Hay juegos con los que te vale apenas un tráiler con cuatro imágenes orientativas para saber hasta qué punto pueden llegar a gustarte o no. En otros casos, al alcance de sólo unas pocas franquicias y compañías, desde el minuto uno sabes que van a ser un pelotazo de proporciones épicas. Tras cinco horas con JCC Pokémon Pocket, me alegra saber que mi olfato no iba desencaminado. Adiós productividad, adiós tiempo libre y, diría también que adiós dinero, pero para eso hay un requisito imprescindible que consiste en tenerlo.
No es solo que aquí Nintendo haya sido capaz de darle la vuelta al concepto del juego de cartas coleccionables de Pokémon para conseguir llevarlo hasta el móvil de la forma más visual y apetecible posible. Es que además JCC Pokémon Pocket resulta ser una de esas genialidades que, como ya ocurrió con Marvel Snap, consiguen reducir a la mínima expresión las mecánicas de este estilo de juegos sin perder ni un ápice de las buenas sensaciones que lo convirtieron en un éxito dentro del formato físico.
JCC Pokémon Pocket es el vicio que acabará con mi productividad
Lo que hasta ahora han sido meros experimentos, más con la intención de ver qué tal funcionaba la cosa o por dónde podían tirar para sacar rédito del juego el móvil, en JCC Pokémon Pocket se traduce en forma de un juego que, ya desde el principio, está lo suficientemente bien medido como para no errar ni uno solo de todos los disparos que pega.
Heredado del buen trabajo que hizo Hearthstone al darle la vuelta al concepto de Magic The Gathering en su traslado al mundo virtual, JCC Pokémon Pocket reduce aquí cualquier atisbo de complejidad que pudiese haber en el formato, no sólo para abrirle las puertas a un nuevo público que no tiene ninguna intención de complicarse la vida, sino también para hacer que sus partidas ocupen apenas tres minutos sin perder ni un ápice de la emoción y estrategia que le dan sentido.
Con energía automática que se va rellenando en cada ronda y vas añadiendo a los bichos que tienes sobre la mesa, colocar a los Pokémon de tu baraja de cartas a luchar no implica tener que esperar en exceso para poder hacerlo, tal y como ocurría en el juego tradicional. Evolucionarlos para hacerlos más fuertes, tampoco.
Al reducir la necesidad de robar esa energía, el combate se vuelve mucho más dinámico para que sólo tengas que preocuparte de utilizar y cuidar a tus bichos. Con cada Pokémon teniendo una vida y ataques distintos, cada uno requerirá más o menos energía para poder ejecutar sus habilidades.
El objetivo de cada encuentro está en conseguir vencer a tres Pokémon del rival para alzarte con la victoria. Pero lejos de ser una sucesión de ataques constantes, el juego te obliga a profundizar en la estrategia, por ejemplo retirando a tiempo al Pokémon que está en peligro, gastando energía en el proceso pero evitando así que el rival se anote otro peligroso punto.
De la mano de las clásicas habilidades de este estilo de juegos como poder robar cartas adicionales, dormir a oponente para que no pueda atacar, o realizar un vistazo rápido a la siguiente carta del mazo de robo para terminar de pulir tu estrategia.
Un gachapón mucho más amable de lo que esperaba
Es la gran baza de una creación de barajas personalizadas que, en busca de aprovechar cuantas más posibilidades mejor, vaya más allá del tener mucha vida y mucho ataque. Aunque aún es pronto para emitir valoraciones, parece tener todo lo necesario para estar a la altura de lo que Nintendo, la franquicia, y sus fans pueden esperar de este JCC Pokémon Pocket.
Es precisamente la idea de crear tus propias barajas para convertirte en un rival digno, donde probablemente se planteaban más preguntas alrededor de quienes esperábamos esta nueva entrega como agua de mayo. Puedo decir que, en las cinco horas que llevo con el juego, he abierto una decena de sobres y alcanzado más de la mitad de la colección de cartas que hay a día de hoy disponible. Todo ello sin pasar por caja o tener la intención de hacerlo.
Si bien es cierto que es fácil imaginar hasta qué punto se pueden hacer de oro con su combinación de pases de batalla, micropagos para conseguir distintas monedas, una tienda muy enfocada a la personalización y obtención de elementos especiales alejada del pay to win y, por supuesto, sus sobres al más puro estilo gachapón, reconozco haberme topado con una economía bastante más agradable de la que esperaba en un principio.
Con un cuidado mimadísimo que convierte la experiencia de abrir sobres en algo tan ilusionante como satisfactorio, el trabajo visual alrededor de toda la experiencia, desde el mero hecho de deslizar el sobre para cortar su parte superior y sacar las cartas, hasta lo fácil que es maravillarse con las cartas especiales.
Con estas últimas, mediante una animación que se convierte en una suerte de paseo por el mundo Pokémon del interior de la carta frente al que es difícil no sacar a pasear el botón de capturar pantalla cada poco segundos, resulta absolutamente demencial hasta qué punto no se han andado con chiquitas a la hora de entrar por los ojos con la fuerza de un huracán. Se nota, y mucho, que aquí no se han cruzado de brazos dando por hecho que, siendo un gachapón de Pokémon, no hacía falta esforzarse en exceso.
Tan pronto entras en la rueda de cumplir misiones y desafíos, tanto al subir de nivel y abrir sobres como en los combates en solitario contra la máquina y frente a rivales de todas las partes del globo, empiezas a apreciar la regla y cartabón que mantiene su economía. Que puedas adquirir cartas sueltas con los puntos que recibes al abrir sobres da buena cuenta de ello.
Todo está lo suficientemente bien medido para que las 12 horas que implica esperar para abrir un nuevo sobre de forma gratuita se conviertan en minutos a poco que le dediques algo de atención al juego. Con algo tan simple como seguir jugando y crear nuevas barajas con lo que vas consiguiendo, es difícil tener la sensación de que el juego te está frenando.
Con automatismos creados para estar a la altura de lo que hoy en día ofrecen este tipo de juegos, pudiendo crear esas barajas en cuestión de segundos, pero también ofreciendo la opción de que sea la máquina la que juegue por ti en segundo plano mientras tú estás a otras cosas, queda claro que Pokémon es uno de esos juegos que quiere apelar a cuantos más jugadores mejor, y que además cuenta con la jugosa y cada vez más valorada y extendida particularidad de no molestar a nadie en el proceso.
A la espera de ver cómo de rápido siguen aportando novedades para mantener vivo el meta y seguir captando nuestra atención, tras estas cinco horas enviciado, el icono de JCC Pokémon Pocket acaba de saltar a la pantalla de inicio de mi teléfono. Si tenéis la oportunidad de probarlo en iOS o Android, ya sabéis qué significa eso.
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