Los MMOs pueden dar un giro radical gracias a APB, el más ambicioso cambio que planea el género para los próximos años. Acción multijugador masiva de manos de los creadores de Crackdown que tiene en la personalización, el frenetismo y la adicción sus principales condimentos.
El proyecto más ambicioso de RealTime Worlds, los creadores de Crackdown, es APB y así lo demuestra el empeño que están poniendo en su desarrollo y el tiempo que éste lleva en marcha. Aplicando la lógica el equipo podría haber optado por la vía fácil y haber desarrollado la cómoda secuela de Crackdown 2 en lugar de dejársela a Ruffian Games, con un futuro más plácido y seguro desde el punto de vista económico; sin embargo a ese grupo le gusta el riesgo, y no había nada más valiente que comenzar un MMO.
David Jones, la principal cabeza de RealTime Worlds y una de las mentes pensantes tras el primer Grand Theft Auto, quiere darle un giro de 180º al género de los MMOs, con la violencia, la libertad y la plena personalización como principales puntos de referencia. APB es un coche en llamas a toda velocidad, ¿te subes?
Crash
En la ciudad de San Paro, asediada por las bandas, es donde se desarrolla toda la jugabilidad de APB. Se trata de una urbe futurista, sólo dentro de unos años, en la que dos bandas se enfrentan a diario con una violencia inusitada.
Al comenzar nuestra partida lo haremos en el distrito social, donde no está permitido el uso de armas y donde podremos personalizar el aspecto de nuestro personaje. Como ya adelantamos en nuestro Primer Contacto con APB, el juego es en este sentido inusualmente prolífico en opciones, con una cantidad y profundidad de alternativas realmente encomiable.
La ropa, la apariencia física, los tatuajes… Todo resulta fascinante en APB, y no sólo repleto de las opciones más alocadas o serias, según nuestro agrado, sino todo ello tratado con extraordinario gusto y cuidadísimo realismo. La idea de la personalización en los avatares es algo que persigue a los MMOs, y como tal APB no podía ser diferente, sin embargo el juego va todavía más lejos. ¿La referencia? LittleBigPlanet. En APB, al igual que en el juego de Media Molecule, tendremos posibilidades de generar contenidos propios de todos los tipos para los personajes, y después podremos compartir nuestras creaciones con usuarios de todo el mundo ya sea con la forma de vehículos, trajes, etcétera.
Todo esto está muy bien, pero si su acción no es emocionante y adictiva no tendríamos mucho que hacer con un editor tan potente como el de APB. Como ya se sabe el concepto del título está fundamentado en torno a los combates entre policías y ladrones en un núcleo urbano con mezcla de tiroteos a pie o a bordo de vehículos, muy en la línea de lo visto en juegos del estilo GTA.
A menudo, de hecho, nos veremos envueltos en misiones con otros personajes controlados por la IA, aunque todo da la sensación de estar poco coartado por el argumento de los encargos, y fuertemente marcado por una libertad casi total. Hasta tal punto llega este ansia de RealTime Worlds de no poner corsés a la jugabilidad, que el juego no tiene puntos de experiencia a desbloquear por parte del usuario o rangos y niveles que dependan de ella. Así APB elimina cualquier rastro mínimamente rolero que puedan tener otros juegos de este tipo, y sencillamente libera armas, complementos y artículos conforme cumplimos misiones.
Por otra parte, y como es lógico en un juego de “policías y ladrones”, podemos adoptar uno u otro rol según nuestros deseos. En ambos casos hay sistemas de reputación, en el caso de los criminales es la notoriedad que marcará la oposición de los agentes de la ley que nos encontraremos, y en el caso de formar parte de éstos será el prestigio que se ve afectado por cómo de bien (o mal) lo estamos haciendo en las labores policiales.
En cuanto a los tiroteos cabe destacar que el juego no opta por técnicas recientes como las del empleo de coberturas, ni tan siquiera por registrar disparos en la cabeza sobre los oponentes. Estas decisiones pueden resultar chocantes en un shooter del año 2010, sin embargo cabe recordar que esto también es un MMO, y en el género de los multijugadores persistentes de acción las normas, por fortuna, todavía no están escritas.