¿Cuántas veces hemos soñado con la vida eterna? Montones, seguro, y de hecho la hemos vivido cientos de veces en diferentes videojuegos, pero seguro que en muy pocas ocasiones como en NeverDead. Konami recupera a los discretos Rebellion para trazar uno de los títulos más prometedores en cuanto a concepto de los últimos tiempos.
Los chicos de Rebellion no han tenido mucha suerte en los últimos tiempos, y es que a decepciones sonadas como el último Aliens vs Predator se le han sumado videojuegos tan lamentables como Shellshock 2: Blood Trails o como el insoportable Rogue Warrior. No obstante, y a pesar de que en el mundo de los videojuegos no abundan las segundas oportunidades para estudios con fracasos a sus espaldas, el equipo ha logrado el apoyo de Konami para sacar adelante una propuesta de lo más suculenta.
Acción como pocas veces la hemos visto para un personaje que utiliza su cuerpo como un malabarista. Nos van a despedazar mil veces y vamos a perder montones de partes del cuerpo por el camino, pero nunca moriremos, más bien todo lo contrario. Arráncate un brazo y dispara con él, lanza tu cabeza por los aires... El límite está en vuestra imaginación.
Condenado a Vivir
En NeverDead seremos Bryce Boltzmann, un humano condenado a vivir eternamente por el demonio Astaroth. Más de quinientos años contemplan ya a nuestro protagonista, y el daño que causan sobre él las criaturas de pesadilla que le atacan no sólo no le causa problema alguno, sino que además lo usa a su favor.
¿Un monstruo aterrador nos arranca un brazo de un bocado? No es un problema en absoluto, seguiremos moviéndonos por el escenario y disparando con el arma que portaremos en la otra extremidad. Hasta tal punto es así que podemos utilizar esta ventaja para resolver determinados rompecabezas, puesto que todo lo que suframos se soluciona tan rápido como regenerándonos. Por poner un ejemplo hemos visto cómo el protagonista no llega a un determinado lugar por estar a cierta altura: la resolución al desafío, según la peculiar lógica de NeverDead, es la de lanzar nuestra propia cabeza sobre una fuente de agua para que la presión del chorro la lance a través de una cristalera inaccesible y, una vez allí, regeneremos nuestro cuerpo a partir de ella.
Como puede verse en el juego de Rebellion no hay normas, y de ello se beneficia una experiencia jugable alocada e impredecible como pocas. Las situaciones que vamos a ver en el juego son totalmente sorprendentes, y el cazador de demonios al que encarnamos sufrirá quemaduras, descargas eléctricas y desmembramientos de lo más sanguinarios que no sólo no provocarán la interrupción de la experiencia jugable, sino que además generarán situaciones jugables de lo más asombroso.
Los entornos, además, son en su mayoría destructibles lo que hace que tenga sentido una jugabilidad en la que no haya apuntado a pesar de que el control de la mira del protagonista es algo caprichosa. Los demonios se mueven a enorme velocidad y no siempre es posible seguirlos con las mirillas, pero resulta divertido volar partes del escenario con nuestra metralla para que caigan sobre ellos y acaben con sus insignificantes vidas.
El autoapuntado, en cambio, de forma muy sorprendente sí funciona para el combate cuerpo a cuerpo, con el que podemos marcar a cualquier enemigo que esté en pantalla y arrasarlo con nuestra espada. El ataque se lleva a cabo con el stick analógico derecho, dibujando los movimientos rápidos como ataques veloces y de corte suave, y con los fuertes y más marcados para la ejecución de ataques más fuertes y agresivos.
NeverDead se pondrá a la venta en febrero de 2012 para PlayStation 3 y Xbox 360, y cuenta a sus espaldas con una de las propuestas más iconoclastas y atípicas que podrán encontrarse en todo el año. Ya sólo con ese motivo tenemos suficientes razones para prestar atención a su desarrollo, y si a eso sumamos un apartado gráfico muy llamativo y una experiencia shooter de lo más frenética podemos hablar de un título francamente prometedor para los que buscan algo rompedor.