Aunque no hay xenomorfos como en Alien Isolation, esta nueva aventura ha logrado inquietarme con su historia y espectaculares escenarios de ciencia ficción recreados con el Unreal Engine 5.Tras jugar a The Invincible, estas son las razones por las que no deberías perderlo de vista.
La ciencia ficción de hoy en día es muy distinta a la de hace unas décadas. Está más próxima a los tropos de los relatos épicos y de grandes escenas de batallas o combates repletos de acción -y con vísceras en no pocas ocasiones- que a lo que la hacía fascinante para muchos durante la segunda mitad del S. XX: parajes de otro planeta desoladores pero con cierta belleza y que encierran peligros que no son aparentes a primera vista, tecnología o aparatos que nos hacían soñar con cómo serían los diseños y las estéticas de los objetos del mañana, y temor, mucho temor a lo desconocido.
Pues esas son precisamente las tarjetas de visita que me ha presentado The Invincible, el juego indie que está siendo desarrollado por el estudio polaco Starward Industries, y que he podido probar durante una hora en una demo de PC que me ha llevado por una parte de su trama. El título es una aventura en primera persona de marcado corte narrativo y que, a través de su ambientación, busca atrapar al jugador en un juego que se inspira y mucho en esos elementos clásicos de la ciencia ficción más ''hardcore''.
Durante esta prueba mi cometido ha sido el de investigar por qué se ha perdido contacto con un equipo arqueológico del planeta Regis III. Al llegar al último lugar desde el que informaron, está claro que hay algo en este planeta que no quiere que estemos aquí: varios cuerpos mutilados yacen cerca de unos robots relativamente intactos usados para excavar. En el interior de la cueva en la que investigaban, descubro que el planeta guarda bajo su suelo una extraña forma de vida basada en el metal, y de hecho Yasna -mi alter ego en el juego- está sufriendo los mareos y dolores propios de estar muy cerca de un potente campo electromagnético.
Investigando un poco más descubro que el equipo había registrado el hallazgo de una especie de esquirlas metálicas que parecen tener vida; no son inertes. Después de tomar buena nota -y sobrevivir a un conato de ataque de uno de los robots de la excavación- prosigo con mi investigación hasta llegar a un claro en el que hay un transporte que alberga muestras de esas esquirlas, pero antes de poder volver a mi base con el hallazgo, veo que un enjambre masivo de las esquirlas viene hacia mi... y hasta aquí puedo leer. Huelga decir que, pese a lo parco que ha sido en detalles sobre estos sucesos, The Invincible me ha dejado intrigado a más no poder.
Una jugabilidad y ambientación hechas para atraparte
Más allá del misterio que presenta su argumento, lo que realmente me ha capturado de The Invincible son su jugabilidad y ambientación. El juego se presenta en una perspectiva en primera persona, lo que ha ayudado mucho a la inmersión, pero también gracias a la magnífica ambientación que presentaban todos los elementos que veía en pantalla; desde los desoladores parajes, congostos y cuevas, hasta la estética de los objetos, herramientas y otros NPCs que habían en los entornos por los que me movía, muy bien recreados con el Unreal Engine 5. Si combinamos estos elementos con la trama mostrada, es difícil no sentir curiosidad.
Lo mejor de todo ha sido la sensación de desamparo y vulnerabilidad
Pero lo mejor de todo ha sido la sensación de desamparo y vulnerabilidad que experimenté desde que empecé a jugar. Está claro que Yasna no es una combatiente. No sólo se notaba por sus movimientos lentos y pausados, también por las herramientas que pude utilizar y que concuerdan con lo que será una jugabilidad eminentemente de exploración, de observar el entorno, y que sirve de puente con la narrativa que toma prestada directamente de la novela del autor futurologista Stanislaw Lem, en la que se basa y también le debe su nombre; y que también admito que ahora tengo unas ganas inmensas de leer. He tenido que usar escáneres de posición -con un diseño algo primitivo o ''naif'' y que me ha recordado a los tricordios de la serie clásica de Star Trek- prismáticos de zoom y encuadre ajustable, y hasta un visor de ondas electromagnéticas que me mostraba la profundidad que alcanzan las raíces de las plantas metálicas que surgen de las paredes y el suelo del planeta. Sin olvidar el tener que buscar pistas sobre lo que ha ocurrido investigando los restos mortales del equipo, usando los sensores de sus vehículos abandonados, o comprobando fotografías tomadas por los propios robots.
Preveo una experiencia intrigante, llena de suspense, exploración y puzles
Es una experiencia muy parecida a lo que sentí en las partidas o niveles de juegos como Alien Isolation o Firewatch, sólo que más pausada, que se tomaba más tiempo para introducirme en su mundo y explicaciones. Vale que no he experimentado más que un momento de posibilidad de que mi personaje muriese (durante mi ''lucha'' con el robot), pero no por ello he dejado de sentir que no estaba seguro en ningún momento. En resumen, preveo una experiencia intrigante, llena de suspense, exploración y puzles a resolver con mis herramientas de astrobiología cuando el juego salga el año que viene -todavía sin fecha concreta- y disponible para las principales plataformas de descarga de PC, y las consolas de actual generación de Sony y Microsoft.