Siguiendo los pasos de Niko Bellic, el joven Huang Lee se embarca en una aventura por la tierra de las oportunidades donde muy pronto se encontrará con una poco acogedora bienvenida. La reciente pérdida de un ser querido y la sed de venganza mueven los hilos de un GTA que retoma lo mejor de la franquicia para ponerlo a doble pantalla en un juego destinado a hacer historia.
El 15 de julio del pasado año fue una fecha para recordar por todos los seguidores de Nintendo. Se anunciaba, por primera vez en la historia, un videojuego de GTA desarrollado específica y exclusivamente para una máquina de la compañía. No se ofreció ni un vídeo, ni una imagen... sólo una carátula que, intuitivamente, nos enviaba al pasado de la obra maestra de Rockstar, a una época en la que el plano cenital planteaba ante nosotros situaciones tremendamente adictivas y también provocativas que, como bien se sabe, nunca han estado libres de controversia.
Rockstar Leeds (con experiencia ya en PSP) y Rockstar North (responsables del gran GTA IV) son los equipos detrás de Chinatown Wars, un dato que es fundamental conocer para entender cuál es el planteamiento que se ha seguido para llevar el mundo Grand Theft Auto a una portátil tan peculiar como Nintendo DS. ¿Por qué decimos esto? En primer lugar porque este nuevo título tiene la ambiciosa intención de poner la Liberty City de GTA IV sobre la "dual screen" y, en segundo término, porque el diseño escogido va a estar adecuado a las posibilidades de una portátil tan modesta (en términos de hardware) como la del lápiz táctil.
Así, se ha escogido el "cel-shading" y una perspectiva cenital inédita (aunque reminiscente de los primeros GTA) para representar las calles de una Nueva York que, según comenta Rockstar, posee la escalofriante cifra de 800.000 líneas de código, convirtiendo directamente a la obra en una de las más complejas jamás proyectadas para Nintendo DS. El experimento Chinatown Wars nos hace soñar nada más escuchar sus primeras y más superficiales características, aunque no es hasta que profundizamos en el videojuego cuando nos damos cuenta de sus virtudes y la que parece acertadísima adaptación del estilo GTA que están llevando a cabo los chicos de Rockstar.
En busca de venganza
Una adaptación que toma como protagonista a Huang Lee, un joven de nacionalidad china que llega a la tierra de las oportunidades para entregar una espada que perteneció a su ya difunto padre. Allí le espera su tío, aunque no es al primero que ve, puesto que el aterrizaje de nuestro avión incluía una emboscada con intento de homicidio de regalo. Logramos sobrevivir, pero la espada ha desaparecido, nuestro orgullo está herido y ahora lo único que queremos es venganza por la muerte de nuestro padre. En definitiva, una potente trama con la carga dramática suficiente como para mantenernos delante de la consola las entre 20 y 30 horas de juego que posee el título (contando solamente las misiones).
A la Liberty City de Chinatown Wars sólo le falta la zona de Alderney (al oeste de la ciudad), porque por todo lo demás apreciaremos una reconstrucción bastante fiel, detallada e interactiva. El ciclo entre el día y la noche es muy similar al de GTA IV, existen efectos climáticos como la lluvia e incluso es posible ver a la gente correr y abrir el paraguas cuando comienzan a caer las primeras gotas. Evidentemente, todo está escalado a las posibilidades de Nintendo DS y ni de lejos podemos esperar un territorio tan grande como en Xbox 360 o PS3, aunque se conservan detalles como el navegador GPS, el cual manejaremos a través del stylus.
El estilo es ahora más desenfadado, con una vuelta en este sentido a GTA: San Andreas, y es que lo mejor para entender lo nuevo de Rockstar es pensar en una mezcla de contenidos que echan mano de la experiencia de los desarrolladores. Es como si se hubiera estudiado qué elementos de anteriores entregas se podían introducir en Chinatown Wars para convertirlo en un nuevo producto pero sin perder nunca la esencia de la franquicia. Después de haberlo probado durante cerca de una hora, no nos cabe ninguna duda de que se está yendo por el buen camino.
Tradición GTA a doble pantalla
Todo GTA que se precie debe de basarse en dos pilares interconectados: acción a pie y sobre ruedas. Como era de esperar, Chinatown Wars cumple a rajatabla con la tradición, disfrutando en esta ocasión de una jugabilidad con una dimensión más cercana a la de GTA o GTA 2 que a la presente en los últimos videojuegos de la serie. No obstante, esto no quiere decir que la complejidad desaparezca, puesto que tendremos que cumplir variadas misiones que nos pondrán sobre un helicóptero lanzando cócteles molotov, ejecutando a un personaje clave gracias a nuestro rifle francotirador o protagonizando una persecución para escapar de una de las variadas familias que controlan los barrios de Nueva York (African American, Russian Mafia, Angels of Death, Irish American Killers, Spanish Lords...).
En este sentido, el uso de la pantalla inferior va a cobrar una especial relevancia, puesto que los minijuegos son frecuentes, interesantes y variados. Nuestra primera toma de contacto con la pantalla se produce durante los segundos iniciales de juego, rompiendo los cristales del coche en el que estamos atrapados. A partir de ahí experimentaremos una montaña rusa táctil con muchas sorpresas, algunas de ellas políticamente incorrectas, encontrándonos con situaciones tan "Made in Rockstar" como fabricar cócteles molotov o traficar con drogas.
Aún así, la cruceta será en la mayor parte de los casos la forma de interacción principal en el título, ya que servirá tanto para movernos con nuestro personaje como para circular con el vehículo que más nos guste. La conducción, como no podía ser de otra manera, es otra vez parte imprescindible de un GTA, aunque con novedades, puesto que nuestro bólido gana potencia para convertirse en una auténtica arma capaz de embestir vehículos y acabar con una policía que modifica ligeramente su comportamiento. Ahora ya no basta con mantenernos alejados de su presencia, sino que deberemos directamente acabar con las unidades que nos persigan para que nos dejen en paz.
El sueño nintendero hecho realidad
Pantalla superior para mostrar la acción e inferior para practicar nuestra interacción y mostrar a la vez información (un mapa, la hora del día, la radio, el correo...). Esta es la simple división que ha realizado Rockstar para definir la manera en que jugaremos a su última obra, la cual presenta opciones tan significativas como repetir misiones cuando queramos -opción inédita en un GTA- y usos tan llamativos como el del micrófono, utilizable -hasta donde sabemos- para silbar, reclamar la atención de los taxis y darnos un paseo si es que no queremos saltarnos el trayecto como ya ocurría en GTA IV.
En definitiva, el GTA de Nintendo DS lo tiene todo para convertirse en uno de los mejores títulos no sólo del año, sino de todo el catálogo de la portátil. La calidad de su motor 3D en "cel-shading", la acertada perspectiva cenital, la inmensidad de detalles que rodean al producto, la presencia de interesantes minijuegos y una historia adulta cargada de violencia (la sangre vuelve a ser protagonista indiscutible) forman los puntos claves de un videojuego que quiere hacer historia en la portátil de los de Kyoto.
Quedan aún muchos datos por conocer, sobre todo en lo relativo a su vertiente multijugador, muy a pesar de que ya se sepan algunos detalles como que podremos subir estadísticas a través de la Conexión Wi-Fi de Nintendo o participar en retos o competiciones a través de la plataforma Social Club de Rockstar. Incluso se afirma que podremos disfrutar del minijuego de tráfico de drogas con todo el mundo (el summum del atrevimiento de Rockstar, esperemos que no se les echen encima), aunque aún hay mucho por confirmar y algo que esperar. Concretamente, hasta el 20 de marzo, fecha en que se prevé el lanzamiento del sueño nintendero: tener por fin un GTA exclusivo para una de sus consolas.