil no es conseguirlo, sino mantenerte así ante la mirada de más de 20 personas y no temblar, porque el Joy-Con es un maldito chivato que al final muestra una gráfica de lo mal que lo has hecho. Conseguí ganar, pero porque un compañero me sujetó el pie que tenía en el aire, ayudándome a ganar estabilidad. Nadie dijo que no se pudieran hacer trampas…
Cuentabolas. Lo probé en Londres, pero es que no deja de sorprenderme cada vez que lo juego. Consiste en detectar el número de esferas que se encuentran "dentro" del Joy-Con. Las capacidades de este dispositivo son sorprendentes, y me parece increíble cómo es capaz de engañar la vibración HD a nuestro cerebro. A nivel de detalle, se trata del minijuego más espectacular en este sentido. Si muestras a alguien 1-2-Switch a través de esta prueba, probablemente quiera seguir jugando para comprobar qué más hay.
Magos. Esto es lo más parecido a cuando Goku y Vegeta se lanzaban mutuamente una onda de energía y ambas chocaban durante varios segundos. Ambos jugadores cargan sus varitas en el aire (haciendo círculos) y luego apuntan a su rival, dando impulsos según consideren oportuno. En pantalla se verá el progreso de cada ataque, siendo el vencedor el que consiga llevar su onda -empujando a la contraria- hasta el otro extremo de la pantalla.
Tenis de mesa. Fue divertido. Jugué contra otro periodista y probamos a movernos, imitando que subíamos a red o que nos alejábamos de una mesa que no existía. No valora tu distancia al oponente, y tal vez por eso pierdes un poco sensación de realismo, pero detecta bien los movimientos. Especial mención a los saques, en los que puedes engañar a tu oponente, poniéndote de espaldas o usando artimañas. 1-2-Switch repito que va sobre no tomárselo demasiado en serio. Puedes "romper" las lógicas para trolear al oponente. Ahí reside la magia.
Es formidable para comprobar el poder de los Joy-Con
Había más minijuegos. Uno en que imitabas la acción de correr en el sitio, otro consistente en convertirte por un momento en guitarrista de una banda de rock, uno más centrado en afeitarse… 28 minijuegos que en definitiva persiguen quitarnos la vergüenza (o hacer que sea ajena), pero en cualquier caso divirtiéndonos o haciéndonos soltar alguna risa. Eso lo consigue. Lo que me pregunto es si será suficiente. Si no será el típico videojuego party que juegas una vez y luego abandonas para siempre.
También me salta la duda si los minijuegos no pecan de poco ambiciosos en muchos casos, o si los modos de juego brillan por su ausencia. Todos estos aspectos tendremos que resolverlos antes de que llegue el 3 de marzo. Yo de momento voy reservando alguna tarde de viernes, porque después de todo no me lo pasé nada mal el otro día...