Quien ha jugado Dead Space todavía lo recuerda. Pese a una fallida tercera parte, sus dos primeras entregas fueron soberbias. Gritamos tan fuerte siendo Isaac Clarke que seguro que en el espacio oyeron nuestros chillidos, aunque sea imposible. Lo recordamos y hablamos con Steve Papoutsis, productor ejecutivo de The Callisto Protocol, un nuevo videojuego de terror que busca repetir las sensaciones de Dead Space.
Uno de los trailers más sorprendentes que vimos durante la gala de The Games Awards 2020 fue el de The Callisto Protocol. Nos encantó porque guardaba muchísimos parecidos con una de las sagas más queridas de PC, PS3 y Xbox 360: Dead Space. Las similitudes no eran meras casualidades. El estudio encargado de desarrollar el juego se llama Striking Distance Studio, y entre sus filas se encuentran los creadores originales de Dead Space. Steve Papoutsi, productor ejecutivo de The Callisto Protocol, y productor en la primera y segunda aventura de Isaac Clarke, me explicó de qué irá esta nuevo título: "la historia de The Callisto Protocol tendrá lugar en Calisto, el satélite de Júpiter, en el año 2320. Los jugadores tendrán que descubrir los oscuros secretos de Black Iron Prison".
El creativo no profundiza en muchos más detalles. "Contaremos más sobre el protagonista, el universo y la historia durante el próximo año, pero creemos que nuestros escritores han desarrollado una fantástica historia original". La cárcel Black Iron Prison nos devuelve a nuestro viaje por la USG Ishimura en 2008. Isaac Clarke, un ingeniero, tuvo que desplazarse hasta esta nave minera para repararla. Su interior se reveló como un espacio claustrofóbico e intrincado repleto de salas oscuras, túneles y pasillos angostos. En realidad, la Ishimura no era una cárcel, pero terminaba funcionando como tal. Es por ello que la evolución del espacio de juego parece la lógica y la natural.
Gran parte del éxito de Dead Space se debió al acierto a la hora de crear a sus enemigos, los necromorfos. Estos seres deformes y letales no eran otra cosa que los cadáveres de la propia Ishimura, mutados por un virus que les daba una nueva vida. Hay algo muy interesante en el combate del juego, en cómo Isaac Clarke luchaba contra ellos con todo lo que tenía a su alcance. Él no es un marine, no es un guerrero, es un ingeniero, por lo que batalla con sus herramientas de trabajo y con su ingenio. Por ello, Dead Space se sentía como una batalla entre la inteligencia de nuestro personaje contra la brutalidad de los monstruos a los que nos enfrentábamos. ¿Cuánto de eso sigue siendo vigente en 2020? y, lo más importante, ¿cuánto de ello hay en The Callisto Protocol?
De la Ishimura de Dead Space a Calisto
Lo curioso es que el título de Visceral Games situaba su acción en un contexto en el que los recursos de La Tierra estaban agotados. La Ishimura había viajado muy lejos para conseguir más. ¿Representaban estos necromorfos al tremendo error cometido por el ser humano? ¿Isaac Clarke era una alegoría de lo único que podía salvar a la humanidad: el uso de la inteligencia? El productor ejecutivo de The Callisto Protocol y de Dead Space me explicó que para lograr esta vinculación con Isaac integraron gran parte del HUD en el cuerpo del ingeniero. A finales de la primera década del año 2000, fue impactante poder comprobar su salud mirando el color de su columna vertebral, así como acceder al inventario mediante un holograma que se proyectaba desde su cuerpo.
Fue gracias a esta combinación de ideas por lo que nos sentimos tan cerca de nuestro avatar. Es más fácil sentir inmersión siendo un trabajador en apuros que alguien todopoderoso; en especial si el resto de los elementos del juego apoyan esta intención. Pero no solo estas decisiones favorecieron a la inmersión. Llevar toda la información al cuerpo de nuestro protagonista centraba el foco de atención en eso, en su cuerpo, en su espalda. En su carne. Dead Space se puede clasificar dentro del subgénero de juegos de terror body-horror, un tipo de miedo que concentra sus energías en temer que nos coman, que nuestro cuerpo se deforme o que nuestros intestinos se desparramen por el suelo; también en el absoluto pánico de convertirnos en necromorfos. Si conocéis la filmografía de David Cronenberg, sabréis de qué estoy hablando.
Lo genial es la combinación de este miedo con el tipo de monstruo al que nos enfrentamos, y el acento que hace para que entendamos que nuestro cuerpo es importante, sensible, vulnerable y vital. Para acabar de rizar el rizo, Isaac ataca a sus enemigos también destrozando su anatomía, cercenándola, para convertirse él mismo en el terror de los necromorfos. Este giro es común en títulos de terror y acción, es el impuesto por Resident Evil desde sus orígenes, pero aquí funciona especialmente bien. Esta suma de ideas conseguía transmitirnos unas sensaciones únicas, y son las mismas que queremos ver en The Callisto Protocol.
Y es que hay muchos de estos elementos apuntan a estar también en el nuevo videojuego de terror espacial. El chico que aparecía en el trailer de presentación también tenía un medidor de vida en su nuca. Al comienzo del mismo aparecía hablando con un holograma, una tecnología que parece similar a la que Isaac usaba para ver su inventario. A los pocos instantes, un monstruo apareció ante él, abrió la boca y ensartó sus tentáculos en su carne. No parecía que los que miraban la escena al otro lado de una pantalla se sorprendieran, por lo que podemos deducir que en Black Iron Prison se están haciendo experimentos con estas criaturas y con seres humanos. Lo más posible es que el medidor de salud en el cuello sirva para saber que la comida de los monstruos está en buen estado.
Tras este primer instante, un personaje mira al espacio, a la superficie de Calisto. Este satélite está compuesto principalmente de roca y de hielo, es muy antiguo y cabe la posibilidad de que exista un océano en su interior, lo que abre la posibilidad de que hubiera existido vida hace mucho tiempo. Esto puede llevar la historia por dos derroteros. El primero es continuar con la idea de Dead Space de la búsqueda de un nuevo planeta que habitar o recursos que explotar. El segundo es que esa vida sea algo que los científicos de su juego estén intentando investigar. Teniendo en cuenta que parece que han ubicado aquí una cárcel, la opción más plausible es la segunda, pero, ¿y por qué se experimenta con ellos? Siguiendo con los parecidos con la aventura de Clarke, el ingeniero podía hacer uso de un módulo estabilizador para congelar a los enemigos y a distintos elementos de su entorno. Es posible que ahora el estudio quiera ampliar mucho más el rango de poderes de Isaac, obteniéndolos a través de la experimentación con los monstruos. Esta idea tiene mucho sentido dentro de cómo entiende el terror este estudio de desarrollo. Claro que la pregunta ahora es: doce años más tarde, ¿ha cambiado el modo en el que quieren asustarnos o seguirá los patrones de Dead Space?
Steve Papoutsis mencionó las habituales referencias a la hora de inspirarse para su nuevo juego; por supuesto, estando Alien a la cabeza de todas. Teniendo en cuenta que desde 2008 el género del terror ha avanzado mucho, y P.T. lo ha revolucionado todo, le pregunté si la experiencia de Hideo Kojima influyó al equipo. Su respuesta fue "P.T. es un estilo de terror completamente diferente al de The Callisto Protocol, que toma sus bases del horror clásico de las películas de ciencia ficción. Por otra parte, P.T. recurre a las influencias del terror japonés para construir su mundo como hizo Silent Hill antes". Me habló también la importancia de escribir personajes como Isaac Clarke, individuos que con fortalezas y debilidades, perfectos para el tipo de experiencia que nos fascinó con Dead Space.
Un juego de terror en el universo de PUBG
Todo parece indicar que The Callisto Protocol quiere ser digno heredero de Dead Space
En definitiva, por lo que he podido hablar con el productor, todo parece indicar que The Callisto Protocol sí quiere ser un digno heredero de Dead Space. Tenía mis dudas porque este juego está ubicado en el universo de PlayerUnknown's Battlegrounds; sí, en serio. Pero la idea del juego nació sin tener este título en cuenta y, simplemente, lo adaptaron para que encajara a posteriori. Con una fecha todavía por definir, lo esperamos a lo largo de 2022. Como dijo Isaac Clarke: "los hombres buenos tienen intenciones buenas. Solo que no siempre terminamos haciendo el bien". Espero que este no sea el caso y que las intenciones tan buenas de Steve Papoutsis y su equipo sí logren traernos de vuelta las mismas sensaciones que vivimos en 2008. Ahora solo nos queda esperar. ¿Nos echamos un PUBG mientras?