Hay relaciones que se deterioran con el paso del tiempo.
Un acuerdo entre desarrolladores y empresas no dista mucho de cualquier otro tipo de relación: comienza con un objetivo común y no siempre acaba de la mejor de las maneras. En los videojuegos hemos visto títulos cancelados, roces entre creativos e incluso despidos y otras polémicas. Como ya sabéis, hay desarrollos especialmente complejos y eso puede dar lugar a que surjan asperezas entre ambas partes.
A menudo, los creativos son el principal foco de atención; figuras con las que no es nada fácil tratar. En otros casos, la exigencia por parte de las grandes empresas también contribuye a que una relación se tense y las cosas no acaben nada bien (acordaos del caso de ScaleBound o Metal Gear Solid V, entre otros). Hoy recordamos a 5 desarrolladores que acabaron enfrentados a sus propios jefes.