Nos ponemos las alas para acompañar a Pit en su nuevo periplo alado. Kid Icarus Uprising está ya muy cerca de alcanzar con su acción aérea-terrestre a Nintendo 3DS, una máquina expectante por lo que este regreso tan añorado y esperado puede significar para los seguidores de la Gran N. Completamos los tres primeros niveles de uno de los videojuegos más esperados de este 2012.
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Kid Icarus está cada día más cerca de su esperado regreso alado, uno que hemos tenido que esperar durante muchos años. Concretamente, el título original, lanzado para NES, fue lanzado en 1987, no suponiendo un gran punto de inflexión en aquel momento (más bien el juego pasó bastante desapercibido), pero sí que presentaba algunos rasgos únicos basados en una mezcla innovadora de géneros (plataformas, elementos roleros y acción de disparos), además de una desafiante dificultad.
Han transcurrido más de 20 años desde aquello, algo que no ha servido más que para avivar en los corazones más nintenderos una tremenda expectación. De hecho, Kid Icarus Uprising es probablemente un videojuego fruto de la petición popular, consecuencia de muchos años de espera. Y como tal, debía tener un retorno de altura, con Masahiro Sakurai (creador de Kirby y la serie Smash Bros) capitaneando el proyecto dentro del que supone su primer trabajo lejos de Hal Laboratory.
Ahora, bajo el sello de su nueva empresa, la nipona Sora Ltd., tiene un importante reto por delante: conseguir uno de los mejores videojuegos para Nintendo 3DS. Eso explica mucho sobre la fecha de lanzamiento de la obra (que de estar fijada para el lanzamiento de la consola -hace un año- ha pasado al próximo 23 de marzo). Un año de retraso que ha servido no sólo para repartir en el tiempo las grandes novedades para la portátil, sino también para pulir lo mejor posible un programa que ya hemos podido probar a fondo desde las oficinas de Nintendo Ibérica.
Una nueva toma de contacto con un juego que, como ya sabéis, nos pondrá al lado de Pit, un protagonista angelical cargado de muchas flechas que deberá hacer frente a Medusa, la cual ha renacido con el único propósito de acabar con la humanidad. Un guión sello de la marca japonesa, simple y sencillo, pero que se diferencia del resto en un aspecto muy llamativo: su humor. Deciros que nuestro personaje es consciente de su naturaleza, como personaje de videojuego, ya os da una buena pista del terreno cómico sobre el que se mueve la obra, con continuas referencias al sector y al propio género que supondrán un continuo guiño a los usuarios más veteranos, principales destinatarios del título.
Un ángel tan celestial como terrenal
Uno que basa su razón de ser, como su antecesor, en varios ingredientes que, conjugados, hacen gozar a la obra de una poderosa variedad y ritmo. Así, todas las misiones comenzarán con acción aérea, que durante 5 minutos (ni más ni menos) nos invita a vivir un espectáculo de disparos sobre raíles al más puro estilo Star Fox, con enemigos de aparición prefijada y un único camino que seguir. La única diferencia será el control, fuertemente apoyado en un “stylus” imprescindible para abatir a todo lo que desfile ante nuestros ojos.
Inmediatamente a continuación, el segundo acto de cada nivel se compondrá de una sección terrestre donde la acción se vuelve más plataformera, con un avance también lineal pero menos encorsetado. Aún así, resulta imposible perderse a no ser que deseemos explorar hasta el último rincón, tal vez en busca de una sala oculta o de algún interruptor. Este recorrido, de aproximadamente 10-15 minutos, nos propondrá igualmente acabar con todo lo que frene nuestro paso, ya sea con ataques cuerpo a cuerpo (más frecuentes aquí) o mediante los clásicos disparos de nuestro querido ángel.
Como colofón a cada nivel nos enfrentaremos a un jefe final de proporciones más grandes de las normales. Por lo visto, presentarán variedad de formas y pautas para ser derrotados, suponiendo un reto acabar con ellos, y mucho más a medida que vayamos avanzando en una aventura alada que se promete tan satisfactoria como intensa a los mandos de la consola.
Precisamente, el elemento más distintivo de Kid Icarus Uprising es su sistema de control, fuertemente apoyado en la utilización de la pantalla táctil. Un esquema que podría compararse con el del teclado y el ratón, sirviendo el “stick” analógico para manejar el movimiento de Pit mientras que el “stylus” nos faculta para disparar (en zonas aéreas) y para mover la cámara (cuando estemos en tierra). No todo es perfecto, resultando las fases terrestres algo imprecisas -sensación que ya os adelantamos hace unos meses-, pero por suerte la minuciosidad de Sakurai nos permitirá escoger entre varios ajustes de sensibilidad e inercia, para que nos adaptemos lo mejor posible a esta, algo exigente, forma de interacción.
Atriles, zurdos y mucha rejugabilidad
Y es que quizá uno de los defectos derivados de esta aproximación jugable es que, aproximadamente a los 20-30 minutos de juego, empezaremos a notar que la portátil pesa más de lo normal (algo motivado por estar sujetando la máquina con una sola mano, la izquierda en el caso de los diestros). Por esta misma razón, Nintendo lanzará a mercado el título junto a un práctico atril o “stand”, que si bien vendrá bien para cuando estemos jugando en casa o en un lugar donde tengamos una superficie plana en la que apoyarnos, entrevemos que no nos servirá de mucho mientras estemos de viaje.
El Botón Deslizante Pro no nos ayudará a sortear este ligero inconveniente, ya que no está pensado para permitir el control con un "stick" y el disparo con el otro. Sakurai descartó esta posibilidad debido a que Kid Icarus Uprising era un videojuego de acción tan rápida y desenfrenada que esa solución habría mermado considerablemente el resultado. No obstante, el nuevo accesorio de Nintendo 3DS sí tendrá una función: habilitar el control para zurdos (todo un detalle).
Con todo, y aún considerando estos detalles gracias a esta nueva toma de contacto, lo nuevo de Sora Ltd. tiene visos de sorprender a propios y extraños. Desconocemos la duración de la campaña individual, pero tenemos ciertas certezas sobre la potente rejugabilidad del videojuego. Así, mejorar puntuaciones tras cada nivel será una primera alternativa para repetir niveles, aunque también podremos conseguir una serie de logros y desbloquear un total de 90 armas, de distintos tipos y características (daño y cadencia) que nos ayudarán a obtener la mejor experiencia “shooter” posible.
Pero la mejor característica rejugable de todas tal vez esté reflejada en casi 100 niveles de dificultad. Sakurai innova al darnos una barra de dificultad ajustable antes de cada capítulo del juego, desde el nivel 0,1 al 9,0 (siendo posible ajustar cada decimal). A mayor número, más serán los enemigos -llegando a ser hasta distintos- y resistencia de los mismos, aunque igualmente se incrementará el número de tesoros. Esto incentiva al usuario a intentar incrementar el reto con cada nivel, convirtiéndose esta característica en una de las más innovadoras del título, ya que además permite que cada usuario ajuste la experiencia para obtener la mayor satisfacción posible.
Visualmente angelical
No se trata del único aspecto en el que Kid Icarus Uprising sorprende. Gráficamente hablando, la obra de los nipones es un auténtico portento, y podría formar parte de uno de los cuatro o cinco lanzamientos que mejor saben aprovechar el "hardware" de Nintendo 3DS. Y buenas razones tiene, principalmente porque utiliza el motor de juegos como Super Smash Bros. Brawl, algo que sale a relucir en los diseños y ataques de Pit, así como en la propia interfaz del producto, con unos menús y presentación sorprendentemente similares.
La estética anime de los personajes, junto a una mezcla con ciertos elementos “retro” (aparecen diseños de los Kid Icarus de NES para describir a los enemigos del juego), completa un resultado visual a la vanguardia de la consola gracias a unas texturas muy cuidadas, gran profundidad de decorados y unos efectos de iluminación que nos dejarán un muy buen sabor de boca. Incluso más cuando tengamos el efecto 3D activado, puesto que otro de los grandes atributos de la obra es que la calidad de su estereoscopía es magnífica.
Con tanta acción y disparos por doquier, es imaginable que la banda sonora intentará acompañarnos con ritmos rápidos, aunque siempre con la intención de aportar una sutil personalidad. Así será, con melodías que se fusionarán con la voz de Pit y nuestra amiga Palutena, que intercambiarán diálogos (a veces más humorísticos, en otras ocasiones más dramáticos) en perfecto inglés. Y es una pena que no se haya seguido el mismo camino que con el “remake” de Star Fox, ya que el videojuego se prestaba mucho a un doblaje al español (leer subtítulos en castellano será en muchas ocasiones muy difícil debido al ritmo del cartucho).
Un ritmo que se completará con un apartado multijugador (aún por esclarecer), funciones Street Pass y hasta de Realidad Aumentada (el juego vendrá con tarjetas aleatorias de regalo) que conviertan a Kid Icarus Uprising en uno de los lanzamientos más poderosos de Nintendo 3DS durante este año 2012. Así que no nos quitaremos aún las alas, más que nada para seguir informándoos sobre todo lo que nuestro particular ángel puede llegar a conseguir el próximo 23 de marzo cuando llegue a las tiendas.