Inicialmente buscaban únicamente 36 millones de dólares, y no se especifica a qué se debe el radical aumento.
El portal Develop asegura que Jason West y Vince Zampella reclaman ahora más de 1.000 millones de dólares a Activision tras el affaire protagonizado por dos principales creativos de la saga Call of Duty. La cifra reclamada originalmente era de 36 millones de dólares, y no se ha explicado a qué se debe el radical cambio en un comunicado emitido en el marco de un SEC financiero de la distribuidora.
"Después de concluir los recursos humanos internos para cerrar las brechas de contrato e insubordinación de dos empleados senior de Infinity Ward, la compañía terminó los empleos de Jason West y Vince Zampella el 1 de marzo de 2010", explican en el comunicado.
El 3 de marzo de 2010, los dos presentaron una demanda en el Tribunal Superior de Los Ángeles por la ruptura del contrato y el despido, entre otras reclamaciones. En su queja, West y Zampella alegaron daños, incluyendo daños punitivos, por valor de 36 millones. Una cifra que ha aumentado significativamente hasta llegar a los 1.000 millones de dólares. (...) En abril de 2010 la compañía presentó una queja contra West y Zampella, alegando los motivos de ruptura de contrato y deberes fiduciarios entre otras reclamaciones. La compañía busca indemnización por daños.