El sujeto participó en una prueba técnica del juego y compartió una captura de pantalla protegida.
Si hablamos de un juego tan grande y exitoso como es Fortnite, no es de extrañar que Epic Games quisiera asegurarse de que el funcionamiento y sensaciones de la ambiciosa actualización Capítulo 2 estuvieran a la altura de las expectativas, por lo que en algún punto de su desarrollo se organizó una sesión de pruebas. Parece que no todos los participantes tomaron los acuerdos de confidencialidad con la misma seriedad, y recientemente se ha abierto un nuevo expediente sobre un filtrador.
A finales de octubre, Epic Games llevaba a los jueces canadienses (vía Global News) el caso de Lucas Johnston, uno de los invitados a la sesión. Según revelan las cámaras de seguridad, tomó una captura de pantalla de este secreto comercial, que más tarde terminó apareciendo en lugares públicos de internet. Por haber "arruinado el elemento de sorpresa" la compañía solicita una indemnización de 85.000 dólares. El sujeto, que fue despedido de su trabajo en Keyword Studios (donde se organizó la prueba de Fortnite) un día después de que tuviera lugar la filtración, reconoce haber tomado la imagen y enviársela a sí mismo por correo, pero no se declara responsable de que emergiera en internet.
De acuerdo con la investigación, el usuario que compartió la imagen original tenía amigos en común con Johnston, y se sospecha que este pudiera haberla compartido con sus camaradas en privado antes de que esta se publicara. El mes pasado recogíamos un caso parecido en el que otro filtrador de Fortnite se enfrentaba a una demanda de Epic Games.