Tras Animal Crossing, el nuevo juego de Story of Seasons era lo que necesitaba para volver al campo

Tras Animal Crossing, el nuevo juego de Story of Seasons era lo que necesitaba para volver al campo
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Hay un momento para todo. También para tomarse un descanso. Abandonar el bullicio e irte al campo. En medio de la naturaleza, he encontrado un remanso de paz y trabajo reconfortante en Story of Seasons: Pioneers of Olive Town. Os cuento cómo han sido mis días cosechando, socializando y cuidando a los animales en mi Nintendo Switch.

Nunca me había atrevido con un videojuego de la saga Story of Seasons (Harvest Moon para los amigos). Por eso, no puedo ocultar mi sorpresa. Sin ser un gran admirador de estas experiencias, mis primeras horas han sido bastantes satisfactorias. He segado un montón de matojos, talado unos cuantos árboles, montado una granja con mi primera gallina y hasta me he construido una casita muy confortable, con su ducha relajante. Sin darme cuenta, han transcurrido varios días y he visto cómo mi vida como granjero no era tan desastre como esperaba.

Por tanto, primeras impresiones positivas. Aunque no me extraña. Haciendo una pequeña mirada al pasado, veo que la saga Harvest Moon cuenta con más de una veintena de títulos y unas críticas nada desdeñables. Además, es una saga con solera. Nació en una Super Nintendo allá por el año 1996, así que conviene no menospreciarla. Menos cuando Story of Seasons: Pioneers of Olive Town para Nintendo Switch ofrece ese entretenimiento pausado y gratificante que tanto experimentamos en el último Animal Crossing. A mí me ha recordado mucho...

Que no vengan los seguidores de Tom Nook a lincharme, pero diría que Story of Seasons me ha enganchado más, al menos en sus primeros compases. No me malinterpretéis. Los valores de producción de AC: New Horizons están a otro nivel, pero es un juego que requiere mucha constancia: volver día tras día, tomártelo con calma. Yo ese concepto de juego no termino de llevarlo bien. Pero esto es diferente. Aquí puedes irte a dormir y cambiar de día sin necesidad de tocar el reloj de la consola. En un par de horas, siento que he avanzado bastante, y eso es algo que cuenta mucho.

Así es la vida en el campo

Tras Animal Crossing, el nuevo juego de Story of Seasons era lo que necesitaba para volver al campo

Oigo decir últimamente que con esto de la pandemia parece que se producirá un cierto éxodo a los entornos rurales. Me he acordado de ello cuando he visto a mi protagonista coger su scooter y dejar la ciudad para irse a Villa Oliva. No es asunto banal. El abandono del bullicio habitual para irse a un lugar repleto de naturaleza es uno de los grandes reclamos del juego. Esto no va sobre estresarse, sino más bien todo lo contrario. Si no te lo crees, hay un selector de dificultad para escoger el nivel fácil, que tiene toda la pinta de ser el paso previo a que la CPU juegue por ti.

Tras Animal Crossing, el nuevo juego de Story of Seasons era lo que necesitaba para volver al campo


Una de las actividades consiste en sacar fotos de tu entorno.
Una de las actividades consiste en sacar fotos de tu entorno.

Jugué en el modo normal y no tuve grandes problemas para progresar. Tu principal tarea consiste en ganar dinero, y para eso tienes que realizar envíos. Pueden ser de tus plantaciones, lo que pesques, los minerales que explotes o simplemente lo que te encuentres en el suelo. Todo vale. Unas cosas más que otras, de acuerdo, pero este es el principio básico sobre el que se sustenta este nuevo Story of Seasons. ¿Funciona? Mucho. He notado variedad, y un día completo a veces no da para atender todas las cosas que puedes hacer.

Además, debes administrarte, porque tu energía se agota con el esfuerzo realizado, de forma que más pronto que tarde tendrás que comer algo o tomarte un descanso. Esas limitaciones te mantienen alerta. No es que vayas a morir (lo máximo es desmayarte y despertar al día siguiente), pero la introducción de estas mecánicas te obligan a dosificar tus energías. No puedes tirarte todo el día talando, ni picando piedra. Lo suyo es que cambies de tarea continuamente, que es además lo que te pedirá un poco el cuerpo.

Las tareas a realizar son simples, pero interesantes. Puedes esperar lo típico de una granja: segar los hierbajos, conseguir madera talando árboles, explorar una mina en busca de minerales y sembrar semillas para después dar de comer a los animales de tu granja. También tiene el tradicional y necesario minijuego de pesca. Lejos de resultar anodino, me ha gustado que cada especie de pez propone su propio reto. En fin, que no está nada mal. Entretiene, que no es poco, y además tiene ese aura kawaii tan nipón en que todo es simpatía y felicidad.

Tras Animal Crossing, el nuevo juego de Story of Seasons era lo que necesitaba para volver al campo


El poblado posee bastantes habitantes y cada uno tiene una función.
El poblado posee bastantes habitantes y cada uno tiene una función.

Lo digo más que nada que por el poblado que colinda con nuestra granja. Fue mi primera visita, y me sorprendió comprobar que incluso saludar a los vecinos subía tu nivel de socialización. Esto es algo que me ha gustado mucho. Casi todo lo que haces tiene recompensa. Si talas, tu nivel de experiencia en talado se incrementa. Lo mismo que si pescas, picas, cocinas o lo que sea. Hay progresión para un montón de tareas, que se traduce además en una mayor eficiencia, puesto que cada vez tardarás menos en completar las tareas más rutinarias.

No quiero contarlo todo, porque me queda bastante por ver. Pero tienes el típico museo para donar lo que te encuentres y hasta una cámara fotográfica con que sacar fotos a las especies de animales con que te encuentres. Puedes procesar materiales, vivir más de 200 eventos (según comentan los desarrolladores)... ¡y enamorarte! (esto último no sé todavía cómo funciona, pero me tiene intrigado). Aparte, hay acciones como reconstruir edificios, arreglar puentes para llegar a nuevos territorios y hasta ampliar tu casa (al principio será una triste tienda de campaña). Todo esto se define en el término que comentaba hace unas líneas: progresión. Es algo esencial para comprender por qué Story of Seasons: Pioneers of Olive Town ha funcionado tan bien durante las horas que lo he jugado.

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Para mí, eso es lo que diferencia a Story of Seasons de Animal Crossing: es otra cosa. Y no precisamente de baja calidad. No tiene el toque Nintendo, pero veo el intento de emularlo. Vosotros en las propias capturas del juego lo podréis comprobar. Sus modelados, texturas y animaciones son muy funcionales, pero la simpatía que desborda no es fácil de conseguir. Por eso, no debéis guiaros solamente por el apartado visual. Más bien, importa más el hecho de que, por ejemplo, el pueblo que visitamos tiene vida y las acciones de los habitantes cambian ligeramente dependiendo de la hora del día.

No tiene el toque Nintendo, pero veo el intento de emularlo.

Así que mi primera toma de contacto con este juego es bastante positiva, siempre considerando el tipo de juego de que hablamos. Como simulador de vida granjera creo que está bien resuelto. Es variado, hasta cierto punto adictivo y parece estar bien rematado. Ahora queda comprobar con el paso de los días y las estaciones si mantiene el tipo y hace lo más difícil: mantenerme enganchado a la regadera, la azada, el hacha, la caña de pescar y lo que se tercie. No es tarea sencilla, pero ya os contaré en el análisis cómo me ha ido la vida en el campo.

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