Splinter Cell Blacklist: Impresiones jugables

Splinter Cell Blacklist: Impresiones jugables
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Sam Fisher regresa, y puede que en su aventura más importante. El destino de los EEUU está en juego, con una cuenta atrás y una peligrosa lista negra que no evitarán sin embargo que pongamos en marcha toda nuestra paciencia y capacidad de sigilo. Espectacularidad, más posibilidades y cuantiosas novedades en una secuela que sigue los pasos de Conviction, pero sin estancarse. ¿Sigilo, acción o ambas cosas? Blacklist te invita a diseñar tu propio estilo de infiltración.

Si hay un atributo que ha caracterizado a la serie Splinter Cell desde su nacimiento en el año 2002 es que rara vez ha decepcionado. La crítica y los usuarios están de acuerdo. Sin duda, se trata de una de las licencias más cuidadas del mundo del videojuego. Por ello, cada nueva entrega implica una enorme responsabilidad. No sólo hay que tratar de crear un juego que proponga cosas nuevas, sino que además es prioridad mantener el altísimo grado de calidad mostrado hasta la fecha.

Ubisoft Toronto, el estudio de reciente creación capitaneado por Jade Raymond (que conoceréis más por su trabajo en la serie Assassin's Creed), es el encargado de esta tarea. Una que ya tiene nombre confirmado, Splinter Cell Blacklist, planteado como una secuela del último título (Conviction), lanzado hace poco menos de tres años.

Un lapso más que suficiente, sin embargo, para que el estudio recoja nuevas ideas y trate de sorprender. Es evidente que muchas características del pasado videojuego siguen vigentes. De hecho, aunque la desarrolladora cambie de nombre, los empleados son los mismos. Aún así, hemos de sentenciar que esta nueva aventura de infiltración nos ha cautivado tras haberlo probado durante sus primeras horas. Campaña individual, opción cooperativa y vertiente multijugador conforman un nuevo Splinter Cell que está dispuesto a superar ampliamente a su más inmediato predecesor.

La lista negra
Uno de los aspectos más llamativos de esta obra es su argumento, que opta por un plano internacional, amenazante, con un gran enemigo al que neutralizar. La antigua Third Echelon, corrupta y desviada hacia la misión contraria para la que fue establecida (defender al país), ha sido desmantelada oficialmente por la presidenta de los EEUU. Ahora un grupo de élite nutre la organización que la sustituye: Fourth Echelon. A su cargo, nada más y nada menos que Sam Fisher. Pero los problemas no han terminado.

Unos misteriosos terroristas que se hacen llamar "los ingenieros" han conseguido atraer la atención de todos. Dicen representar a las naciones rebeldes del mundo, y están dispuestos a cualquier cosa para manifestar su odio hacia el gobierno norteamericano. ¿La forma de hacerlo? Mediante un ultimátum conocido como la "lista negra", la cual recoge la mortífera y terrorífica cuenta atrás que le espera a la población estadounidense, en forma de una serie de ataques escalonados de lo más despiadados.

Es decir, una trama que probablemente sea la más grandilocuente de toda la saga, un conflicto que implica a varios países, muchos intereses y que nos hará viajar a diferentes rincones del mundo. Debemos localizar y dar caza a los villanos, y todo ello en una historia más humana que nos hará tanto encontrarnos con nuevos aliados, como recuperar a viejos conocidos (incluida la atractiva Anna Grímsdóttir). La cuenta atrás para salvar el destino de América está a punto de comenzar en un guión que se promete verdaderamente absorbente.

Sam es sigiloso pero también muy violento. Este es uno de los muchos rasgos que hereda de su anterior aventura, Conviction, fuerte inspiración para este nuevo Blacklist.
Sam es sigiloso pero también muy violento. Este es uno de los muchos rasgos que hereda de su anterior aventura, Conviction, fuerte inspiración para este nuevo Blacklist.

Infiltración solitaria, cooperativa y multijugador
La serie Splinter Cell siempre se ha caracterizado por una jugabilidad pausada, sigilosa, donde es más importante plantear una estrategia antes de abordar a los rivales. En el caso de Conviction nuestro particular héroe experimentó una pequeña transformación. Pasaba por un episodio traumático de su vida, y eso se manifestó en una mayor violencia. Ahora lo que obtenemos en Blacklist es una extensión de dicho sentimiento. Sam mantiene el estilo de infiltración, pero sin olvidarse de su carácter depredador.

En consecuencia, este videojuego mantiene gran parte de las características de la última aventura del agente especial, con lo que muchos usuarios se enfrentarán al título con gran familiaridad. Los controles son casi idénticos, las coberturas funcionan de forma similar; y hasta regresan las dinámicas de "marcar y ejecutar", así como la "última posición conocida".

Eso sí, todo ello encerrado en una campaña más elaborada que, como nos ha adelantado Patrick Redding (Game Director), será sustancialmente más larga. No se nos quiso desvelar si la vertiente cooperativa -ya confirmada- tendrá pantalla partida o será exclusivamente online, pero sí que se nos dijo que la campaña "coop" gozará de sus propias misiones, completamente originales, las cuales podrían ser jugadas incluso en solitario por si no tenemos a nadie. Una gran noticia para aquellos que esperen un juego longevo, más si consideramos que habrá multijugador, con el retorno de modalidades como "espías contra mercenarios", modo que los propios desarrolladores deseaban traer de vuelta.

La infiltración y la acción se equilibran en un juego donde nosotros podemos decidir cómo operar. Hay varias formas de superar una misma misión, así que... ¡ten inventiva!
La infiltración y la acción se equilibran en un juego donde nosotros podemos decidir cómo operar. Hay varias formas de superar una misma misión, así que... ¡ten inventiva!

Superando a Conviction
Dado que en su núcleo jugable Blacklist es muy similar a Conviction, resulta conveniente establecer en qué se parecen y en qué se diferencian. Para empezar, es crucial hablar del personaje. Sam mantiene todas sus características, siempre equipado con una pistola, un cuchillo y gafas de visión nocturna. Ahora bien, su agilidad se ha incrementado exponencialmente gracias a un repertorio más amplio de animaciones: se mueve de manera muy orgánica entre coberturas y enlaza acciones de una forma tan fluida que es capaz de tirarse de una tirolina para acto seguido saltar de improviso sobre sus enemigos.

Se nota que el videojuego toma prestadas muchas de las características estrenadas en la saga Assassin's Creed. La mejor prueba es que el director de animaciones original de la licencia está trabajando ahora para Ubisoft Toronto, y eso algo que se nota... Además, todo sin eventos escriptados que valgan.

Otro detalle que está de vuelta tiene que ver con las proyecciones de los objetivos en el decorado. También tenemos de regreso un recurso de interfaz, "la última posición conocida", el cual coloca una silueta de nuestro agente en el escenario para indicarnos el último punto donde nos avistaron los rivales. Sin embargo, el retorno más importante es el de la técnica de "marcar y ejecutar", que nos faculta para fijar a tres enemigos a la vez y exterminarlos con la pulsación de un único botón. La diferencia es que ahora estas ejecuciones se pueden llevar a cabo sobre la marcha, con animaciones que varían dependiendo de nuestra situación: algo que los desarrolladores nos dieron a conocer como "killing in motion".

Más orgánico, más grande y más difícil
Blacklist resulta más espectacular que sus predecesores. Sam sigue gozando de la misma habilidad para ocultarse entre las sombras, y cuando lo hace el videojuego responde con unas mecánicas de sigilo muy satisfactorias; pero en el mismo momento en que se expone y le toca luchar lo hace ferozmente, con habilidad, destreza y extraordinaria fluidez.

El estilo de infiltración es, por tanto, muy semejante al que ya conocíamos. No se trata de un juego donde podamos estar expuestos a los ojos enemigos la mayor parte del tiempo, ya que es muy posible que fracasemos. Precisamente, hemos notado que entrar en estado de alerta es más fácil que en el pasado, por cualquier error. Los enemigos ven a largas distancias, de una forma realista. Si no hay nada que obstaculice el ángulo de visión, seremos detectados (muy al estilo del último Far Cry), motivo por el que deberemos ir siempre con mucha precaución, dando igual cual de los cuatro grados de dificultad hayamos escogido.

Pero hay un aspecto que nos ha llamado aún más la atención. Los escenarios son probablemente los más grandes que hemos visto en un Splinter Cell hasta la fecha. Igualmente, están mejor diseñados, algo que se manifiesta en el hecho de que podemos repetir las misiones siguiendo cada vez una estrategia distinta. Diferentes rutas, aplicación de variados estilos (más sigiloso o más agresivo), uso de determinados gadgets... Es una auténtica gozada vislumbrar tanta profundidad jugable, manifestada en acciones como crear señuelos, tomar rehenes, acabar con fuentes de luz y un largo etcétera.

Tendremos muchas formas de acabar con nuestros enemigos: disparos, ejecuciones cuerpo a cuerpo y derribos desde tirolinas, al más puro estilo Assassin's Creed.
Tendremos muchas formas de acabar con nuestros enemigos: disparos, ejecuciones cuerpo a cuerpo y derribos desde tirolinas, al más puro estilo Assassin's Creed.

Tu propio estilo de infiltración
La gran novedad de Blacklist tiene que ver mucho con lo antes comentado. Debido a la enorme versatilidad para completar misiones, los creativos canadienses se han esforzado por realizar un seguimiento de todas las acciones durante la partida, de forma que puedan identificar nuestro estilo de juego. Así, al final de cada fase recibiremos una puntuación, la cual nos dirá si somos más o menos sigilosos en función a tres categorías.

Más que una revolucionaria apuesta, esto es una constatación de la libertad que tenemos para tomar decisiones en la campaña. ¿Quieres pasar completamente desapercibido y mantenerte siempre en las sombras gracias a un extraordinario uso de las coberturas? Entonces serás un "ghost". ¿Eres más como un felino, que espera a su presa y la sorprende por la espalda? Seguramente tu estilo se corresponde con "panther". ¿Prefieres la acción ante todo, caiga quién caiga? Con toda probabilidad, serás catalogado dentro de la categoría "assault".

Es realmente loable lo que ha sido capaz de hacer Ubisoft Toronto con esta entrega, una donde no debemos olvidarnos de los siempre bienvenidos gadgets. No hemos podido verlos todos, pero al menos se nos mostraron un par de ellos realmente curiosos, como "sticky camera" (una cámara adhesiva que podemos lanzar para visualizar ángulos muertos del escenario) y "trirotor" (una especie de minirobot volador capaz de neutralizar enemigos mediante pequeñas electrocuciones). Tampoco faltan las granadas (de distinto tipo) y unas bombas somníferas especialmente útiles para acabar -sin violencia- con la persistencia de los perros, que se convertirán en un nuevo y temible rival al poder olfatearnos.

El uso de nuestras gafas especiales nos permitirá distinguir enemigos aunque estén ocultos. Una crucial herramienta para practicar el mejor sigilo posible.
El uso de nuestras gafas especiales nos permitirá distinguir enemigos aunque estén ocultos. Una crucial herramienta para practicar el mejor sigilo posible.

Paladin, un cuartel general móvil
Otra de las más novedosas características de Blacklist es el sistema económico introducido. Según sus responsables, "se trata de algo que difuminará las fronteras entre la campaña individual, la cooperativa y el multijugador". Por el momento, y a través de la demostración jugable, vislumbramos el detalle de que ShadowNet (la red online del juego) nos va a dar recompensas por ejecutar acciones adicionales, algo así como una especie de logros. Lo mismo ocurrirá en el resto del videojuego, con retos adicionales que nos premian con puntos ideales para invertir en mejoras de armas, trajes y gadgets.

Lo mismo ocurre con el Paladín, la amplia nave que nos lleva de un punto a otro del mundo en busca de misiones. En su seno, y entre fases, podremos explorar sus diferentes habitáculos, así como conversar con sus tripulantes. Algunos de ellos, incluso, podrían darnos misiones adicionales, o bien contribuir a expandir los detalles sobre el hilo narrativo. Algo así como la SSV Normandía de Mass Effect (a menor escala, por supuesto), con expertos de la infiltración en su interior.

Muy interesante es recalcar que podremos aplicar mejoras exclusivas desde este emplazamiento, como obtener un radar "in-game" al más puro estilo Metal Gear, hacer que nuestra regeneración de vida sea más rápida, recibir más opciones de equipo, acceder a prototipos de armas inéditos y hasta incrementar la posibilidad de hallar objetivos secundarios en cada emplazamiento. Tampoco podemos olvidarnos del SMI (Strategic Mission Interface), una especie de mesa táctil que reina en el Paladin, donde estarán siempre disponibles las misiones, tanto "single player" como cooperativas o multijugador, sin distinción alguna.

El efecto cámara sucia ayuda a crear una estampa visual realmente atractiva, que se adorna con texturas de altísima calidad, sobre todo en la versión para PC.
El efecto cámara sucia ayuda a crear una estampa visual realmente atractiva, que se adorna con texturas de altísima calidad, sobre todo en la versión para PC.

Sigilo Triple-A
Tendremos marcadores para comparar puntuaciones con jugadores de todo el mundo. También se ha confirmado que la versión de Xbox 360 tendrá una integración con Kinect para determinadas acciones (como decir cosas a enemigos y distraerlos). Pero más relevante es el apartado visual, el cual mantiene el estilo de Conviction, aunque con matices. Los modelados y texturas ganan en detalle, al tiempo que recibimos un gran trabajo en el apartado de animaciones, tanto físicas como faciales.

La versión de PC, sin ir más lejos, muestra ya atisbos de "next-gen", con un sistema de iluminación y sombras espléndido, marca de la casa. Sólo hay una diferencia importante, y es que se elimina el aspecto monocromo de Conviction (que aparecía cuando estábamos en la sombra). En este sentido, Blacklist regresa a los orígenes, pero sin que ello signifique estancarse. El mejor ejemplo lo tenemos en la increíble variedad cromática que experimentamos. Sí, todos sabemos que un Splinter Cell es oscuro por naturaleza, pero eso no significa que no podamos disfrutar de escenarios más áridos (Oriente Medio) o con un impacto fuerte del clima, incluida lluvia (Londres).

Para salpicar el resultado, se ha aplicado un efecto cámara sucia muy sutil que recuerda al de Zombi U. Todo mientras escuchamos las típicas conversaciones por radio de Sam con su equipo, y eso sin perdernos los compases sonoros que nos acompañan sin querer hacerse nunca protagonistas. Definitivamente, todo encaja y estamos deseando que se haga realidad en las tiendas lo más pronto posible. Hasta entonces, próximo 20 de agosto, seguro que todavía nos resta una bala para hablaros tanto del cooperativo como del multijugador. Pero quedaros con esto: Blacklist puede convertirse en uno de los mejores Splinter Cell jamás creados.

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