Little Nightmares 2 tiene un sencillo pero ambicioso objetivo: superar a la anterior entrega. Para ello va a tirar de mucha imaginación para plantear sus pesadillas, pero también de talento a la hora de plantear su jugabilidad y ambientación. ¿Te atreves a conocerlo? Pues vente a una de sus pesadillas, que nosotros ya lo hemos jugado.
Alguien me dijo una vez que el 50% de un videojuego de terror era el sonido. Apagar las luces y ponerse unos buenos auriculares es algo que te garantiza disfrutar al máximo de estas experiencias. Creo que los desarrolladores de Little Nightmares 2 estarán de acuerdo en esta afirmación, porque la ambientación que han logrado es tan buena como la que tuvimos con el primer videojuego. Puede que hasta sea superior…
Una banda sonora perturbadora acompañaba mis temerosos pasos por un hospital de extraños maniquís amputados. Es otra de las surrealistas pesadillas que la desarrolladora sueca ha preparado para nosotros. La luz era casi inexistente, y a veces mi única alternativa era guiarme con la luz de una pequeña linterna. A mi lado tenía casi siempre a Six (protagonista del anterior juego), aunque no siempre, dando aún más sensación de soledad a una partida que se dilató en el tiempo. En un primer intento tardé casi una hora en completar este pasaje. Con todo sabido, lo volví a intentar y no me llevó más de 20 minutos. Es un dato significativo.
Me entretuve en algún que otro puzle y perdí la vida en no pocas ocasiones. Estaba avisado. Los creadores me dijeron que se trataba de una partida avanzada, pero daba igual… Tengo claro que será un juego con reto, y eso está bien. ¿No te sumerges más cuando algo implica un desafío? Con eso también juega esta secuela, con meterte de lleno en sus pesadillas repletas de trampas y rompecabezas. También de enfrentamientos con enemigos. En fin, que no puedo estar más satisfecho con lo que he probado, y no tengo dudas de que estaré desde el primer día para jugarlo. Pero aguardad, dejadme primero que os cuente cómo fue mi pesadilla.
Dentro del hospital de maniquís
Tengo claro que será un juego con reto
La demo que nos ha ofrecido Bandai Namco transcurría en un hospital. Qué típico, ¿verdad? Pensé lo mismo. Sin embargo, esto va sobre sorprenderte con pesadillas, y ya sabéis cómo es el subconsciente: imprevisible. Había maniquís por todas partes, la mayor parte destrozados, con amputaciones por doquier. Un matadero de maniquís, se podría decir, más que un centro hospitalario. Había pasillos con brazos, piernas y torsos amontonados. Un holocausto de muñecos de plástico… pero que cobraban vida.
Una de las partes más espectaculares de esta demo ocurrió en una sala plagada de estos "pacientes". Recordad, nuestros personajes son diminutos en comparación con el escenario, así que pronto esto se convirtió en una persecución de monstruos contra enanos. Desplegados estratégicamente por el escenario, siempre en silencio, aguardando mi llegada, se alertaban en cuando pasaba por su lado y acudían raudos a aplastarme con sus plasticosas manos. Perdí la vida una y otra vez. Intenté distintas estrategias, pero nada daba resultado. No sé cuántas veces perdí la vida, hasta que recordé que llevaba una linterna. ¡Qué idiota!
La linterna sirve para darte más información sobre los escenarios, habitualmente en penumbra, pero en este caso servía también para inmovilizar a los maniquís, ya que solamente podían moverse en la oscuridad. Apuntarles era necesario para que se detuvieran, pero aun así debías tener cuidado, porque estaban por todas partes. Esa sensación de estar rodeado es lo que mejor recuerdo de esta demo. Eso y la secuencia posterior, en que decenas de brazos trataban de alcanzarme mientras corría por un pasillo. No había tiempo ni para mirar hacia atrás, y es que este juego va en ocasiones sobre eso.
Es lineal, pero necesariamente lineal. Sus distintas secciones se interconectan en un avance a veces más calmado, a veces más frenético. Hay partes más jugables, otras más cinemáticas. Y entre medias: sustos. Saltas de vez en cuando del asiento, sobresaltado por algún ruido o aparición. En esta demostración me he encontrado con un buen equilibrio de todo lo ya comentado. Por supuesto, hay mucha exploración también, con partes en que no pasa especialmente nada, pero que sirven para situarte, para darte cuenta de dónde te has metido…
Y como decía, también hay combates. A su manera, claro. No esperéis armas de fuego ni puños a mansalva. El esquema jugable es muy contextual, y en el escenario te encontrarás con cosas como un martillo o una tubería, que casualmente estaban por allí. Debido a mi tamaño, apenas podía arrastrarlos por el suelo, pero con algo de esfuerzo se podían levantar para asestar duros golpes a una mano muy escurridiza. Sí, uno de los enemigos a que te enfrentas es una mano que se ha despojado de uno de los maniquís.
La secuela de Little Nightmares tiene tan bueno o mejor aspecto que el primer juego
Esto es una pesadilla, todo vale. Y sí, da mucho repelús. Total, que esto me sirvió para localizar los generadores necesarios para activar el ascensor que me llevó al nivel inferior del hospital. Pensé que aquí se acababa la demo. Por una parte, bien, no pintaba muy agradable el asunto. Por otro lado, mal, en realidad me lo estaba pasando en grande. El caso es que la demo continuó. Efectivamente, era lo temido: una morgue con maniquís amontonados. La escena era paradójicamente bella, con un largo pasillo levemente iluminado por mi linterna.
Una de las mejores cosas que tiene Little Nightmares 2 es su ambientación lumínica. Incluso a pesar de que los modelados no sean ninguna maravilla, el uso de la luz es tan magistral que cada escena resulta altamente inmersiva. Esto es fundamental para comprender el juego, tanto como ser conscientes de que hay que jugarlo a oscuras. De otra forma, os estaréis perdiendo parte de la magia del juego. Si bien no me ha parecido lo más terrorífico que existe, sí que sabe meterte en su pequeño mundo de pesadillas… y eso tiene muchísimo mérito.
Lo probé en un PC con los requisitos recomendados por el fabricante, y se ve tan bien como os enseñamos en este vídeo. Rendimiento muy bueno, sin tirones, y un acabado general de calidad. La compañía sueca Tarsier Studios me ha vuelto a demostrar que aquí hay talento, y que sobre todo no hay motivos para pensar que esto pueda salir mal. Más bien todo lo contrario: promete ser más largo y grande. Por tanto, la secuela de Little Nightmares tiene tan bueno o mejor aspecto que el primer juego, pero esto es algo que descubriremos más adelante, a medida que se acerque la fecha de lanzamiento fijada para febrero de 2021.