La plataforma doméstica que cambió y regeneró la industria del videojuego.
Puede parecer increíble, pero durante un tiempo se pensó que las consolas y videojuegos domésticos estaban condenados a desaparecer en Estados Unidos. Decisiones lamentables y una notoria pérdida de interés por parte de los clientes hacia las marcas líderes de principios de los ochenta llevaron a consolas y videojuegos a una posición muy delicada de la que parecía que no saldría jamás. La época se conoce como la crisis del videojuego doméstico americano de 1983.
El 18 de octubre de 1985, hace 30 años, comenzaba la regeneración de la industria doméstica con la llegada de NES a Nueva York, la versión americana de la Famicom de Nintendo. Disfrazada con una nueva carcasa de color gris, con accesorios como el Zapper o el robot R.O.B. y con la pretensión de no parecer una consola de videojuegos, algo que habría impedido la compra por parte de padres a los niños americanos, comenzó su andadura en Estados Unidos.
Aunque el inicio de la consola y su primer lanzamiento en el área de Nueva York no acabó con resultados positivos, la máquina acabó convirtiéndose en uno de los juguetes preferidos por los niños americanos y después los del resto de Occidente. La pretensión de Hiroshi Yamauchi y Minoru Arakawa, entonces presidente de Nintendo y mandamás en Estados Unidos, respectivamente, acabó siendo un éxito que cambiaría el devenir de la empresa japonesa y sus miras hacia Occidente para siempre.
Parece que, oficialmente, una de las pocas que se ha acordado del presente hecho ha sido PlayStation y Sony, que han querido felicitar a Nintendo y su NES el 30º aniversario de la plataforma con un tuit muy significativo: “gracias por allanar el camino” reza. Una fecha importante para todos los jugadores que disfrutan actualmente de videojuegos en su casa. Sin NES y la industria americana, seguramente, hoy la historia sería muy diferente.