Temtem ya ha llegado en su versión final y tras mis primeras horas de juego me he encontrado un nuevo enfoque del coleccionismo de monstruos, profundamente inspirado en Pokémon, con muy buenas ideas, una vuelta de tuerca en los combates y un planteamiento del competitivo que seducirá hasta a los jugadores más casuales.
El concepto propuesto por Temtem me sedujo desde el primer momento: un "Pokémon Made in Spain" que busca escuchar a los jugadores de la veterana saga de Game Freak, simplificando algunas mecánicas mientras profundiza en otras, y todo ello cimentado sobre un MMO con una estética atractiva y disponible en todas las principales plataformas. Una apuesta muy inteligente que Crema Games ha estado puliendo a lo largo de su acceso anticipado y que ha llegado al mercado con su versión 1.0 esta misma semana. Ya he podido dedicarle mis primeras doce horas al juego a su versión final y lo cierto es que me ha dejado con muy buen sabor de boca y ganas de seguir capturando nuevos Temtem.
Temtem combina una estética desenfadada para sus personajes, entornos y criaturas con unas estilizadas sombras planas sin bordes negros que dotan al juego de un apartado artístico limpio, vivo y muy colorido. Pero este es un juego sobre atrapar criaturas de fantasía y crear un vínculo con ellas, así que el diseño de los Temtem tiene una importancia capital. Algunos de ellos me han sacado una sonrisa, muchos son adorables y otros tantos son bastante olvidables, pero me ha resultado sencillo hacerme con un equipo compuesto por un buen grupo de compañeros de aventuras a los que me apetece ver evolucionar.
Nuestro viaje comienza cuando despertamos en casa de nuestra madre, y esta nos recuerda que debemos visitar al profesor Konstantinos. El profesor nos dará a elegir entre tres Temtem para que arranquemos nuestra aventura, nos dotará de una práctica herramienta para registrar a las criaturas con las que nos crucemos por el mundo y pasaremos a realizar nuestro primer combate contra Max, un repelente joven del pueblo que promete ser nuestro rival a lo largo del juego. A partir de ahí, nos espera nuestro primer gran reto fuera de nuestra aldea: derrotar a la líder del dojo de otra ciudad. Si todo esto te suena, es normal, esta es la estructura de la historia con la que arrancó Pokémon y el estudio no ha dudado en replicarla en lo que es toda una declaración de intenciones que, como he podido comprobar, no sólo afecta a la narrativa.
Rutas densas y batallas por equipos
Ya en marcha en nuestro viaje para ser todo un gran entrenador y completar nuestra Tempedia, el avance se desarrolla de manera similar a la vivida en los títulos clásicos de Pokémon: las ciudades están conectadas por rutas que sirven de entrenamiento para nuestros Temtem, enfrentándonos a enemigos menores y a Temtem salvajes a los que podremos capturar. Aunque Crema Games ha tomado nota de las opiniones de los jugadores del acceso anticipado y ha aligerado estas rutas para su versión final, las he sentido algo densas en cuanto a combates. El ritmo de aparición de los Temtem salvajes es considerable, en especial en cuevas y ríos, donde nos encontramos constantemente expuestos. También abundan los entrenadores con los que luchar, llegando a plantearse el camino como un reto bastante intenso cuando nos acercamos a algún rival importante.
Un apartado artístico limpio, vivo y muy colorido
Debes tener en cuenta que en las batallas se enfrentarán hasta cuatro Temtem, en equipos de dos contra dos. Este es uno de los grandes atractivos que el juego de Crema Games ofrece y, desde los primeros enfrentamientos, he sentido como cambiaba mi forma de plantear el combate, encontrándome con diferentes capas de profundidad a la hora de decidir cómo construía mi equipo y cómo encajaba las técnicas. Los combates por turnos, en los que contamos con cuatro habilidades por Temtem, se vuelven tremendamente interesantes cuando tenemos que tener en cuenta las combinaciones de habilidades de las distintas criaturas, ataques múltiples y otros elementos propios de la batalla por equipos. Sin embargo, también vuelve más tediosos algunos de los combates menos interesantes, contra enemigos menores o Temtem salvajes, que pueden hacerse soporíferos si queremos despacharlos con premura.
El competitivo como gran atractivo
Pero si hay un aspecto en el que Temtem ha llamado mi atención, ese es el competitivo. Siento que Crema Games sabe muy bien cómo tender un puente hacia los jugadores que habitualmente no se interesan por este apartado en los juegos de Game Freak, a la vez que simplifica algunos de los aspectos más farragosos que encontramos en la franquicia. Temtem no engaña a nadie, es un juego abierto a los jugadores donde las estadísticas de las criaturas están en todo momento a nuestra disposición y de una forma clara. Mientras jugamos la historia, Temtem nos facilita el salto al juego competitivo acortando distancias con el juego casual, cada batalla con la que nos encontramos en el juego ya formará parte del entrenamiento para competir y una vez inmerso en esta modalidad, Temtem pondrá a nuestra disposición un creador de equipos integrado en el mismo juego. Es esta batería de propuestas, que va más allá de la historia del juego, las que más me emocionan y que más sentido le dan al componente MMO.
Temtem facilita el salto al juego competitivo
Si bien Temtem me atraía por ser una novedosa alternativa a Pokémon, tras haber jugado las primeras horas siento que lo realmente interesante me espera más allá de la historia, en un multijugador competitivo muy bien planteado. Esta visión a largo plazo del título parece haber traído de la mano el juego como servicio a través de un pase de temporada y micropagos que, si bien no interfieren directamente con el apartado jugable, nunca están carentes de polémica, en especial en juegos alejados del marco free-to-play.