Trackmania quiere reinventarse, utilizando como base el remake de Nations y cambiando las espectaculares vistas y entornos de su segunda entrega por una nueva fórmula: la del Juego como Servicio, buscando reunir a toda su comunidad bajo una única experiencia. ¿Lo conseguirá?
Siempre que se vuelve a utilizar un nombre en su esencia más pura, cuanto menos, podemos sospechar que hay grandes planes para una franquicia detrás. La Historia del videojuego, sin embargo, nos cuenta que el camino del reinicio de una saga no es fácil, habiendo todo tipo de éxitos y fracasos. En el caso de Trackmania, creo que la idea detrás de regresar a la simpleza original viene dada por la diversificación de la comunidad. Una buena parte de ella se encuentra en juegos como Trackmania 2 Stadium o Canyon, mientras que los nuevos jugadores pueden verse atraídos por lo llamativo que resulta en lo visual una de sus últimas entregas: Trackmania Turbo. Y todavía restan un par de títulos más en la última década con Valley y Lagoon, la más reciente.
Así que, aunque se diga de este nuevo Trackmania que es un remake de sus obras más clásicas, Trackmania Nations, lo cierto es que lo veo más como una forma en la que Nadeo pretende unir a todos los jugadores en un mismo redil, bajo un juego que se transforme a lo largo de los años. Y sí, por si no lo habíais adivinado, me refiero a la fórmula de Juego como servicio que tantas cejas arquea y tantos buenos resultados parece estar dando a algunas compañías. Así, Trackmania se convierte en un juego gratuito al que se le juntan modalidades de pago para utilizar funcionales avanzadas y acceso a competiciones online.
Para el que aún no conozca por qué Trackmania sigue siendo relevante detrás de un estilo de juego que comenzó hace 15 años es porque sigue al pie de la letra ese despiadado lema de “fácil de jugar, difícil de dominar”. Olvídate de simulaciones, marchas o incluso características arcade como turbos y cosas así. Trackmania solo ha requerido únicamente de cuatro acciones: acelerar, frenar y dirigir el volante de izquierda a derecha. Un error nos expulsa de los rankings de competición, por lo que comprender sus particulares físicas es lo que nos permite establecer correctamente la trazada perfecta que diferencia al jugador competitivo del recreativo. Y la fórmula sigue enganchando como el primer día. Es tan sencillo reiniciar la carrera y comprobar si lo puedes hacer mejor, que el tiempo vuela.
Temporada final
En esta versión preview lo que hemos podido probar es, por el momento, limitado. La temporada de verano reúne 20 circuitos cortos, al estilo de Trackmania, centrados en lo que siempre busca la franquicia: dominar la trazada con un esquema de control simple que castiga en el cronómetro cualquier error que comentamos y hace indispensable tener accesible ese botón de “reiniciar carrera”. Ese nombre de temporada de verano es muy revelador, ya que nos indica que cada estación tendremos un nuevo pack de circuitos a los que podremos acceder sin coste alguno, listos para superar nuestras marcas.
Esta pureza también se nota en el apartado gráfico, que vuelve a la sencillez visual de sus pistas, a ese asfalto que parece goma, lleno de rampas, loopings y saltos imposibles que forman cada circuito. Después del salto realizado con las distintas entregas de Trackmania 2 y Turbo, sin embargo, sabe a poco. Nada de rocosos cañones, frondosos valles y cibernéticos circuitos, lo cual puede reducir su atractivo al jugador que se acerque por primera vez a la saga. Todavía no sabemos si las nuevas temporadas darán lugar a entornos más exóticos y complejos o si el objetivo de llegar al máximo número de jugadores hará que se mantenga un nivel gráfico sencillo para que funcione bien en el máximo número de ordenadores posibles. Por el momento, no lo parece. Nadeo, en la búsqueda de esa simpleza, ha conservado la diferencia en las superficies, pero minimizando los efectos. Tendremos, por tanto, superficies de asfalto, tierra, hielo y baches, pero no llegarán a ser circuitos de barro o nieve, por ejemplo.
Sea cual sea el caso, está claro que Nadeo va a ir paso a paso en esta ocasión, fomentando al máximo la comunidad, dándole razones para que cada jugador, más o menos entusiasta, abandone su entrega predilecta, se sume al nuevo Trackmania y creen entre todos algo más ambicioso. Ese ansiado status de deporte electrónico que consigue que un juego se venda solo, sin campañas de marketing, gracias al boca a boca y los primeros puestos del ranking de Twitch.
Es por ello que el modelo de negocio pasa por el acceso gratuito. Cada estación tendrás tu ración de pistas desbloqueadas a las que puedes acceder, batiendo tus marcas y estableciendo récords. Ahora bien, si quieres acceder a las herramientas avanzadas del editor, a las competiciones online de la pista del día, a los clubs y competiciones oficiales, necesitas la versión Standard, un pase anual que cuesta 9,99 euros al año. También existe la versión Club por 29,99 euros al año, que ofrece la oportunidad de unirte y jugar en clubs privados, crear los tuyos propios personalizando las actividades y modificar tu vehículo con diferentes skins.
Trackmania parece tener las cosas claras. Ve un futuro donde su fórmula se democratice
Una parte vital de Trackmania siempre ha sido el editor y, por ello, para esta versión se ha trabajado en uno que sea lo más intuitivo posible y que mantenga las herramientas y opciones que se han podido ver a lo largo de los quince años de historia de la franquicia. Por lo que hemos podido probar, resulta muy sencillo crear mapas y la complejidad de los mismos depende exclusivamente de nuestra creatividad. Aunque lamentablemente algunas de las herramientas estaban bloqueadas en esta versión preview y no se podían ver todas las posibilidades que ofrecerá en su versión final, estoy seguro de que Nadeo pretende que se convierta en uno de los más completos, puesto que el éxito de esta fórmula de Juego como Servicio pasa por tener un potente editor de circuitos que vaya nutriendo de nuevas pistas los meses entre temporadas.
Trackmania parece tener las cosas claras. Ve un futuro donde su fórmula se democratice. Es consciente de que su comunidad es muy variopinta y buscan cosas distintas. Algunos buscarán la tensión de competir en vivo, como un deporte electrónico, mientras que otros preferirán las cosas a la antigua usanza buscando posicionar su nombre en lo más alto de la clasificación. Otros jugadores ni siquiera necesitan pisar el terreno online. Y este es el verdadero reto al que se enfrenta Nadeo: lograr que todos esos tipos de jugadores distintos encuentren una razón para volver a Trackmania o abandonar sus distintas entregas y apostar por la nueva. No es algo que podamos verificar rápidamente, cuando llegue su lanzamiento el 1 de julio; pocas compañías saben esto tan bien como Ubisoft, que vio la tremenda montaña rusa de popularidad de su Rainbow Six: Siege. Por lo tanto, tendremos que ir comprobando, estación a estación, años tras año, la evolución de esta nueva fórmula, que en esta ocasión no se medirá tanto en las tradicionales nuevas características, circuitos, entornos y renovados gráficos de una secuela, sino en torneos oficiales, ligas y equipos y número de espectadores.