Si te gustó Overcooked y tienes ganas de más juegos del estilo, atento a Fueled Up y su peculiar odisea en el espacio. Porque en este juego tu trabajo es mantener a flote una nave espacial que se cae a trozos. Y si lo haces con amigos, mejor que mejor. Ya lo hemos probado y te adelanto que las risas están aseguradas.
Dentro de la industria del videojuego hay un caso paradigmático y es el de Overcooked. No se sabe muy bien dónde englobarlo; es un 'party game', pero su gracia está en que en él no se compite, sino que se colabora para poder producir cuantos más platos de comida, mejor con todo lo que ello conlleva: coger los ingredientes, trocearlos, cocinarlos, servirlos y fregar los cacharros para seguir preparando más y más platos. Fueled Up es una apuesta extremadamente parecida a Overcooked pero con una nave espacial que se cae a trozos, un pulpo galáctico que busca interrumpir nuestro viaje y una esencia cooperativa que aquí también, actúa como núcleo de la obra.
En Fueled Up el objetivo es, por tanto, mantener a flote una nave en su periplo por el espacio y en la redacción de 3DJuegos ya hemos tenido la oportunidad de probarlo durante algunas horas, disfrutando de los primeros niveles de este videojuego. Como te decía, la tarea principal es rellenar constantemente los tanques de energía, para lo cual hay que cargar una batería y plantarla en los depósitos. Mientras luchamos por ello, al vehículo le van creciendo los enanos; de la nada se abren grietas que, de no cerrarlas, lastrarán la velocidad de la nave; caerán meteoritos que, de no desecharlos, explotarán y soltarán una viscosa sustancia que nos ralentizará; y se producirán escapes de humo que reducirán la visibilidad de diferentes zonas.
Poco a poco, los niveles van aumentando de dificultad. Al principio los recipientes de energía están en un sitio fijo y no hay que hacer mucho más que abrir o cerrar puertas, coordinándonos con nuestro compañero. Luego dichos recipientes están en cintas, obligándonos a estar atentos a su movimiento; o aparecen compuertas que, de no cerrarlas –se hace cambiando una pila, pero también requiere de entendimiento con los demás jugadores-, nos arrastrarán a la nada para convertirnos en basura espacial.
Con amigos, la diversión está asegurada
Muy dinámico y divertido de jugar pero es un juego pensado para exprimirse con amigos
Fueled Up resulta muy dinámico y divertido de jugar pero es un juego pensado para exprimirse con amigos. Cada nivel es diferente y único, con sus retos y sus mecánicas nuevas. En algunos, por ejemplo, a mitad de nivel cruzamos un agujero negro que cambia el posicionamiento de las baterías o de las compuertas, mientras que en otros un pulpo –no el malo malísimo, otro- utiliza sus tentáculos para adherirse a la nave y cerrarnos una vía de tránsito. La cooperación, por tanto, resulta clave; para ver quién carga las baterías, quién abre las puertas y quién tapa los agujeros.
Con una temática graciosa y un planteamiento diferente, Fueled Up ya lo hemos visto anteriormente, pero su llegada es bien recibida. Es una obra puramente cooperativa, en la cual el dicho "divide y vencerás" cobra más sentido que nunca. Se puede jugar solo, pero pierde el 90% de la gracia; aquí lo chulo es hablar, darse órdenes, recibirlas, incumplirlas porque todo cambia repentinamente, trazar nuevas estrategias, gritar de por medio porque el pulpo se acerca y nos quedamos sin energía, tapar agujeros, cargar los tanques, reírse, reírse y reírse. De eso va el título: de echar partidas desesperantes con amigos y divertirse y disfrutar. Porque de eso también van los videojuegos, aunque a veces se nos olvide por el camino.