El clásico Splatterhouse recarga baterías y se enfrenta a la más brutal de sus aventuras. Con un acusado prisma Next-Gen y con la violencia y lo truculento por bandera, Namco nos recuerda que para buscar inspiración nada como el retorno a los albores del videojuego.
La historia del Splatterhouse Next-Gen no ha podido ser más convulsa. El remake del videojuego clásico para consolas de 16 bits parecía desde el comienzo un proyecto muy prometedor, sin embargo desde la última vez que nos acercamos a él, en el lejano mes de junio de 2008, el aspecto del videojuego, sus responsables y su concepto jugable han cambiado tanto que el título parece poco menos que irreconocible.
Los chicos de BottleRocket Entertainment cedieron el testigo de la producción, no sin polémica, a un estudio interno de Namco Bandai que serán los encargados de terminarla de cara a su lanzamiento en el presente año 2010. El cambio parece que le ha venido bien al proyecto, y se pueden percibir sensibles mejoras tanto jugables como de acabado.
La saga vuelve a la vida tras casi 20 años de su primera entrega, y convertida en un Hack and Slash 3D que sacará partido de la tecnología de las consolas actuales para ofrecer un apartado gráfico a la altura de lo que cabría esperar de un juego Next-Gen. Violencia devastadora, monstruos épicos y la historia de un Rick que nuevamente trata de recuperar a su novia perdida en una pesadilla de criaturas infernales a la que sólo podrá sobrevivir con la ayuda de la misteriosa máscara.
Sinfonía de Sangre
La historia de Splatterhouse, por cambios y cambios que haya sufrido la producción, continúa siendo en esencia la misma que sus lejanas referencias de finales de los 80. Somos Rick, el clásico protagonista, que nuevamente ve como su novia ha sido secuestrada por un psicópata. ¿La misión? Lógicamente la de rescatarla.
Una vez más la máscara, de corte maya, nos ayudará a superar la aventura, puesto que gracias a ella contaremos con los poderes que confieren al héroe su monstruoso aspecto, aunque en Namco son todavía muy secretistas sobre el factor de cómo nos haremos con ella. El tema que sí quieren tratar es el de los combates, y ahí la fluidez y el dinamismo serán los principales elementos a tener en cuenta.
El “Splatterkill System” es uno de los principales elementos añadidos en esta nueva versión del videojuego. Con éste podremos desmembrar, partir por la mitad o decapitar a todos nuestros enemigos con inusitada violencia y de una forma tremendamente realista.
Entroncando con esta violencia irracional y muy virulenta se encuentra también la decisión de no contar con QuickTime Events o con asesinatos en secuencias de video prerenderizadas. La idea es no proporcionar descanso alguno al jugador, que verá en el juego una sucesión sin tregua de combates a cuál más espectacular. “Se trata de que el usuario sienta que es él mismo el que comete estos actos brutales”, declaró Nigel Cook en una reciente entrevista para la revista norteamericana EGM.
Por otra parte, y como homenaje a las primeras entregas de la saga, hay dos guiños muy obvios. El primero de ellos son algunas secciones en 2D que nos obligarán a superar obstáculos como cuchillas o gigantescos tornos que deberemos esquivar, todo ello en clave de scroll horizontal. Así mismo también cabe mencionar que los nostálgicos disfrutarán de los tres Splatterhouse originales que serán incluidos a modo de desbloqueables en el programa; aunque todavía no se han concretado cuáles serán las condiciones para acceder a ellos.
El diseño de los niveles, en otro orden de cosas, es formidable y favorece mucho la jugabilidad de acción que el videojuego destila. Por ejemplo en el nivel del parque de atracciones podremos montar en algunas de las distracciones del lugar y, por ejemplo, recorrer una montaña rusa vertiginosa en la que los enemigos más siniestros saltarán sobre nosotros.
Splatterhouse llegará a nuestras PlayStation 3 y Xbox 360 en un momento todavía por determinar del presente año 2010. Será entonces cuando comprobemos de primera mano si el despiadado Rick ha sido capaz de sobreponerse a todos los cambios de responsables, conceptos y aspecto gráfico que ha sufrido el juego desde su anuncio.