Con una propuesta más virulenta y visceral, BioWare pretende revitalizar el ya de por sí brillante Dragon Age con una secuela a su altura. Cambios, cambios, cambios... La ecuación se regenera con un título más rápido y fuertemente deudor de la fórmula Mass Effect, un videojuego que hemos visto en Londres y del que te contamos sus últimas novedades.
Dragon Age II está, como quien dice, a la vuelta de la esquina; y es que su lanzamiento en los primeros compases del próximo año 2011 hace que los aficionados al rol se froten ya las manos ante lo que una nueva joya de BioWare pueda deparar al género. La compañía canadiense, lejos de dormirse en los laureles, promete revolucionar esta secuela ofertando una serie de cambios drásticos en la fórmula del original.
Con un combate mucho más rápido que en su predecesor y con un sistema de diálogos directamente heredero de las series Mass Effect, todo parece indicar que el estudio pretende inyectar un poco más de popularidad a una saga, la de Dragon Age, que quizá no rindió a nivel comercial como se esperaba.
El Pícaro
Hawke es, como ya adelantamos en su momento con motivo de nuestro Primer Contacto con el juego, el héroe de Dragon Age II; un personaje al que acompañaremos durante una gigantesca epopeya y al que encarnaremos en una historia que mezclará flashbacks y flashforwards destinados a cubrir una mayor cantidad de tiempo que en su predecesor.
La demostración tiene como principal punto jugable una misión en la que llegamos a una aldea con la misión de rescatar a una joven, capturada por un grupo de soldados. Misión que nos ha servido para ver en movimiento a tres de las clases alteradas y modificadas con respecto al original: el mago y el guerrero y, especialmente, con el pícaro.
Éste, como cabe esperar, está especializado en los combates uno a uno, pero en lugar de con el cuerpo a cuerpo del guerrero o con la distancia del mago, con la táctica de los zarpazos. La velocidad y la discreción son sus principales características, para un personaje que es agresivo y sigiloso al mismo tiempo, y que entre otras facultades puede teletransportarse directamente a la espalda de sus enemigos para atacarles con fuerza y sorpresa. A este efecto cuenta con unas dagas duales que puede equipar en sus manos y también, para compensar la ausencia de fortaleza a distancia, cuenta con arco y flechas.
Por otra parte cada una de las clases tiene una serie de especializaciones disponibles que nos permiten matizar más qué tipo de personaje vamos a manejar. El pícaro, en el que estamos centrando esta primera parte del avance, cuenta para escoger con la posibilidad de ser Asesino, Sombra o Duelista.
Los Asesinos, por un lado, están educados en una serie de tradiciones ancestrales que les permiten marcar a sus enemigos y fijar las debilidades que éstos tengan y hacérselas saber directamente a sus compañeros de equipo. Es una especialización fuertemente orientada al trabajo colectivo, puesto que con su labor nuestros aliados incrementan severamente los daños que causan. El de Sombra, por su parte, es el más silencioso y discreto de todos los pícaros y puede desaparecer en cualquier momento de la batalla para volver de las sombras en el momento perfecto para golpear a sus oponentes. En última instancia nos queda el Duelista, que es una suerte de mezcla entre las dos especializaciones anteriores y que es tremendamente difícil de ser atacado por sus enemigos, y que cuenta con enorme agilidad para moverse entre las líneas enemigas y causar grandes daños.
Otro Punto de Vista
Como hemos adelantado la misión tiene como principal objetivo el rescatar a la ya citada Isabela, la joven de la que hemos hablado anteriormente. La muchacha ya aparecía en Origins, en una de las misiones secundarias, y por lo que hemos podido ver en la segunda entrega será una de las opciones alternativas románticas que podremos emprender.
Por otra parte, y para no desgranar aspectos que podrían convertirse en los siempre molestos spoilers, podemos centrarnos en el nuevo sistema de progresión de Dragon Age II, un procedimiento que tiene en la flexibilidad el principal foco de atención. Así pues, si en mitad de una partida deseamos desbloquear puntos avanzados de alguna rama de habilidades en la que no hemos empezado a progresar, nada nos impide hacerlo sin contrapartida alguna. El camino para liberar hechizos y habilidades de Origins era bastante encorsetado y severo, con caminos muy lineales, en la secuela podemos movernos a nuestro libre albedrío entre las diferentes facetas y hacernos con las destrezas que más nos interesen.
La demostración, en otro orden de cosas, nos permitió ver los alrededores de la ciudad de Kirkwall, los desoladores Blightlands, para hacernos una idea del nuevo tipo de dirección artística que traerá consigo el videojuego, mucho más apagada y de tonos algo más oscuros. A nivel gráfico el salto con respecto a la primera parte es más que obvio, con unas técnicas de iluminación mucho más avanzadas, una carga poligonal mayor y unas texturas más detalladas.
Dragon Age II se pondrá a la venta en PC, Xbox 360 y PlayStation 3 el día 11 de marzo del próximo año 2011. Veremos entonces qué tal gestiona BioWare una de sus sagas originales de la Next-Gen, y si consigue recuperar un favor de los aficionados que sí ha conseguido con otras sagas como Mass Effect, pero al que no acabó de conquistar con Origins.