Así es Onimusha: Warlords. La remasterización del clásico de Capcom

Así es Onimusha: Warlords. La remasterización del clásico de Capcom
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La mítica saga Onimusha regresa remasterizada tras su etapa en PlayStation 2. Después de cuatro entregas en la consola, no hemos vuelto a saber de ella hasta ahora, con esta versión que pretende dar a conocer el clásico, adaptando lo que puede de su fórmula. Te contamos cómo fue y cómo se juega a Onimusha hoy día.

Fue una de las sagas más queridas de la época de PlayStation 2, un juego de acción y samuráis que no dejaba indiferente a nadie que lo jugaba, pero con el tiempo y con su discontinuidad, se ha terminado convirtiendo prácticamente en una serie de culto que algunos recuerdan con cariño y otros, por desgracia, no han tenido la oportunidad de conocer. Cuatro entregas. Onimusha: Warlords, Onimusha 2, Onimusha 3 y Onimusha: Dawn of Dreams de las cuales nos llega ahora la primera de ellas de forma remasterizada y sin noticias, por el momento, de que veamos sus continuaciones en un futuro cercano. Pero, ¿qué es exactamente Onimusha: Warlords? ¿Cómo se jugaba en su momento y qué podemos esperar de esta remasterización?

Esta saga de Capcom se centra en el Japón Feudal y podemos decir que es uno de los herederos espirituales de Resident Evil, ya que su forma y estructura son muy parejas a la de los juegos de zombies, creando todo un sistema de cámaras fijas y escenarios pre-renderizados que abundaban en los juegos de la compañía de Osaka. Sin embargo, Onimusha viraba un poco más hacia la acción, creando un combate a corta distancia algo más ágil y rápido que Resident Evil, el cual resultaba bastante más pausado en comparación, deteniendo la acción para enfatizar la atmósfera y el terror. Así, Onimusha era una aproximación más directa, en la que no teníamos que preocuparnos por la munición, ya que nuestro protagonista usa distintas espadas. Tanto para los que jugaron en su momento como los nuevos interesados, vamos a repasar algunos conceptos de la saga Onimusha así como los detalles de esta remasterización y puesta a punto de su primera entrega, Warlords.


Invasión demoníaca

Lo cierto es que Onimusha es un hijo de su tiempo, en un clásico gusto japonés de ofrecernos una historia ambientada en el Japón Feudal en plena invasión demoníaca. No fue ni la primera ni la última vez, además, que se utilizó a la figura de Oda Nobunaga como uno de los principales antagonistas en este tipo de historias. Y en esta ocasión, es utilizado también para albergar el poder demoníaco supremo, el cual por supuesto tendremos que detener con la ayuda de nuestros héroes, el samurái Samanosuke y la ninja Kaede.

Así es Onimusha: Warlords. La remasterización del clásico de Capcom


El personaje de Samanosuke siempre ha sido muy popular, ya que fue en esta generación cuando se empezó a experimentar con la inclusión de actores, prestando su voz y rostro a los personajes. Así, la figura del actor Takeshi Kaneshiro comenzó a hacerse bastante popular entre los jugadores, antes incluso de la popular película La Casa de las Dagas Voladoras. En especial, su retorno en Onimusha 3 junto a Jean Reno y esa espectacular secuencia de introducción creada por ROBOT que sigue siendo un clásico a día de hoy, fueron responsables del éxito.

Así, Samanosuke debe rescatar a la princesa Yuki y su hermano de las garras de los demonios, que quieren utilizarla como sacrificio para otorgar un gran poder a Oda Nobunaga. Con las habilidades de samurái de nuestro héroe no será suficiente, por lo que tendremos que hacer uso del guantelete Oni, que otorga a su poseedor la capacidad de absorber almas y mejorar sus armas para hacer frente a los demonios. En algunos momentos también manejaremos a Kaede, una ninja que al no disponer de los poderes otorgados por el guantelete, tendrá que apostar por la velocidad (y en ocasiones la huida) para sortear a los enemigos y ayudar a Samanosuke en su lucha.

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La fórmula Resident Evil: Acción, exploración y puzles.

Como hemos comentado anteriormente, Onimusha bebía directamente de las fuentes de Resident Evil en cuanto a su estructura. El juego de cámaras, personajes 3D y escenarios pre-renderizados funcionaban exactamente igual, pero a diferencia del survival horror de Capcom, aquí el planteamiento era más directo y con un foco más dirigido hacia la acción y los combates. Al utilizar espadas no había que preocuparse por la munición, pero eso no ponía las cosas fáciles, ya que había que administrar muy bien la salud.

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El guantelete Oni es la clave de todo. Los distintos orbes que podemos absorber mejoran nuestra magia, experiencia y salud. La salud es un elemento muy ingenioso, ya que si gastamos hierbas o medicamentos, conseguimos fácilmente salud, pero perdemos la oportunidad de rellenar nuestra barra de vida gratuitamente acabando con los demonios y absorbiendo los orbes. Un planteamiento que siguió en cierta forma también Devil May Cry. En ambos juegos, conservar objetos de curación hacía más fácil los enfrentamientos más duros del juego, ya que estos objetos en Onimusha están contados.

La exploración y puzles del castillo son lo que más influencia recibe de Resident Evil. Por lo general, todo consistía en encontrar el objeto clave para poder abrir una puerta cerrada, pero en ocasiones también encontrábamos rompecabezas clásicos y acertijos que resolver mediante la búsqueda de diversos diarios. Todo para mejorar nuestro sistema de energía y salud. Con los orbes, además, podíamos mejorar nuestra katana, espadón y sable de dos hojas, mientras que también teníamos disponibles un arco y un arcabuz, pero era vital mejorar los poderes de las armas cuerpo a cuerpo para desbloquear puertas de tres niveles distintos. Como podéis ver, un planteamiento muy clásico, pero siempre efectivo para fomentar la exploración a conciencia.

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¿Qué aporta la remasterización?

Vale, pero ¿qué diferencias hay entre esta remasterización y la versión original del juego? Lo cierto es que pocas. De entre los distintos tipos de remasterizaciones que solemos encontrar, la de Onimusha es de las más básicas. Cierto es que es difícil mejorar un juego que usa fondos pre-renderizados sin convertirlo en un remake, aunque sea visual, en toda regla. Así, en lo que respecta al apartado técnico, tendremos una mejora de los modelos 3D, que es donde se pueden aplicar más fácilmente. Aun así, hemos notado que algunas sombras bailan un poco en algunos momentos debido al aplique de estos modelos más detallados, aunque es algo muy puntual.

Así es Onimusha: Warlords. La remasterización del clásico de Capcom


La relación de aspecto también se ha visto alterada. Al igual que hicieran Resident Evil 0 y 1 en sus remasterización del remake de GameCube (menudo malabar lingüístico), se ha convertido el formato original de 4:3 en 16:9 para rellenar toda la pantalla. Así, los escenarios pre-renderizados hacen ahora un ligero scroll vertical u horizontal para adecuarse al formato. Sin embargo, para lograr este efecto se ha tenido que ampliar dichos fondos, que unido a las definiciones de nuestros televisores HD los hacen deslucir un poco más. Sobre todo en los fondos de este primer Onimusha, que llegó con la primera hornada de PS2.

En cuanto al movimiento, es quizá uno de los puntos que más se agradecen de esta remasterización, ya que el primer juego se controlaba directamente con la cruceta digital y no se podía hacer uso del stick analógico para mover al personaje. Esto ha venido ahora de perlas a la remasterización, ya que no hace falta ni cambiar el tipo de control en las opciones para disponer del control clásico y el nuevo a la vez. Con el pad digital movemos a Samanosuke de la forma clásica, la utilizada por los primeros Resident Evil, mientras que con el analógico podemos usar el control moderno, mucho más cómodo y efectivo. Más aún teniendo en cuenta que la postura de batalla nos permite realizar acciones especiales para esquivar de las que carece el control moderno.

Merece la pena y mucho conocer esta saga

Esta remasterización, que se ha lanzado tanto en PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y Steam, incluye varias novedades más. En primer lugar, la banda sonora ha sido renovada, mientras que en cuanto a las voces, podemos acceder tanto a la versión original en japonés como el doblaje en inglés, con unos subtítulos que ahora están disponibles en español. El modo fácil, que antes se desbloqueaba tras unas cuantas muertes, es accesible desde el principio y se ha añadido un sistema de logros internos, en los que conseguir 56 tipos de honores.

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Onimusha a día de hoy: ¿Merece la pena?

Es difícil recomendar a todo el mundo Onimusha hoy día, porque es cierto que su fórmula clásica no gustará a todo tipo de jugadores, pero es una con la que muchos hemos crecido y guardamos un cariño especial. Si eres fan de la serie, es una manera ideal de rejugarlo, debido sobre todo al control renovado que ofrece, aunque si lo tienes fresco no hay muchos alicientes más allá de lo que ofreció el juego original. Además, como suele ser costumbre últimamente, la versión física no llegará a Occidente, por lo que si eres coleccionista tocará importar desde Japón. Está confirmado que esta edición contiene subtítulos multilenguaje, por lo que al igual que sucedió con las Megaman X Collection, también estarán incluidos los textos en español.

Así es Onimusha: Warlords. La remasterización del clásico de Capcom


Para aquellos que no jugasen en su momento, deben tener en cuenta que la estructura de Onimusha es la de un juego clásico. Se trata de una remasterización y no de un remake, por lo que es el juego original, pulido en lo visual, lo sonoro y el control. Su precio de lanzamiento es de 19,99€ y su duración en una primera partida, sin saber la resolución de los puzles y el camino a seguir, puede ser algo más larga, pero Onimusha no se caracteriza por ser un juego especialmente largo, así que calcula entre 5 y 7 horas. Por el precio adecuado y según gustos, quizá aprovechando alguna oferta, merece la pena y mucho conocer esta saga, ahora de culto, pero que fue un gran pilar en la generación de PlayStation 2 y demostró que la fórmula Resident Evil podía explotarse de muchas formas distintas. Su sistema de combate y de recolección de orbes es divertido, sobre todo cuando se le acompaña con el uso de parries, que nos permite atacar fugazmente al enemigo si lo hacemos en el momento adecuado. Además, aunque al principio pueda parecer algo sencillo, los últimos compases se complican y es donde el juego nos pregunta si hemos sabido ahorrar curativos, mejorado todas las armas y aprendido todas las técnicas de combate para las pruebas finales.

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El futuro de Onimusha

¿Significa esto que veremos más Onimusha en el futuro? Es difícil de saber. Quizá Capcom está lanzando una ligera tentativa al mercado para saber cómo resuena este primer Onimusha: Warlords entre los aficionados y los nuevos jugadores. Aunque no creo que la estadística esté enfocada en Occidente, sino especialmente al territorio japonés. Si funciona, quizá veamos más adelante sus continuaciones y tengamos de vuelta toda la saga al completo en los próximos años.

No obstante, me atrevería a decir que este tanteo del terreno por parte de la compañía de Osaka tiene como fin último comprobar si hay mercado por un nuevo Onimusha. No sería tan descabellado, ya que Capcom ha ido lanzando enigmáticas declaraciones el último año, como aquella que afirmaba que estaban preparando un juego con el que los aficionados dirían "guau, ¿de verdad están haciendo eso?". Onimusha casa perfectamente con estas declaraciones y estoy seguro de que muchos aficionados se alegrarían con el retorno de Samanosuke y el guantelete Oni a las consolas modernas. Hasta entonces, tenemos esta remasterización como aperitivo para abrir el apetito.

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