Toma el rápido modo de combate de Diablo, ubícalo en la antigua Grecia y Egipto, y dale unos hermosos y coloristas gráficos 3D de titánicas dimensiones. Ya lo tienes, ha llegado Titan Quest.
En los últimos tiempos hemos comenzado a ver nuevos títulos que intentan aportar nuevas ideas o cuando menos nuevas ambientaciones, dentro del apasionante género de los juegos de rol y acción. Aparentemente la mayoría de ellos parece enfocarse completamente al modo on-line, pero la vieja fórmula de un gran conocido por todos como Diablo, parece que todavía tiene cuerda para rato, especialmente si en vez de limitarnos a reproducirla, le añadimos una mayor dosis de acción, juego multijugador cooperativo, un entorno 3D realista y una ambientación igual o más atractiva, que ayuda sobremanera a despertar la imaginación. Imagina por ejemplo lugares tan exóticos como el Partenón, el laberinto de Knossos, las enormes Pirámides egipcias, los Jardines Colgantes de Babilonia... sigue, sigue imaginando… Dioses en guerra, bestias místicas, monstruos infernales, cíclopes, guerreros esqueleto, estatuas andantes, medusas, humanos, y como no, grandes y temidos titanes.
El mundo antiguo
Como ya habrás adivinado, Titan Quest nos transportará a la Grecia y el Egipto de la Antigüedad, a través de una historia y atmósfera que promete atrapar al jugador desde el primer momento. Nos encontramos en medio de una batalla entre Dioses, nuevos dioses y Titanes o antiguos Dioses. Nuestro personaje, un valeroso y aventurado humano deberá viajar al antiguo mundo con la misión de destapar los secretos necesarios que permitan volver a encarcelar a los antiguos y enojados dioses, pero claro, el terrible séquito ideado por estos, no nos lo va a poner nada fácil.
Durante esta activa aventura de rol y acción, jugaremos con un personaje sobre el que podremos seleccionar su nombre, género y dos habilidades principales, pero que no serán determinantes o únicas en todo el juego. Y es que aunque el juego ofrecerá los conocidos "árboles de ramificación" de habilidades similares a los empleados en Diablo II o Dungeon Siege II y basados en la actualización constante de unas mismas habilidades, la idea tras el sistema de la habilidad de Titan Quest parece concentrarse más en la oportunidad de poder usar distintas habilidades y clases en momentos particulares del juego. Que quieres llevar un hacha enorme y poder lanzar bolas de fuego, pues creas una clase. Que lo tuyo son las espadas o la magia, pues creas otras. Desde luego suena bien, y el hecho de contar con 28 clases en vez de las 5 o 6 clásicas a las que estamos acostumbrados, parece que puede dar mucho de sí.
Un prometedor y bello gigante
Visualmente basta con ver unas cuantas imágenes o mejor algún vídeo del juego, para darse cuenta de su brillantez. Los fantásticos mundos antiguos de Grecia y Egipto ofrecen una ambientación extraordinaria, con bellos escenarios coloristas, criaturas míticas fascinantes y un halo de misterio y misticismo que atrae a primera vista. Los decorados, efectos, terrenos o enemigos, parecen estar siendo cuidado con el máximo mimo, lo mismo que prometen sus desarrolladores respecto a la inteligencia de las criaturas a las que nos enfrentaremos. No es que todos vayan a ser más listos que el hambre, más bien nos encontraremos con enemigos inteligentes, cobardes, individualistas, grupos organizados, silenciosos… en la variedad está el gusto ¿no?
Una aventura compartida
Pero como la tarea de salvar a la humanidad es muy dura para un solo hombre, en Titan Quest podremos contar con la inestimable ayuda de nuestros amigos en un modo multijugador cooperativo con el que afrontar la aventura en equipo. Aún en el caso de que decidamos afrontar el desafío en solitario, durante el juego podremos llegar a convocar “pets” o mascotas, que aunque actuarán de forma autónoma y muy correcta en la mayoría de los casos, también podrán recibir órdenes e incluso desarrollar habilidades según nuestra propia elección.
Expansión y aleatoriedad
Otro importante aspecto de Titan Quest, y del que hacen alarde sus desarrolladores, Iron Lord, es en lo referente a la re-jugabilidad del título. A la posibilidad de cambiar de clases dinámicamente durante el desarrollo o jugar en modo cooperativo, hay que sumar los más de 1.000 objetos aleatorios y únicos disponibles, la disposición y número de enemigos variable por niveles, un completo editor para crear nuestros propios mundos y niveles, y dos nuevos modos de dificultad que se abrirán al terminar el juego.
Desde luego, tras la sequía de títulos de rol para un solo jugador de los últimos tiempos, este 2006 parece ser un gran año para resarcirnos. Un gran ejemplo es este prometedor Titan Quest, el debut del estudio Iron Lore Entertainment mediante un título de rol y acción que nos recuerda mucho al estilo del mítico Diablo, pero con estupendos gráficos en 3D en el mundo antiguo, un sistema de habilidades y clases flexible y un buen puñado de armas de mano y hechizos de magia para derrotar enemigos titánicos y cambiar el destino del mundo. Todo en Titan Quest apunta muy buenas maneras y parece que será un excelente desafío tanto para jugadores casuales como experimentados gracias a su flexibilidad. Un título muy prometedor y sobre todo muy titánico.