Una nueva película de animación y un nuevo videojuego basado en ella. Locos por el surf se presenta en DS, pero esta vez se dejan de lado las plataformas para centrarse en las carreras entre surfistas-pingüinos.
No pocos son los títulos basados en películas de animación para niños, pero casi todos se centran en la historia que cuenta la película, y la vuelven a contar a la vez que pasamos niveles en juegos simplones de corte plataformero. No es así con Locos por el surf, título con el que Ubisoft ha querido ir un poco más allá para presentarnos un juego muy del estilo Karts, pero en el mar, y con pingüinos en tablas de surf.
Karts acuáticos
La mecánica del juego es simple: nos enfrentamos a siete oponentes en un circuito acuático cerrado, con multitud de turbos, rampas, bonificaciones y cajas con armas, intentando hacer todo lo posible por quedar los primeros. Entre salto y salto podremos hacer piruetas que nos darán más puntos.
En un principio contamos con cuatro personajes, pero podremos llegar hasta diez, cada uno con dos tablas diferentes. Además todos tienen sus propias características (velocidad, fuerza, giro...), que les darán ventaja en algunas ocasiones y dificultades en otras. También contaremos con pocos circuitos al principio. Sin embargo, a medida que vayamos ganando carreras, iremos desbloqueando otros pilotos, pistas y extras (videos cortos con un toque de humor e imágenes).
Durante la carrera, además de intentar ser el más rápido (aprovechando los turbos y las rampas), contaremos con cajas que nos proporcionarán armas con las que quitarnos rivales de encima. Lamentablemente, no suponen ninguna novedad en el género, y además son escasas (no más de cinco o seis).
El sistema de control es muy sencillo y apropiado para empezar a jugar rápidamente. Con el botón A aceleramos al principio de la carrera, y ya no será necesario pulsarlo más a no ser que nos paremos en seco por algún impacto frontal. Nos deberemos concentrar entonces en intentar adelantar a los rivales. Las posibilidades de la pantalla táctil apenas se aprovechan en este juego. Simplemente la utilizaremos para realizar piruetas (deberemos seleccionarlas en la pantalla táctil, entre cuatro opciones) y para los turbos especiales (en los que tendremos que dar a una serie de puntos en un orden determinado para ir más deprisa). La poca utilización de la pantalla táctil hará que tendamos a dar con los dedos, ya que no es cómodo tener el lápiz en la mano continuamente debido a su escasa utilización.
En Locos por el Surf contamos con dos modos principales de juego. El primero es el campeonato, en el que surfearemos en cinco torneos con varios circuitos (el juego cuenta con más de veinte pistas en total). Estas competiciones constan de tres carreras convencionales con otros siete oponentes y una última en la que sólo se clasifican los cuatro primeros. En ésta se irá eliminando al último corredor por cada vuelta hasta que sólo quede uno.
A medida que vayamos ganando se nos irán abriendo otros torneos. Contamos con tres grados de dificultad, aunque en un principio sólo podremos jugar en el fácil. El modo campeonato es bastante corto, aunque los elementos desbloqueables (incluida la dificultad), darán más vida al juego.
El otro modo principal de juego es el exhibición. En éste podremos elegir un circuito al azar (entre los desbloqueados), y las características de la carrera: número de vueltas, de oponentes y estilo de carrera. Existen varios estilos, desde la carrera convencional, hasta la contrarreloj, pasando por el Reto al Gran Z, el mejor surfista del juego y el más difícil de desbloquear.
Por último existe un modo multijugador, en el que podremos echar carreras con un amigo.
Nivel técnico acuoso
Ni los gráficos ni el sonido llaman demasiado la atención en esta versión portátil de Locos por el Surf. El diseño de los personajes no es de la suficiente calidad como para diferenciarlos claramente, aunque hay que tener en cuenta que hablamos de pingüinos y muchas diferencias entre ellos no puede haber (además, la pequeña DS no puede ofrecer tanto detalle). Los escenarios resultan variados y bastante caóticos, con multitud de rampas, trampas y saltos, y tienen un buen nivel de detalle. Es destacable el efecto del agua que, aunque sirve únicamente como superficie, se mueve y deja cubiertas o descubiertas determinadas zonas de la pista.
Por otro lado, la música es machacona y muy poco variada, aunque apropiada para este tipo de juegos. Las voces de los personajes, en inglés.
Nos encontramos ante un título de estilo Karts pero sobre agua, con sus circuitos locos, turbos y cajas con armas características. Su duración de juego no es muy elevada que digamos, pero su licencia y escasa dificultad harán las delicias de los más pequeños, que disfrutarán durante muchas horas con él.
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