Reconoce que es frustrante crear algo que "solo se juega una vez".
El padre de clásicos de la talla de System Shock 2 y BioShock, Ken Levine, considera que el siguiente paso en su carrera es crear videojuegos que ofrezcan una historia lo suficientemente rejugable como para invitar a los aficionados a explorar sus contenidos al menos una vez más. Cosa que, reconoce, no ocurre actualmente.
"El siguiente desafío no es una historia en particular, es más una especie de meta-desafío", ha comentado el creativo en una entrevista con el portal VG247. "Una de las cosas que tiene la narrativa es que no es muy rejugable. Así que ando dándole vueltas a la cabeza acerca de lo que, técnicamente, se podría hacer a partir de un desarrollo y diseño que se base en ir a un punto en el que la narrativa sea mucho más rejugable y dinámica", continúa el creador de BioShock Infinite.
"No es una historia, tampoco un videojuego, es una pieza de narrativa conceptual que no llegará a ser absolutamente nada", prosigue Levine, en un claro tono reflexivo. "No quiero exagerar con esto. He pensado mucho en ello. Porque es frustrante cuando trabajas cinco años en algo que la gente solo juega una vez tras terminarlo. Es algo en lo que he pensado mucho últimamente".