Asombrosas maquinarias, criaturas místicas, alienígenas y estrategia del más alto nivel, te aguardan en Aio, un asombroso mundo de fantasía donde reinan magia y tecnología.
Si hacemos un pequeño ejercicio de memoria y nos remontamos al año 2003, seguro que al intentar recordar juegos de estrategia de la época, nos viene a la memoria el gran “Rise of Nations” de Microsoft y Big Huge Games, un título que supo combinar conquista, construcción, gestión, comercio y tecnología, dentro de una visión histórica y épica, que integraba varios tipos de juego en un estupendo trasfondo de estrategia.
Casi tres años después, y al igual que en el juego original, Big Huge Games apuesta con Rise of Legends por un título de estrategia en tiempo real con gestión de recursos, construcción, investigación, control de territorios, estrategia táctica y enormes batallas, pero abandonando la ambientación histórica en favor de un mundo de fantasía y ciencia ficción, igual o más atractivo.
Alin, Vinci y Cuotl. Tres razas de fantasía
Rise of Legends se desarrolla en Aio, un mundo de fantasía habitado por tres facciones diferenciadas que luchan por la supremacía, y en el que magia y tecnología se encuentran en un enfrentamiento continuo.
Alin es una raza o civilización de corte oriental y creencias mágicas, cuyas construcciones son extremadamente elegantes, y en las que despuntan altas torres y bóvedas de oro al más puro estilo de los palacios de las mil y una noches. Ciudades flotantes y ostentosas denotan su gran poder espiritual, mientras que pájaros de fuego, dragones y poderosos djinns, demuestran su mágico poder.
La segunda facción, y digamos antónima de los Alin, son los Vinci. Un clan de ingenieros amantes de las máquinas, el acero y por supuesto de la tecnología. Con un estilo de corte vitoriano del futuro, un marcado estilo industrial, y por si el nombre no lo deja claro, inspirados en la obra del gran Leonardo Da Vinci, esta raza cuenta con sorprendentes construcciones levantadas a golpe de acero, máquinas de vapor y variopintos mecanismos que asombran por su ingenio y su frío estilo retro futurista. Arañas mecánicas, naves a vapor, dirigibles, robots y un sinfín de increíbles injertos mecánicos. dignos de película.
Y mientras que magia y tecnología se enfrentan en forma de Alin y Vinci, la tercera y recientemente revelada facción, recibe el nombre de Cuotl, una raza alienígena con una avanzadísima tecnología que, a los ojos de los Alin o Vinci, parece pura magia. Rayos, explosiones, escudos, poderosas corrientes eléctricas capaces de paralizar y destruir grandes números de unidades, construcciones de defensa eléctrica… una energía aplastante y además de largo alcance.
Equilibrio táctico
Cada una de estas tres facciones contará con su propio estilo, habilidades, unidades y construcciones únicas, con sus consiguientes virtudes y desventajas durante el juego. Seguro que al igual que a mi me ha sucedido, te habrás hecho tu propia composición sobre que fuerza es más poderosa, y si no me equivoco todo apunta a los Cuotl. Pues parece que es cierto, pero también es cierto que se trata de la raza más difícil de controlar, gestionar y administrar, contando además con claras desventajas como su elevado coste de construcción o su completa dependencia energética, pudiendo incluso quedarse “paralizados” en medio de plena batalla.
Y es que el equilibrio o balance entre las diferentes razas es uno de los grandes requisitos a tener en cuenta en los títulos de estrategia, y según parece, en Rise of Legends esto es una realidad.
Territorios y ciudades
Respecto a su sistema de juego, Rise of Legends guarda claras similitudes con el Rise of Nations original, como por ejemplo su sistema de control dinámico de territorios y fronteras. El concepto es fácil, disponer del territorio más extenso cuya representación podremos apreciar por una frontera visual, y que deberemos intentar ampliar mediante la conquista, el comercio o la tecnología.
Un punto de importancia capital en la ampliación de nuestros territorios lo constituyen las ciudades. Empezando por construcciones sencillas, poco a poco deberemos ir ampliando la ciudad con nuevas estructuras o “distritos” que además de permitir el control de un mayor número de territorios, condicionará sobremanera nuestras posibilidades tácticas o de estrategia. Existen tres tipos de distritos: militares, económicos y uno propio por raza. Según dispongamos de ellos, nuestra ciudad será más o menos defensiva, generará más o menos beneficios, te permitirá controlar más o menos unidades, y claro está, será de un tamaño más o menos superior.
Recursos y zonas neutrales
Pero para construir hacen falta recursos, y en Rise of Legends se reducen a dos: el Timonium y el oro. El timonium es un tipo de mineral que se encuentra en yacimientos dispersados por el mapa, mientras que el oro o riqueza se obtendrá tras crear rutas o caravanas comerciales.
Pero por supuesto no todo se construye o se recoge y en muchas ocasiones la mejor opción para obtener riqueza será la conquista o la compra. Repartidos por los mapas podremos encontrarnos con pequeñas colonias o territorios neutrales con los que podremos negociar o someter por la fuerza, dependiendo de lo que más convenga en cada momento. Una vez nos hagamos con su control podremos desarrollarlo, proporcionándonos la oportunidad de ampliar nuestro territorio, aumentar la producción, la población o conseguir nuevas propiedades para nuestras unidades.
¿Uno de los grandes?
No cabe duda que en modo a un jugador la cosa pinta de maravilla, pero ¿y en modo multijugador? Pues parece que en esta ocasión Big Huge Games ha pensado desde el principio en ello y entre sus principales ideas se encuentra ofrecer un interfaz sencillo y cómodo que permita ponernos a jugar en unos pocos clics. Además el juego contará con grados de experiencia y rankings calculados en función de nuestras victorias y derrotas, aportando una buena profundidad al juego.
Visualmente Rise of Legends parece soberbio, con unos gráficos impresionantes en los que resaltan a primera vista su colorido, gran nivel de detalle y los llamativos efectos especiales. Cuenta con un motor gráfico 3D propietario, mientras que de la física del juego se encarga el motor Novadex, una apuesta segura.
En Rise of Legend todos los elementos parecen estar siendo cuidados al máximo, y si la combinación entre ellos resulta tan eficaz como prometedora parece, quizá estemos ante uno de los grandes de la estrategia en este 2006.