Probamos uno de los últimos grandes lanzamientos que quedan por aparecer en este año que está cerca de concluir. Estas son nuestras impresiones sobre el nuevo trabajo de CI Games: Sniper Ghost Warrior Contracts.
Sin llegar a ser catalogada como una de las series más famosas en lo que se refiere al terreno de los juegos de estilo FPS, CI Games sí que ha conseguido crear una obra bastante reconocible y que goza de una fiel legión de seguidores. Sniper Ghost Warrior siempre ha destacado por ofrecer algo diferente dentro de su género, dado que si bien la acción es uno de sus componentes básicos, lo más importante de su concepto de juego es el sigilo y la táctica. Y estos dos últimos ingredientes son los que una vez más van a volver a destacar en esta nueva entrega denominada Sniper Ghost Warrior: Contracts, edición que ya he podido probar en un código bastante avanzado correspondiente a la versión para PC.
Después del último experimento que llevó consigo la entrega anterior, Sniper Ghost Warrior 3, capítulo que no fue especialmente bien recibido por la crítica, los desarrolladores van a apostar por regresar un tanto a la fórmula más tradicional que siempre ha caracterizado a la franquicia y que les reportó mejores resultados. Por lo tanto el enorme mundo abierto que acogió la tercera parte dejará paso a un esquema diferente y más clásico en el que, eso sí, nos tocará encarnar nuevamente a un francotirador letal que llevará por nombre Seeker (Cazador).
Además, y sin ser su mayor cualidad, los desarrolladores van a intentar insuflar una historia por lo menos sugerente para respaldar todo lo que llevará consigo este shooter de acción táctico en primera persona
Asaltando el poder en las duras condiciones climáticas siberianas
Siberia será el lugar en el que tendrá lugar todo el tinglado narrativo que rodeará al título, zona que estará en plena guerra interna. Y es que después de proclamarse como territorio independiente y soberano, sucederá lo de casi siempre: el nuevo gobierno pronto se corromperá fruto del poder y del dinero y una resistencia se alzará contra él. Y ahí es donde entraremos nosotros, siendo la punta de lanza de una fuerza rebelde que luchará por derrocar a los actuales gobernantes siberianos.
La versión que he podido probar tenía habilitados dos mapas diferentes de los cinco grandes escenarios que serán integrados en la versión final del juego: Glacier y Harbor. Este último ya se había mostrado con anterioridad, si bien Glacier era inédito. Dos lugares tan distintos (una zona totalmente nevada y un puerto costero) como bien diseñados, al menos por lo que pudimos comprobar, y que acogían cinco misiones principales por barba… más una buena cantidad de desafíos opcionales adicionales.
El primero al que fui a parar al completar el nivel de tutorial (también opcional) fue el gélido mapeado de Glacier. Dividido en varias zonas claramente diferenciadas y a las que era posible acceder una vez visitadas mediante el siempre útil Viaje Rápido, en él debíamos realizar distintos objetivos muy diversos, como localizar y buscar evidencias de un laboratorio secreto a encontrar y acabar con un par de objetivos determinados. Y, lo dicho, a las misiones principales se sumaban una buena remesa de objetivos adicionales que, en suma, van a otorgar a la aventura una rejugabilidad elevada. Y más teniendo en cuenta que, por su diseño, será posible actuar de diversas maneras diferentes y solventar los encargos cómo y de la forma que creamos conveniente.
Siberia es el lugar en el que se desarrolla el hilo narrativo del juego
Fiel a mi forma de proceder en este tipo de propuestas, llevé a cabo un par de objetivos en plan sigilo total. Para ello tuve que utilizar todas las armas, gadgets y capacidades con las que iba equipado el protagonista, comenzando por la más que llamativa máscara en plan futurista que le permitirá desde comunicarse con el mando central a usar sus prismáticos integrados (los cuales incluso servirán para marcar a los rivales para tenerlos controlados) y demás funciones de lo más útiles. Y, antes de seguir, conviene comentar que antes de cada misión podremos equiparnos como creamos oportuno, pudiendo invertir el dinero que iremos obteniendo al completar cada uno de los contratos que cumplamos en nuevas armas y partes de equipo.
También tendremos otros juguetes a nuestra disposición, como un dron que nos permitirá analizar el terreno al detalle o, nuestro mejor aliado, un magnífico rifle de francotirador que podremos cargar con una buena cantidad de diferentes tipos de munición: balas perforadoras, explosivas, de señuelo, etc. Dicho rifle nos permitirá acabar con los adversarios desde largas distancias, pudiendo calibrar la mirilla en cada caso para ajustar nuestro disparo teniendo en cuenta tanto la distancia como la fuerza del viento. Soldados, ametralladoras de posición automáticas, explosivos ocultos, francotiradores rivales y hasta vehículos blindados serán algunos de los escollos que tendremos que ir superando a lo largo de cada uno de los niveles que tengamos entre manos.
La jugabilidad en plan sneaking me pareció de lo más gratificante tanto en el escenario del que os he hablado, Glacier, como del que estaba localizado en un puerto mercantil repleto de contenedores de carga, faros y zonas de descarga. Dos zonas que daban mucho juego y en las que, además, era posible moverse con soltura y sin ningún tipo de ataduras, dando lugar a una jugabilidad muy flexible y también gratificante. Con paciencia (y en el segundo nivel de dificultad de los tres que integrará Sniper Ghost Warrior: Contract) pude acabar con la inmensa mayoría de los adversarios presentes en ambos decorados (con sus respectivas zonas de juego) usando únicamente el sigilo y sin ser detectado ni tan si quiera por las cámaras de vigilancia. Y las sensaciones que me produjo fueron similares a las dispensadas por otro as del sigilo como es el Agente 47 y su saga Hitman, algo de lo que no pueden presumir muchos títulos.
La famosa bullet cam que sigue la trayectoria de nuestras balas resulta espectacular
Sin embargo y por experimentar, más tarde también quise actuar de manera más directa para comprobar qué tal funcionaba el gunplay. Y, sin ser ni mucho menos el punto fuerte de este videojuego, me dio la sensación de que se va a dar un paso al frente bastante importante en relación a lo plasmado en las entregas precedentes de esta serie en este mismo terreno. Esto habla muy bien de los desarrolladores, CI Games, estudio que ha querido escuchar y atender a muchas de las peticiones por parte de la comunidad de jugadores. Y una de las sugerencias más curiosas de todas las que van a ser implementadas en Contracts va a ser la posibilidad de poder desmembrar a los adversarios.
Pude contemplar alguna que otra escena de esta índole y, sin duda, aquellos que pidieron dicha característica seguramente van a quedar bastante satisfechos cuando comprueben cómo los rivales pierden brazos y piernas como consecuencia de alguno de nuestros disparos. Un toque gore que estará debidamente respaldado por la ya famosa bullet cam que seguirá de manera muy espectacular la trayectoria de nuestras balas fulminantes hacia los pobres rivales, pudiendo contemplar cabezas explotando y demás lindezas.
Todo esto que os acabo de comentar ligado a la jugabilidad estaba bien arropado por un apartado visual convincente que, al menos en su versión para PC, se comportaba de manera muy estable en todos los aspectos. Un acabado gráfico donde la ambientación y la iluminación me parecieron dos de sus elementos más conseguidos que, además, estará secundado por una faceta sonora muy trabajada que incluirá un buen doblaje en inglés con textos en español. No queda mucho para poder disfrutar de Sniper Ghost Warrior: Contracts, dado que estará listo para debutar tanto para PC como para PS4 y Xbox One a partir del próximo día 22 de noviembre.