Fire Emblem Shadow Dragon: Impresiones jugables

Fire Emblem Shadow Dragon: Impresiones jugables
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Ya sea en el futuro o en el pasado, Intelligent Systems sigue proyectando su estilo táctico RPG en sagas que, como el caso de Fire Emblem, recuperan una obra inédita en Europa para mostrarnos cómo nació la serie y cuáles fueron sus señas de identidad desde el principio. La fantasía medieval de los japoneses hace avanzar sus unidades de combate con un lápiz táctil que ahora contará con un campo bélico desplegado a doble pantalla.

En Nintendo hay muchas franquicias que logran el favor de los usuarios nada más que con pronunciar su nombre. Mario, Zelda, Pokémon y, entre ellos, Fire Emblem, una serie muy querida que lleva cerca de veinte años contentando a unos jugadores ávidos por contemplar qué es lo nuevo de Intelligent Systems para la próxima generación de consolas.

No hace mucho que la renombrada y esperada franquicia llegó a Wii (Fire Emblem: Radiant Dawn) con unos interesantes pero poco innovadores resultados, y ahora el turno le ha llegado a Nintendo DS, máquina dispuesta a recibir la fantasía medieval de una serie que siempre se ha caracterizado por su planteamiento táctico RPG apoyado en luchas de otra época, al mando de ejércitos de soldados y magos que buscan tumbar al malvado villano de turno.

Para la ocasión, las cosas no han cambiado demasiado desde que el nacimiento de Fire Emblem se produjera, y es que, de hecho, este nuevo título no es ni más ni menos que el “remake” del primer videojuego de la saga. Una obra que ofreció a los japoneses (jamás llegó a Europa) una historia basada en el fantástico continente de Akanea, lugar donde las leyendas perduran y se repiten generación tras generación a fin de librar a la tierra del mal hospedado en la figura de un malvado dragón.

El emblema que dio origen a la saga
Un dragón que en Nintendo DS ha vuelto a resucitar, aunque esta vez a doble pantalla, con soporte para la pantalla táctil y junto a una novedad especialmente importante: la posibilidad de utilizar la Conexión Wi-Fi de Nintendo para librar batallas con jugadores de todo el mundo.

La dinámica de Fire Emblem para DS se sustenta en la jugabilidad tradicional de la franquicia, basada en un mapeado cuadriculado por el que mover a nuestras unidades hasta unos límites. La estrategia cobra aquí una gran importancia.
La dinámica de Fire Emblem para DS se sustenta en la jugabilidad tradicional de la franquicia, basada en un mapeado cuadriculado por el que mover a nuestras unidades hasta unos límites. La estrategia cobra aquí una gran importancia.

Excelentes añadidos para una peculiar aventura en la que tomaremos el papel del príncipe Marth, un joven que irá en la busca del emblema de fuego y la espada sagrada para matar al villano, derrotar al dragón, recuperar su reino y, a la vez, rescatar a su hermana secuestrada. En pocas palabras, una increíble gesta que cuenta con el atractivo de sus frecuentes diálogos, de una perfecta estructura en capítulos, y del fantástico diseño de personajes que ha sido llevado a cabo por todo un profesional del manga: Masamune Shirow (responsable de las ilustraciones de Ghost in the Shell).

Junto a todos estos atractivos, y como ya ocurría en los anteriores Fire Emblem, una baza principal para mantenernos pegados a la “dual screen” turno tras turno va a ser la tremenda capacidad de adicción que lleva arrastrando la serie desde sus orígenes, poniéndonos el disfraz de estrategas bélicos para dirigir las unidades con las que comencemos cada contienda. Un turno para mover nosotros y otro para la CPU, así de sencillo. Entre medias, un sinfín de batallas donde no tendremos que hacer nada más que mirar, puesto que aquí lo importante no es la habilidad a los mandos, sino pensar bien nuestras jugadas.

Un triángulo difícil de dominar
Todas las unidades gozarán de una capacidad de movimiento que deberemos de controlar, así como de unas determinadas características especiales para afrontar a las fuerzas enemigas. Importante en este aspecto va a ser el conocido como “triángulo de armas” que, aunque no estaba presente en el título original, en Nintendo DS se incorporará para dar una vertiente más táctica a las contiendas.

Una vez nos encontremos con un rival, la perspectiva cambiará por esta otra, donde un plano lateral nos hará ver un breve intercambio de golpes algo estático pero que gana muchos enteros con respecto al videojuego original de NES.
Una vez nos encontremos con un rival, la perspectiva cambiará por esta otra, donde un plano lateral nos hará ver un breve intercambio de golpes algo estático pero que gana muchos enteros con respecto al videojuego original de NES.

El funcionamiento de esta regla triangular es muy sencillo. En esencia, hay tres clases de guerreros mayoritarios (espada, hacha y lanza), de manera que los ataques de cada uno de ellos causan diferentes efectos sobre el resto: las lanzas vencen a las espadas, las hachas son efectivas contras las lanzas y las espadas pueden contra las hachas. Las magias y los lanzamientos de arco seguirán otra lógica, pero al final habremos de tener todos estos aspectos en cuenta – y algunos otros más que se nos irán presentando – para ganar ventaja y superar con garantías cada pugna.

No será algo sencillo, ya que en Fire Emblem nunca lo ha sido. El videojuego, como en previas entregas, vuelve a tener una curva de dificultad muy ajustada, obligándonos a pensar cada movimiento y a estudiar minuciosamente la posición de los adversarios, intuyendo así sus posibles maniobras. No llega a ser una partida de ajedrez pero casi, acercándose sobremanera a lo que ya pudimos vislumbrar en otra reciente obra de Intelligent Systems para la “dual screen”, Advance Wars: Days of Ruin.

El stylus se alía con el comandante “casual”
Existen muchas similitudes con la franquicia de corte bélica, sobre todo en el caso de la “dual screen”. Por poner un ejemplo, se incluye el mismo soporte para el lápiz táctil, que aquí también servirá a los jugadores más ocasionales para manejar a sus unidades con un simple toque, aunque también habrá lugar para la cruceta y los botones, que en nuestro caso llegaron a imponerse sobre la novedad tecnológica que nos proponía la máquina.

Forma parte del usuario determinar, por tanto, qué tipo de control le resulta más cómodo, pero ya podemos certificar que será posible manejar este nuevo Fire Emblem, de principio a fin, con un stylus que se apoyará sobre una doble pantalla dedicada tanto a mostrarnos el mapa de la contienda como los enfrentamientos que se vayan sucediendo en él. Todo estará perfectamente ordenado y la información correctamente dividida entre las dos pantallas para que no nos perdamos ni un detalle acerca de las estadísticas de las unidades que llevamos al frente.

Las conversaciones serán casi tan estáticas como los combates, aunque servirán para situarnos mejor en una trama donde cualquier información podría ser de vital importancia.
Las conversaciones serán casi tan estáticas como los combates, aunque servirán para situarnos mejor en una trama donde cualquier información podría ser de vital importancia.

En total, dispondremos de unas veinte clases diferentes de unidades, que se irán conservando de misión en misión siempre que no caigan en acto de servicio. Si consiguen sobrevivir, siempre tendrán más posibilidades de aumentar su experiencia, así como su nivel, haciéndose más fuertes y mejorando sus características en combate, aunque también será importante visitar las numerosas casas del mapeado para, por ejemplo, obtener ayudas económicas o valiosa información que nos ayude en las batallas.

Compras, traspasos y guardado de partidas
Especial mención hemos de hacer en este sentido, a la Tienda Online, un lugar al que conectarnos mediante la Conexión Wi-Fi de Nintendo para obtener nuevo armamento con el que personalizar a unos protagonistas que, a cambio de algo de dinero (conseguido en la campaña principal del videojuego), obtendrán nuevo armamento con el que mejorar sus estadísticas de combate.

En cuanto a los ítems, habrá un poco de todo, pero no faltarán las pociones curativas y otro tipo de artefactos que no serán compartidos por el grupo a no ser que nosotros lo deseemos. Como ya ocurría en el primer título de Fire Emblem, si una unidad necesita aprovisionamiento, tendrá que estar al lado del soldado, mago o arquero en cuestión para realizar el traspaso. Es una característica que estaba ya vigente, pero de tremenda importancia si es que queremos sortear exitosamente cada uno de los capítulos de los que consta el juego.

Unos capítulos que, entre “intro” e “intro”, nos darán la opción de guardar partida, aunque habrá que estar también muy atentos al mapeado, puesto que los puntos de guardado aparecerán de vez en cuando y habrá que aprovecharlos bien. Una sola batalla en Fire Emblem podría durar, fácilmente, unos treinta minutos (esta es una de las razones por las que se antoja como un título de larga duración), así que será conveniente guardar o, si llevamos prisa, dejar la contienda en suspenso gracias a la opción de Guardado Rápido.

Los “sprites” de Fire Emblem se remasterizan
En resumen, muchas opciones de juego para un “remake” que va a llevar a un nuevo nivel el apartado gráfico visto en una NES hace ya algo más de dieciocho años. Tanto tiempo de diferencia entre un título y otro ya justifica sólo en lo visual el lanzamiento de este nuevo producto. En esencia, prácticamente todo se ha modificado, desde los menús y la interfaz general hasta los escenarios y el diseño de los “sprites”, que ahora cuentan con más colorido y suavidad, mejorando su contraste con respecto al fondo mediante un práctico borde negro muy similar al empleado en el último Advance Wars para Nintendo DS.

No obstante, no hemos de engañarnos demasiado. Fire Emblem, al igual que Advance Wars, no ha sido una franquicia que haya destacado por sus impactantes gráficos, y esta no va a ser una excepción.

El movimiento de tropas y la planificación de estrategias bien podría llevarnos una media hora de contienda. Las partidas son largas, así que nada mejor que hacer una pausa con el Guardado Rápido y volver así a ella cuando lo deseemos.
El movimiento de tropas y la planificación de estrategias bien podría llevarnos una media hora de contienda. Las partidas son largas, así que nada mejor que hacer una pausa con el Guardado Rápido y volver así a ella cuando lo deseemos.

Amén de los excelentes diseños manga de Masamune Shirow que saldrán a relucir en cada conversación que protagonicemos, no hay avances realmente sorprendentes más allá de la escenografía de los combates uno contra uno, donde la perspectiva aérea cambia a una lateral para mostrarnos una lucha típica de un RPG por turnos, donde las unidades llegan a alcanzarse con unos movimientos fluidos pero dentro de un esquema tan automático y tan poco interactivo como en el pasado.

Esencia conservadora pero no poco innovadora
Así pues, el planteamiento 2D de hace dos décadas se conserva, al igual que una banda sonora que mantiene su tono épico y medieval, remasterizándose y añadiendo las mejoras sonoras que posibilita una máquina como Nintendo DS. No se incorporan voces ni virguerías de sonido especialmente reseñables, ya que todo parece que va a ir en la dirección de lograr un conjunto equilibrado, conservador pero no poco innovador.

Esto último lo decimos por la que se presenta como la novedad estrella de este nuevo Fire Emblem: la capacidad para conectarnos a las redes de Nintendo y comunicarnos así con jugadores de todo el mundo.

Por el momento, sabemos que al menos dos jugadores podrán compartir batallas al mismo tiempo, determinando diferentes aspectos de la contienda como la niebla de guerra u otros aspectos no menos importantes como el límite de tiempo o la cantidad máxima de turnos para cada encuentro. No parece que vayan a existir posibilidades adicionales en forma de un editor de mapas, aunque sí que será posible personalizar nuestro ejército para ir con un grupo ideal a nuestras habilidades estratégicas.

El título que creó una franquicia, ahora en DS
El nuevo Fire Emblem de DS lo tiene todo para triunfar y, en el caso particular de esta plataforma, podría considerarse casi como la versión medieval del ya mencionado Advance Wars: Days of Ruin. Su planteamiento es muy parecido, aunque en esta ocasión hemos de notar que se intentará hacer apología de un lanzamiento que jamás llegó a Europa: el primer videojuego de la franquicia Fire Emblem para NES.

El “remake” es fiel al original, aunque incorpora nuevos capítulos y personajes inéditos que tratan contentar también a un público nipón que ya lleva disfrutando desde el pasado 7 de agosto de este título.

Los enfrentamientos serán automáticos y no requerirán de ningún movimiento por nuestra parte. Más bien, deberemos de pensar si entrar en una antes que nada, puesto que las características del rival y de nuestra unidad se medirán para dilucidar quién resulta vencedor.
Los enfrentamientos serán automáticos y no requerirán de ningún movimiento por nuestra parte. Más bien, deberemos de pensar si entrar en una antes que nada, puesto que las características del rival y de nuestra unidad se medirán para dilucidar quién resulta vencedor.

A nosotros nos tocará esperar unos cuantos meses. Nintendo todavía no ha anunciado siquiera una fecha de lanzamiento en Estados Unidos, pero tras nuestras primeras impresiones con la versión japonesa, en 3DJuegos ya podemos entrever que la obra será capaz de satisfacer a la gran legión de seguidores que rodea a la saga. No obstante, permaneced atentos, ya que intentaremos ampliar esta información tan pronto como nos sea posible.

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