Casi nadie podría imaginarse un Kirby incapaz de absorber a sus enemigos, pero los japoneses de Good-Feel lo han hecho en un videojuego que convierte a la famosa bola en un hilo rosa ubicado dentro de un encantador mundo textil apto para todas las edades. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre la llegada de Kirby a Wii.
El regreso de Kirby era uno de los más esperados por los incondicionales de la Gran N. Hacía 10 años que la tragona bola rosa de remarcados mofletes no protagonizaba su propio plataformas, así que los de Kyoto han decidido darle una nueva oportunidad, esta vez en Wii con un videojuego que destila originalidad y ternura, tanto visual como jugable, a partes iguales.
Kirby's Epic Yarn es ese título, uno cuyo objetivo fundamental es acercarse a públicos de todas las edades, a través de un protagonista encantador que vuelve a ser posible gracias al talento de HAL Laboratory (sus creadores), aparte de Good-Feel, desarrolladora crucial para entender esta nueva obra. Y decimos esto porque si miramos su pasado profesional (con videojuegos educacionales en su mayoría, destinados a niños muy pequeños), daremos mucho sentido a lo que se ha hecho con este nuevo Kirby, enfocado a un público de menor edad que en anteriores ocasiones y con un nivel de dificultad ideal para que padres -o incluso abuelos-, disfruten jugando junto a los más pequeños de la casa.
Pero que nadie se asuste, porque no podemos olvidar que ellos mismos fueron los encargados de crear el artesanal Wario Land: Shake Dimension. Y, precisamente, entre estos dos extremos es justo donde deberíamos encontrar a este nuevo videojuego, que cuenta -entre otros- con profesionales como Etsunobu Ebisu, "ex" de Konami y pieza indiscutible de una obra que los más veteranos conocerán: Mystical Ninja Starring Goemon (1998).
Encanto textil
Por tanto, mucho talento concentrado en un DVD que comienza, para seguir la tradición, con un hambriento Kirby que, mientras paseaba por los campos de Dream Land, se encuentra una suculenta fruta preparada para ser absorbida. No obstante, nuestro amigo no tiene en cuenta que un malvado hechicero (conocido como Yin-Yarn) le espera para transportarle hacia el reino de los hilos, perdiendo por el camino sus poderes de absorción, aunque ganando también nuevas habilidades dentro de un mundo textil plagado de cordones, botones, cremalleras y retos nunca vistos en la franquicia.
En concreto, nuestro deber ahora es devolver este desconocido reino a su normalidad, cosiendo las siete partes en que Yin-Yarn las ha dividido. Y no será una tarea que hagamos solos. El príncipe Fluff nos acompañará en forma de un segundo jugador que podrá unirse a nosotros en cualquier momento para completar en cooperativo una aventura cargada de sorpresas, en forma, por ejemplo, de viejos conocidos como Meta Knight.
Por tanto, la serie apuesta firmemente por sus fieles seguidores pero, sobre todo, por nuevas audiencias, a las que sujetar el wiimote en horizontal les va a ser suficiente para controlar las dos acciones principales de Kirby: saltar y... ¿absorber enemigos? Pues no. Una de las modificaciones más importantes es que ya no podemos tragar rivales como en anteriores videojuegos de la saga. Y es que ahora somos de hilo, con lo que el principal ataque de nuestro héroe es precisamente el de usar un látigo que sale de su propio cuerpo, con el cual no sólo es capaz de deshacer a los antagonistas de hilo con que se encuentre, sino también columpiarse en botones o incluso tirar de cremalleras que abren nuevas áreas en los decorados.
Asimismo, gracias a la fruta que se tragó antes de entrar en el reino de los hilos, Kirby es capaz de modificar su forma para flotar en el aire en forma de paracaídas, de recorrer los escenarios más rápido en forma de coche o de aplastar a sus némesis desde el aire en forma de pesa. Incluso hay tramos de la campaña donde el dulce protagonista pasará a ser un ovni, un enorme robot-tanque, un cohete, un tren, un pingüino surfeador... y siempre con una misma finalidad: aportar variedad a las cerca de diez horas de juego que parece va a contener la obra.
Un título en el que la probabilidad de perder la vida es prácticamente nula. En su lugar, y cuando nos alcancen los enemigos (algo también difícil), sólo perderemos -al estilo Sonic- parte de las gemas que hayamos recogido. Todo a lo largo de unas fases que será necesario ir superando una a una para adquirir parches con los que desbloquear nuevos niveles. En definitiva, un progreso muy tendente a la linealidad si no fuera porque existen retos adicionales (como desafíos contrarreloj), y la relevante acción de volver sobre nuestros pasos para completar el videojuego al cien por cien.
La rejugabilidad, de esta forma, se plantea poderosa en un título donde las gemas y los tesoros obtenidos en cada fase determinan si se nos asigna una medalla de oro, de plata o de bronce. Y será importante esforzarnos, ya que a más gemas obtenidas, más objetos, muebles y diseños de tapiz podremos comprar en las tiendas del juego, creadas para disfrutar de otra de las posibilidades añadidas de Kirby en el reino de los hilos: la oportunidad de decorar nuestra propia habitación.
Hay más de 150 objetos y patrones a coleccionar, todos dispuestos a ser colocados en un apartamento personal que decoraremos apuntando con el wiimote hacia la pantalla. Pero no nos olvidemos de otra gran característica de este Kirby: el cooperativo. Todos los niveles y mundos del juego pueden completarse en compañía de un segundo usuario, algo que no sólo hace más fácil la aventura, sino que también multiplica la diversión, ya que es posible lanzar a nuestro compañero para llegar a zonas desconocidas, y hasta gozar de inéditas mecánicas de juego en las secciones correspondientes al control de vehículos.
Pero seguimos olvidándonos de lo más importante. La particular epopeya de Kirby no sería tal sin su artesanal estilo visual, reminiscente del empleado en videojuegos como Yoshi's Story. Realmente, nos encontramos ante algo único. Y es que pocas veces habremos contemplado un apartado visual tan interconectado con las dinámicas de juego. Desde los enemigos (que se deshacen al tirar de sus hilos) hasta las infinitas acciones en los decorados (como meternos entre bastidores textiles) son sólo posibles gracias un apartado artístico "made in Nintendo".
Y en cuanto al sonido, parece que tampoco vamos a poder quejarnos, ya que hacen aparición 50 melodías entre las que se encuentran nuevos y viejos temas que los incondicionales reconocerán. Además, parece que la obra va a venir doblada al español (hay secuencias narradas a modo de cuento), algo que aseguraría un regreso triunfal de la bola más tragona de Nintendo.