Los próximos meses son esperados con ansia por los aficionados a la estrategia, Company of Heroes, Medieval 2: Total War y Spore son los máximos exponentes; pero lo que los fans de los RTS futuristas desean con más fuerza es la llegada de Supreme Commander, del visionario Cris Taylor. Estrategia masiva con mayúsculas.
Si no probaste el título de 1997 Total Annihilation te has perdido algo importante. Su visionado ahora puede no producir ninguna sensación especial, ya que lo que Chris Taylor ofrecía en él de forma novedosa ya ha sido visto hasta la saciedad. En este juego encarnábamos a un general futurista que debía aplastar a sus enemigos. El género no estaba tan hipertrofiado como lo está en la actualidad, y era fácil innovar y salirse de los estándares habituales sin arriesgarse a lanzar títulos considerados poco menos que rarezas marginales, como por ejemplo los recientes Domination y Perimeter.
Supreme Commander es su heredero, nunca podría ser considerado segunda parte pues tiene demasiados factores que lo diferencian, y como tal recoge algunos aspectos importantes de su funcionamiento más básico, pero todo ello aderezado con suculentas novedades y una tecnología gráfica brillante.
Conflictos Globales
La tierra se ha dividido en tres bloques militares claramente diferenciados. En Supreme Commander podremos elegir entre las tres campañas, igualmente interesantes, para lograr la victoria empleando enormes bases, gigantescos ejércitos de unidades por tierra, mar y aire, y protagonizando épicas batallas futuristas.
The United Earth Federation, Cybran Nation y Aeon Illuminate son los bandos entre los que podrás escoger. Las tres facciones de Supreme Commander pertenecen a la raza humana, pero los Aeon están fundamentalmente influenciados por una raza alienígena a la que deben todos sus avances tecnológicos. Se trata sin duda del ejército más interesante, y su nacimiento se debe a un conflicto con una raza extraterrestre que se saldó con una serie de deserciones de colonos espaciales del bando humano que pasaron a unirse a los alienígenas, y que de este modo se empaparon de su forma de vida y filosofía. Aeon buscará imponer su forma de vida basada en la paz a cualquier precio, empleando incluso la violencia. Esta chocante dualidad paz-guerra y su condición de adelantados tecnológicamente, convierte a ésta en una facción apasionante.
Por otro lado UEF (The United Earth Federation) entra más en los típicos moldes de la estrategia en tiempo real. Se trata de una confederación de los países de la tierra como su propio nombre indica, y su potencial está fundamentado en la fuerza bruta, mucho más alejado de los avances de Aeon y de sus dilemas filosófico-existenciales. Hablamos pues de un bando mucho más clásico en todos los sentidos.
De Cybran Nation es de los tres ejércitos del que menos detalles se conocen. Se sabe que también es humano, y que su potencial se basa en un equilibrio entre la tecnología Aeon y la fuerza bruta UEF, ofreciendo un interesante contrapunto, pero se desconocen sus aspiraciones, sus objetivos y su verdadero potencial.
Asombrando allá por donde va
Supreme Commander dejó con la boca abierta a todos los visitantes del último E3, y fue mencionado cómo lo más interesante del evento en el campo de la estrategia por numerosas revistas de la prensa especializada. Los cientos de unidades en movimiento, lo majestuoso de las descomunales batallas, y el entorno gráfico más espectacular son suficientes argumentos para que cualquier aficionado a la estrategia espere con ansia este título.
Los chicos de Gas Powered Games han prometido muchas novedades que todavía desconocemos, pero podemos esperar que Supreme Commander llegue a nuestro país en el primer trimestre del próximo año, y que lleve las batallas globales por fin a su máxima expresión.