Podría decirse que mi experiencia con Microsoft Flight Simulator 2024, como probablemente la de muchos otros, no está siendo la mejor que he vivido a los mandos de un nuevo lanzamiento. La suma de errores y cargas desesperadamente lentas ha provocado que ni siquiera haya podido empezar la campaña, pero pese a ello hay algo que me ha hecho volver al juego día tras día.
Con el vuelo libre como única opción viable para conseguir jugar algo en Microsoft Flight Simulator 2024, poco después del lanzamiento, tras hacer lo básico de ver mi casa desde el cielo y juguetear algo con sus desafíos de fotografía, me propuse intentar recrear una catástrofe aérea para intentar cambiar el curso de los eventos y ver hasta qué punto MFS 2024 reaccionaba a la situación. Esta es la historia de aquél accidente y cómo ha sido mi experiencia.
La catástrofe del vuelo Aeroflot 593
El 23 de marzo de 1994, un vuelo comercial con 75 personas a bordo entre pasajeros, tripulación y pilotos, se estrelló realizando el trayecto entre Moscú y Hong Kong. Lo surrealista de la catástrofe aérea que terminó con la vida de todos fue que, minutos antes de que ocurriera, los hijos del piloto se pusieron a los mandos.
Tal y como se supo después por las grabaciones de cabina, poco después de la medianoche, cuando sobrevolaban la zona de Siberia cercana a Mongolia, el piloto invitó a sus dos hijos a sentarse en su asiento mientras el piloto automático estaba encendido. Tras juguetear con los controles el primero de ellos, el segundo se dispuso a hacer lo propio con la tranquilidad de que no ocurriría nada y fue un paso más allá.
Forzando los mandos en exceso, el sistema automático que controlaba los alerones se desactivó para ofrecer control manual mientras mantenía el automático de velocidad y altitud. Al hacerlo se activó una alerta visual, pero con los pilotos acostumbrados a señales visuales y sonoras de otros aviones, no se percataron hasta pasados unos segundos que resultaron vitales.
El muchacho fue el primero en percatarse de que algo no iba bien y estaba inclinándose hacia la derecha. Como el giro se mantenía, los indicadores mostraron que se estaba realizando un giro de 180 grados que, confundiendo a los pilotos durante varios segundos, terminó colocando el avión en un ángulo de casi 90 grados que el diseño del mismo no podía soportar y empezó a caer.
Pese a intentar corregir la situación y conseguir nivelar el avión, lo hicieron corrigiendo el rumbo en exceso al levantarlo y la aeronave entró en pérdida cayendo mientras giraba sin control. Para cuando consiguieron nivelarlo una vez más, la altitud perdida había sido tanta que iniciar una recuperación resultó imposible y terminó estrellado contra una cordillera cercana.
Poniendo a prueba a Microsoft Flight Simulator 2024
Pese a que la cadena de errores fue evitable, mi intención inicial estaba lejos de intentar solucionar la situación dentro de Microsoft Flight Simulator 2024. Al inicio, lo único que perseguía era comprobar si el Airbus A310 incluido en el juego, un modelo similar al de la tragedia, respondía de forma similar a lo ocurrido en la historia si intentaba replicar lo ocurrido.
Permitiendo el juego la libertad de marcar un origen y un destino con el avión, helicóptero o aeronave que prefieras, tracé una ruta desde el aeropuerto Sheremetyevo en Moscú hasta el Kai Tak de Hong Kong. Con una noche cerrada en la que impresiona aún más a lo que se enfrentan los pilotos desde la vista de la cabina, al llegar a la zona aproximada desactivé las asistencias automáticas y empecé a inclinar el avión.
Aquellos que ya hayan probado a volar un Airbus en MFS 2024 o la versión anterior sabrán a ciencia cierta hasta qué punto es un avión extremadamente complejo de maniobrar. Tras superar la inclinación crítica de 45 grados, evitar que llegue a los 90 grados y empiece a hacer un tonel ya es un logro enorme.
La idea es que cualquier corrección debe hacerse de la forma más gradual posible para evitar una sobrecompensación, pero incluso en una situación virtual y controlada, es difícil evitar giros más exagerados de lo necesario. Mejor aún de lo que esperaba, el simulador estaba replicando lo sucedido y, para cuando conseguí nivelarlo, tiré de los mandos de la forma más extrema posible para intentar provocar la segunda pérdida.
A partir de ahí, de la mano de pruebas similares en las que iniciaba el vuelo en el mismo punto con el avión ya en el aire, y personalizaba las condiciones climáticas para hacerlas lo más favorables posibles (y de paso tener algo de luz solar), los intentos por recuperar la nave tras esa segunda caída han resultado imposibles.
Me faltan horas de vuelo, desde luego, pero viendo que ni siquiera las 900 que acumulaban los pilotos fueron suficientes, dudo que en algún momento consiga hacer más de lo que hicieron ellos. Ojalá no tarde mucho en llegar esa nueva actualización que termine de arreglar MFS 2024 y, por fin, pueda disfrutarlo más allá de experimentos aislados tan sorprendentes como este.
En 3DJuegos | La IA permite a Microsoft Flight Simulator 2024 no solo alcanzar lo nunca visto, sino también subir la vara hasta las nubes
Ver 5 comentarios